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La aventura comenzó el jueves 12 de Junio. Nuestro vuelo salía a las 13:05 horas, pero como ya teníamos las tarjetas de embarque imprimidas desde casa pues llegamos tranquilamente a l'aeroport del Prat sobre las 11:20 más o menos. Ese día había parado de llover (que llevábamos un mes y medio con lluvias!!), y hacía un sol radiante... "¡¡A ver si nos hace este solecito en Londres!!"- nos dijimos, aunque con pocas esperanzas, pues aunque era la primera vez que volábamos a Londres, la ciudad es archi-conocida por su famosa lluvia persistente...
El vuelo se retrasó un poquiiiito (nos cambiaron la puerta de embarque en el último momento). Entre pitos y flautas (llegar al avión es toda una odisea... entre controles, cambios, esperas, más controles, traslados en bus.. cuando te llegas a sentar en tu butaca te parece que todo eso ya ha sido un viaje en sí), pudimos acomodarnos en nuestras butacas. A la azafata de vuelo no se la entendía ni por casualidad (menudo acento más cerrado tenía....), y tras confundir unos papeles que iba repartiendo con la carta del menu ("the menu", jajajajja), decidimos quedarnos con la boca cerradita y dormir un poquito
. Al poco rato nos repartieron un sandwich de esos típicos ingleses ("cuánto voy a extrañar la comida de mi casa" - pensé....) y bebida. Muy bien por su parte. Y al cabo de dos horitas y algo más ya bajábamos hacia Inglaterra. Por la ventanilla no veíamos más que nubarrones y nubarrones, sólo vimos tierra cuando el avión descendió un poco más.. Campos verdes, árboles, ovejitas, casitas, ¡¡¡estábamos en UK!!! 
Después del aterrizaje, nos encontramos "perdidos" en la terminal Norte de Gatwick. Pasillos, pasillos, cintas correderas, y más pasillos... buuffff, aquello es enorme!!! siempre siguiendo el cartelito de la terminal Sur. Al fin llegamos al trenecito que te lleva a la Sur, nos montamos y una vez allí buscamos el Southern train (el Gatwick Express es mu caro, así que decidimos decantarnos por el Southern). Compramos los tickets y nos dirigimos a la vía indicada. Yo iba toda contenta porque había intercambiado mi primera conversación en inglés en UK con el hombre de la ventanilla, cuando en esas mi amigo me grita: "¡corre, que ya está aquí!" Nos apresuramos y montamos en el tren. Inspeccionamos a ver si hay alguna señal que indique que estamos en el Southern, y no vemos na de na. En fin, muy bien indicado no está, desde luego. Nos acomodamos, el tren arranca, nos hacemos un par de fotos, mi amigo va filmando con cámara de video, contemplamos el paisaje (típicas casas inglesas, qué chulas!). Después de pasar una señora con un carrito vendiendo "chucherías", como las llamo yo
, vemos que pasa la revisora. Le mostramos nuestros tickets, nos pone cara de circunstancias y nos dice que esos tickets son para el Southern y que en esos momentos estamos en el Gatwick 
:lol:, así que tenemos que abonarle 7 pounds más cada uno ¡Toma ya! Le comento que el hombre de la ventanilla nos había dicho que el tren salía por esa vía, y ella me dice que no era ese sino el siguiente 
En fin..... Tierra trágame..... bueno, ya se sabe, alguna novatada teníamos que pasar, no?? jejeje... Y no hay mal que por bien no venga: estuvimos más cómodos y antes de tiempo en Victoria Station, así que.... Después de este pequeño percance, llegamos a Victoria Station. Quedamos alucinados: gente por todas partes, paneles con anuncios luminosos de todo tipo, tiendas, etc, etc. Esto es Londres, señores!
Buscamos the Underground para ir hacia nuestro hotel (en Belgrave Road) y bajamos en Pimlico. Ahí vino el momentazo del día: cuando salimos por la boca de metro hacia el exterior. Aaaayyyysssss, por fin vemos Londres in situ!!!! esas casas de tochos oscuros, de ventanas enormes y vallas de hierro, que parece que quieran estirarse hacia el cielo, de lo puntiagudas y verticales que son. Un par de mujeres nos vieron tan perdidos y boquiabiertos que nos dijeron: "¿Estáis buscando Belgrave Road?" (claro, las maletas nos delataban), y nos indicaron la dirección, qué amables Cruzamos la calle (me hicieron muucha gracia las letras en el suelo "Look right / Look left", aunque no tanto el tener que estar apretando el botoncito para cruzar la calle
), y seguimos recto por Belgrave Road. Esa calle es inconfundible, todas las casas son igualitas! todas ellas blancas, con sus vallas, y todas victorianas Nuestro hotel nos fue fácil encontrarlo. Hicimos el check-in y dejamos las cosas en la habitación. Para llegar a ella teníamos que pasar por una serie de pasillos enmoquetados con puertas por todos lados, y hacíamos la broma de que aquello parecía la casa de los horrores y en cualquier momento se abriría una de esas puertas y saldría un monstruo gritando, jejejejeje. Estábamos en la planta a pie de calle, y nuestra ventana daba a una de las callejuelas que dan a Belgrave Road; no teníamos vistas, pero bueno; era muy tranquila. Pequeñíta pero limpia y tranquila.
Aprovechamos para descansar un poquito (eran sobre las 18 horas) y guardar la ropa. Mi amigo no podía abrir el candado de su maleta, así que pedimos a un chico de recepción que nos lo rompiera con algo, y él muy amable lo hizo (lo que no nos pase a nosotros...jajajaja).
Hacia las 18:20 más o menos salimos a "inspeccionar" la ciudad un rato. Justo en la puerta teníamos el bus 24, así que ni cortos ni perezosos nos montamos (ya nos veis buscando el "chisme" para validar el ticket, que no lo hay
), y subimos al piso de arriba y oleeeeeeeeee.. ¡¡EN PRIMERA FILA!! Nada mejor que empezar nuestra visita a la ciudad con una ruta turística viendo todas las calles sentaditos y a través del cristal 
Pasamos por Victoria, Westminster (aaaaaaaaayyyyy, qué ilu cuando vimos el Big Ben por primera veeeeeeeez), Trafalgar Square, y nos apeamos en Leicester. Nos dirijimos a la caseta en donde venden las entradas para musicales, en medio de la plaza. Muy chula aquella zona por cierto, con los cines, los bares, restaurantes, ayyssss... Preguntamos en el kiosko si las venden para el día siguiente (las queríamos para el viernes) y nos dice un señor que no, que son siempre para el mismo día. Nos quedamos un rato viendo el panel con el listado de musicales, y decidimos que ya volveremos el día siguiente. Y ahí mismo... ¡¡¡hurra!!! no podemos contenernos y nos hacemos las típicas fotos en la cabina de teléfonos (la de la foto soy yo ).
Acto seguido nos damos una vuelta por la plaza, contemplando el pequeño "Hollywood Boulevard" que hay, filmando y haciendo fotos.
Después visitamos China Town, mi amigo super emocionadísimo por allí, jejeje.
Y después de recorrer las callejuelas chinas nos vamos a Picadilly a cenar (cena a las 20 horas, horario inglés
). A propósito y una curiosidad... cuando buscábamos sitio para cenar, nos topamos con un restaurante con menú catalán!!! jeje, al fin y al cabo no estamos tan lejos de casaaa, jajaja.. menú "terra i mar" con "escalivada" incluida... qué gracia me hizo... Pero claro está, no estábamos en London para comer escalivada, así que buscamos una buena sandwicheria donde sirvieran las chips y el chicken inglés, y nos metimos en una que tenía buena pinta. Cenamos hamburguesa de pollo (mu buena) y ensalada para picar. Estuvimos un rato charlando y salimos de allí que todavía era de día. Como teníamos la famosa plazoleta con la estatua de Eros justo al lado, aprovechamos para hacer unas fotitos. 
Otra cosa muy curiosa que nos llamó la atención fue la forma en que anuncian los musicales...¡¡¡están en todas partes de la ciudad!!! en carteles en el underground, en paneles luminosos en las casas, en los autobuses, ¡¡hasta en coches!! Here is The Sound of Music:
Y tras dar un paseito por allí y quedarnos perplejos por no haber visto ni una gota de lluvia (estaba nublado y hacía un vientecito mu frío...pero ni rastro de la lluvia que anunciaba the forecast en Internet.. y a ratos salía el sol!), nos fuimos camino al hotel en el metro, pues para ser el primer día londinense ya teníamos suficiente y estábamos reventados.
Esa noche (las primeras noches nunca son buenas) no dormimos muy bien... Yo estaba algo asustada porque alguien parecía darme golpes en el colchón por la parte de los pies, y no me dejaba dormir... después se encendía la luz de mi móvil sin explicación alguna... en fin... A la mañana siguiente descubrimos que los golpes no eran más que los pasos de nuestros vecinos, que al caminar hacían "retumbar" el suelo y por consiguiente vibraba o resonaba en mi colchón también
Caso resuelto, jejejeje... Lo del móvil quedó sin respuesta..... ¿será que en ese hotel hay fantasmas?...... 
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