Etapa 2[i]
Después de visitar Oslo nos dirigimos hacia Bergen. Para hacerlo decidimos coger la opción más interesante para hacer este recorrido Norway in a Nutshell.
Norway in a Nutshell es un tour organizado por una agencia. Se trata de un recorrido en varios trenes, buses y barcos que te llevan hasta la ciudad de Bergen y que da la posibilidad de ver montañas, cascadas, fiordos y sitios difíciles de alcanzar solos. El tour dura un día entero, desde la mañana hasta la noche.
Se sale de Oslo por la mañana temprano, los billetes se pueden comprar directamente en la estación de trenes, normalmente no hace falta reservar.
Un consejo es llevar comida y agua para el día . No se encuentran muchos lugares durante el camino para conseguir comida a un precio "accesible".
La primera parte del recorrido se hace en un cómodo tren que atraviesa enormes valles desierticos, con nada alrededor. El recorrido lo hicimos al principio de junio, y todavía había mucha nieve en estos valles. Después de unas horas llegamos a la estación de Myrdal.
En Myrdal cogimos el famoso Tren de Flam. El tren es famoso e importante en Noruega por su recorrido por lugares agrestes y empinados.
El tren pasa por unos de los recorridos más inclinados del mundo con vías normales. Los largos y serpenteantes túneles son unas de las obras de ingeniería más audaces de la historia de la ferrovía noruega.
El recorrido es de unos 20 km donde se pueden ver increíbles cascadas, montañas nevadas y granjas de montaña.
Cuando subes al tren de da la impresión que su interior es más ancho de lo normal. Hay que subir rápidamente para escoger los sitios más oportunos para admirar el paisaje.
Después de pasar en varios túneles hicimos una parada para ver una enorme cascada. El tren paró entre dos túneles y nos permitieron bajar para admirar el espectáculo de la gran cascada.
De repente empezó a sonar una música, y a lo lejos apareció una figura. Era una mujer que representaba una antigua dama de la cascada bailando al ritmo de la música y desapareciendo y apareciendo en diferentes lugares. Personalmente me pareció un poco cursi…
Después de unos 10 minutos volvimos al tren y seguimos la bajada hacia Flam, donde se podían ver de vez en cuando granjas, el río en el valle, y muchas cascadas que caían por todas las montañas, hasta finalmente llegar a la estación de Flam.
Creo que este recorrido no fue tan espectacular como me lo esperaba. La mayoría del tiempo la pasábamos en el interior de los túneles, genial obra de ingeniería vale, pero poco apreciable. Para compararlo fue mucho más espectacular y bonito el trayecto del Bernina Express o Trenino Rosso, el tren que une a través de los Alpes Italia y Suiza (Tirano y Sant Moritz).
Flam está en la esquina más interior del Aurlandfjiord (fiordo de Aurland), este fiordo es patrimonio de la humanidad por su espectacular naturaleza y paisajes.
Aquí subimos al barco crucero que nos hizo recorrer el Aurlandfjiord y parte del Sognefjiord (Fiordo de Sueños). El recorrido con el barco fue bastante lento y en un principio espectacular y emocionante, por fin estábamos en un fiordo.
Las montañas empinadas verdes, los centenares de cataratas, el aire que se respiraba, las luces, los colores… todo era emocionante.
Desde la salida del barco nos persiguieron multitudes de gaviotas que estaban tan cerca del barco que casi se podían tocar mientras volaban. Al rato pero, ya todo era muy parecido.
Realmente los que dicen de los fiordos que "visto uno visto todos" tuvimos la sensación que fuera real. El recorrido duró unas horas, que al final se hicieron un poco largas.
Llegados al muelle subimos a un bus que nos llevó hasta Voss a través de montañas empinadas.
Muchos de los pueblecitos que se ven en el fiordo se pueden comunicar con el resto del país solo vía barco y algunos de ellos con una pequeña carretera que sube las montañas hasta llevarte por el otro lado. Si no hubieran ferris que te hacen cruzar los fiordos podrías tardar muchas horas para hacer pocos kilómetros.
Una vez llegados a Voss volvimos a coger el tren principal que nos llevó hasta Bergen.
Llegamos a Bergen sobre las 9 de la noche, pero, ya que casi no hay noche, llegamos con la luz del sol. Desde allí fuimos caminado hasta el centro de la ciudad hasta llegar a nuestro alojamiento.
Era una casa particular de un chico que alquilaba una habitación de su casa. Una cosa normal en Noruega. Es una solución más económica a los hoteles y tienes la experiencia de vivir con gente del lugar. Para probar.