
SÁBADO 30/7 LJUBLJANA
Bueno, lo habíamos dejado con que llegábamos a la estación de autobuses de Ljubljana, que está en el mismo sitio que la de tren. Es muy pequeñita pero bien organizada. Habrá unos 30 andenes de autobuses. Lo mejor es que puedes sacar el billete en la máquina automática, pagando con tarjeta y visualizando el timetable completo de todos los autobuses que hacen el recorrido hasta donde quieras ir.
Como Julie no tenía aún reservado hostal alguno y yo ya tenía ganas de ir al mío, nos despedimos con sendas fotos.
Como Julie no tenía aún reservado hostal alguno y yo ya tenía ganas de ir al mío, nos despedimos con sendas fotos.

Respecto al hostal, advertir que es de la cadena HI y es un verdadero albergue, de los de toda la vida. La habitación tiene tres camas y el baño en compartido para la planta, así como las duchas. Ello no supone problema alguno, ya que está bien dotado de todo. El desayuno, frugal, está incluido en el precio (17 euros!!!) tiene lavandería a disposición de los alberguistas y, lo mejor, cocina (aunque muy poco equipada). Como ya dije en la etapa anterior, además está muy cerquita de la estación de tren y de bus. De hecho lo encontré casi a la primera.
De los albergues en que he estado, el mejor.

Una vez que dejo los bártulos en mi habitación y saludo al compañero estadounidense que me ha tocado, me hago con el mapa de la ciudad (en recepción la gente es muy atenta), me explican lo básico para la tarde y allá que me lanzo.
La gente comenta que Ljubljana no tiene nada. Que es enana. Que en dos horas la haces. Pues a mí me pareció una potxolada de ciudad. Limpia, accesible, bonita... Eso sí me estoy refiriendo a la ciudad antigua o al casco antiguo. La zona más reciente, con algunos edificios de estilo soviético como la plaza de la revolución,... pues no es lo mismo.
Lo primero que hago es perderme (no en el sentido literal, por esta vez) entre las calles del barrio antiguo, si bien lo más fácil es guiarte por el río que da nombre a la ciudad.
La gente comenta que Ljubljana no tiene nada. Que es enana. Que en dos horas la haces. Pues a mí me pareció una potxolada de ciudad. Limpia, accesible, bonita... Eso sí me estoy refiriendo a la ciudad antigua o al casco antiguo. La zona más reciente, con algunos edificios de estilo soviético como la plaza de la revolución,... pues no es lo mismo.
Lo primero que hago es perderme (no en el sentido literal, por esta vez) entre las calles del barrio antiguo, si bien lo más fácil es guiarte por el río que da nombre a la ciudad.


La ciudad, al igual que pasará en el resto de eslovenia que visite no tiene demasiados turistas. Más bien yo diría que el atractivo turístico del país aún no ha explotado (mejor para quienes aprovechamos esta época, porque es demasiado bonito como para pasar desapercibido). El recorrido, en efecto, se puede hacer sin problemas en un par de horitas, relajado. Como la zona antigua termina cerca del castillo que se encuentra en un promontorio, voy para allá.


LLegar al castillo es una muestra de la fuerza de voluntad del visitante. Está muy cerca del casco, pero muy alto. matemática básica, la tangente del ángulo tendrá que ser mayor... vamos que tiene una pendiente para llegar a arriba que ni con varias chuletas un ciclista lo sube. Es mortal. El castillo en sí, pues no me dice demasiado. Incluye un documental de 20 minutos sobre la historia de la ciudad con traducción simultánea mediante cascos (no en castellano). Sin embargo, tras pagar unos cinco euros puedes acceder a la torre desde donde tienes de nuevo unas vistas panorámicas especialmente bellas. Después de recuperarte de las 101 escaleras (14 tramos de 7 escalones, los conté al bajar, al subir no te los esperas) en forma de caracol interminable, sacas las fotografías de rigor.


Como ya he comentado en más de una ocasión, a veces las sorpresas te las encuentras donde menos lo esperas. Así, me acerco a la capilla del castillo y de repente encuentro que el techo no representa elementos religiosos.

En el castillo también se emiten películas en versión original "bajo el cielo estrellado" por unos 4 euros (pero son pelis que ya han salido en dvd!!)
Lo más curioso es que cuando compras la entrada, te ofrecen la posibilidad de que regreses en funicular a la ciudad... un momento, he dicho funicular???
Kontxo, eso se dice antes de subir, que para bajar, no lo necesito. Así que sigo con mis consejos: no subáis andando, el euro mejor gastado de vuestra vida es el funi al castillo.


Ya se está haciendo tarde (serían las ocho) y quiero aprovechar la cocina del albergue, así que paro en un super y compro lo necesario para hacer una tortilla de patata con cebolla. Me planto en la cocina y hay una sartén libre (solo hay dos). La arrapiño y en esto que estoy ya pochando la cebolla oigo a una pareja hablar en euskera
Evidentemente me presento, son unos chicos de unos 24 años: Irati y Txomin. Hostias, jodé, vaya puta casualidad, qué coño haces aquí... (tipica conversación entre vascos). Pues resulta que en verdad son cuatro en total, y lo curioso es que tres de ellos están estudiando último curso de medicina en Leioa. Me presento... hostias, coño, así que tú eres el cabrón ese de superiñaki!! Tenemos en común un montón de estudiantes de medicina conocidos porque les he dado clase de estadística y epidemiología en 1º.

Aprovecho entonces para ofrecerles tortilla y ceno con ellos. Además consigo que me sobre un poco de torti para la comida del día siguiente
y me voy a dar una vueltilla por la ciudad de noche, que era lo que más me apetecía ver desde que había llegado hacía seis horas.


Realmente, no defrauda nada. Más bien, hay que estar para apreciar lo agusto que se está por la noche en alguna de las tan bien decoradas terrazas al lado del río (zona peatonal). Además, muchos edificios están iluminados, así como los puentes, algunos de ellos de color verde clarito.




No falta la visita y foto al puente más célebre Y símbolo de la ciudad:


qué, casi da miedo eh? Pues hay cuatro en el mismo puente.
DOMINGO 31/7 CUEVAS DE SCOCKJAN
antes de comenzar una primera advertencia: como ya se ha dicho en el foro, recuerdo que no son como las cuevas de postonja: no he visto ni un solo autobús de turistas. Aquí la gente viene en coche propio. Más diferencias, por ejemplo, para llegar hasta aquí, hay que venir en tren (la estación no tiene siquiera máquina para comprar tickets, ni ventanilla de venta, nadie sabe cuánto cuesta...) o bus. En mi caso he sido el único que se ha bajado. La parada se llama Divaca. (bendito GPS en el móvil, porque si no no tienes idea de en qué parada del recorrido estás). En ambos casos, tren y autobús se tarda cerca de 80 minutos.
Desde la estación de divaca hay un bus que te sube directamente a las cuevas que están a unos cinco o seis kilómetos; tarda siete minutos en teoría. El problema es que en internet no conseguí encontrar los horarios de ciho bus y tuve que empezar a andar. Visto el recorrido a posteriori yo estimo que entre que encuentras el camino a seguir y llegas tardarás una horita.

Comienzo a andar e intento probar a hacer dedo. Al de poco me para un coche con un viejete, que no consigo que me entienda ni papa. La verdad es que no se me había ocurrido entonces, pero algunos eslovenos que no hablan inglés, sí entienden italiano. Podéis pensar, no será tan dificil de decirle el nombre, no? pues tú mismo, ahí va: "Škocjanske jame", claro así visto, parece fácil; pero intenta recordarlo (no fui previsor, lo acepto, pues no lo apunté). Total, que toca seguir para arriba (¿por qué cuando tienes que ir a un sitio turístico, nunca es hacia abajo?). Sigo haciendo dedo, pero la carretera nos muy propicia para parar el coche, pues tiene muchas curvas. No obstante, en no mucho tiempo viene un coche rápido, da un frenazo y me dice que suba. Se trataba de un húngaro muy simpático que tenía que entrar en las cuevas al turno de las 12:00 y que seguramente corriera, que no me preocupara. Tú tranqui, pienso, que soy de Bilbao. Como me acuerdo que hola se dice servus, pues me hago el listo y se lo suelto una vez dentro. El tío se enciende y suelta una parrafada (me imagino que en magiar-hungaro), hasta que habrá flipado con mi careto (una mezcla de qué coño dices y, jodé, vete más despacio que te mancho la tapicería). Hablamos ya en inglés durante los dos minutillos escasos que tardó en llevarme zinga'o hasta el parking de las cuevas. llegaríamos hacia las 11:58 aproximadamente. Compro mi ticket y corriendo a buscar al grupo que ya había salido con las guías.
El ticket normal cuesta 15 euros, el recorrido es con guía y dura entre 1'5 y 2 horas. Hace unos pocos meses han abierto otro segundo recorrido complementario que se puede hacer con guía (sólo a las 10 y a las 15h) o por tu cuenta. Tiene un coste de 10 euros. La posibilidad de comprar un ticket para los dos cuesta 20 euros. Es el que yo elegí.
Junto al entrar en la gruta nos dividen en dos grupos: idioma esloveno +italiano y por otra parte ingleses+alemanes. Yo flipa'o puedo elegir porque de repente, como Moises no supon nunca cómo, abrió las aguas del mar rojo, Iñaki (otra intervención divina) entiende a las dos guías. Me quedo con los italianos porque la guía estaba maciza y la otra parecía haber desayunado hormonas masculinas.
Durante el recorrido de 2 horas visitas una gruta, con cañon incluido ( simplemente impresionante). Una pena que no dejaran hacer fotos.
Eso sí, no habéis de olvidar que es espeleología "turística": son rocas y un agujero en la montaña (lo comento porque es posible que alguien salga decepcionado).
Respecto a la temperatura, dicen que estás a 12 grados, pero yo me encontraba a gusto con la camiseta de manga corta. Eso sí, el calzado es imporatante: no llevés unas parisinas, por ejemplo.
Se me olvidaba... la guía (la pelirroja pecosa, la maciza, no macho-woman) nos dijo que había que pasar (casi siempre es un eufemismo de subir) 545 escalones. No los conté, pero puedo dar fe de que terminas descuajeringado.
Después de terminar el primer recorrido y comer la tortilla de patata que me reservé de ayer a la noche, me paseo para relajarme por los museos. Son muy cutres. Con eso está todo dicho.
Se va acercando la hora de la segunda gruta guiada. Cuando llego, puntual (ni antes ni después de las 15:00) me comenta la guía de la gruta primera (que también tenía lo suyo) que corra que ya se han ido. He hecho la ruta entera, algo más de una hora, a buen ritmo y ni rastro del grupo (yo creo que no salió). Es un recorrido menos atractivo, que a diferencia del primero se puede hacer por tu cuenta y que al final confluye con el primero. Otas 500 escaleritas, total, ya puestos... pues no, no soy de Bilbao centro, lo reconozco. Esta vez, me evito las últimas escaleras cogiendo el funicular que sale de donde confluyen los dos caminos. Jodé, qué diferencia!!
A la vuelta volví a hacer dedo y el segundo coche que pasó, paró. Visto lo del viaje de ida, me quise poner el cinturón de seguridad nada más montar y no funcionaba!! El chico se quitó el suyo y me dejó colocarlo en su anclaje.
Respecto a los precios del transporte: tanto el tren como el bus tienen precios similares, cerca de 7 euros por trayecto. El tren es muy silencioso y sabes dónde estás en cada momento, pero con el autobús tienes una mejor perspectiva.
Os dejo algunas fotitos, pero son de las cascadas de la segunda gruta fundamentalmente.





Por la noche, otra vez al hostal a ducharse y a dar una vueltilla por Ljubljana. Cada vez me gusta más esta ciudad, la verdad. Como todos los días, me voy a la cama hacia las dos, durmiendo unas 5-6 horas, hasta que el cuerpo se queje.
LUNES 1/8 LAGO BLED Y BOHINJ
Después del agotador día de ayer, hoy ha sido "peor". Como tenía previsto, he cogido el autobús que tiene parada en Bled de la compañía VEOLIA por 6'20 euros) a las 9:00. Hay muchos, no os preocupéis quienes vayais. Para las 10 aproximadamente estábamos allí. El tiempo al principio no acompaña, hay niebla baja y riesgo de lluvia.

Como viene siendo la tónica en este viaje, estoy aliado con la fortuna porque cuando llego a Bled empieza a mejorar. El sitio es simplemente maravilloso. Aunque la UNESCO no lo haya declarado patrimonio de la humanidad (como ha hecho con las cuevas del día anterior), lo hago yo y punto.
Nada más llegar al lago se ve que debía de tener tal careto de éxtasis que una pareja joven me dice que si quiero que me hagan una foto. Son muy extravertidos y se ponen a hablarme: eran estadounidenses; habían estado en Francia, en Suiza, Noruega

Antes de que se me olvide, avisaros que una vez lleguéis a Bled, la oficina de turismo está "escondida" junto al casino (muy vistoso). Yo la he encontrado, sí, cuando me marchaba al bus.
Pero por partes, como todo lo que he visto de eslovenia está muy bien preparado para el turismo de naturaleza (no de masas). En el caso del lago Bled tienes un sendero de unos seis kilómetros que lo bordea; se trata de un paseo casi sin obstáculos o subidas que lo hagan más exigente. En principio se puede hacer en una horita pasada. Para que os hagáis una idea de lo que me gustó, yo tardé más de dos.
Es que tienes que verlo para sentir la profundidad de su belleza natural.








Como no tenía mapa, y además me apetecía, he vuelto sobre lo andado varias veces para visitar el castillo y una iglesia que está bajo el mismo (junto al albergue de HI) El castillo tiene un coste de 8 euros y no creo que los valga; la iglesia, sin embargo, no llama la atención, es más bien feucha por fuera. De hecho he estado apunto de no entrar. Se vuelve a demostrar que lo que no esperas te impresiona más, por lo insospechado que resulta. En este caso, además de una nave central bonita, en las paredes laterales tiene pintado el padre nuestro: como suena.










Volviendo al paisaje del lago Bled. Ha sido una pena no haber traído un libro, porque te apetece leer casi de forma inconsciente. Hay un punto de observación, bien llamado bel vedere, que debiera tener una cafetería (estaba cerrada); asimismo hay la opción de un tren chu-chú para no cansarse.



Nada más bajar del bus había comprado pan, yogour líquido, agua (con aroma aloe-vera

HOSTIAS!! Yo creo que es peperoni porque me ha dejado la lengua con ampollas.

Bueno, pues a eso de las 15:00, tras almorzar el bocata me decanto por bohinj en vez de por Vintgar, la otra posibilidad. Respecto a ésta última zona, se puede ir andando y para los más vagoncetes hay un bus turístico (he dicho uno, no más) que sale de Bled, para en el castillo y después va hasta Vintgar. Al de unas dos horas vuelve a hacer el camino inverso.

A las 15:15 cojo el autobús hacia Bohinj Zered (3'5 euros). Tarda treinta minutos en llegar. Para que os hagáis una idea de lo idílico y nada masificado que está aquello. Es la última parada y sólo voy yo en el autobús (y estamos en Agosto!!). Por otra parte, yo sigo alucinando con la puntualidad de los autobuses en Eslovenia. Sigue el timetable que pone en internet al minuto (no es retórico, hay que verlo para entenderlo).
El trayecto desde Bled hasta Bohinj ha sido... lo habéis adivinado, espectacular. Te apeas justo al lado del lago Bohinj. Esta localidad está mucho menos desarrollada que Bled. Yo creo que no se le puede ni siquiera llamar aldea. Son un montón de sobes perfectamente integrados en la naturaleza la mayoría. Decorados con un gusto exquisito.





A diferencia de Bled, la atracción principal no es el lago en sí mismo y lo que genera, sino la proximidad de los Julijske Alpe y del Narodni park en concreto. En resumen, para entendernos todos, un número de senderos prácticamente infinito que recorrer y muchas cotas que escalar.
Después de sacar muchísimas panorámicas, decido comenzar con el bordeado del lago, como he hecho en Bled. No es ni parecido, salvo por la existencia del lago en medio. Está bien señalizado (sólo me he perdido una vez), pero es el típico sendero de monte, resbaladizo, que requiere la atención continua sobre dónde poner los pies para no hacerte un esguince de tobillo... además estaba bastante húmedo, pues había llovido a la mañana. Hacer la mitad del recorrido, de una punta a la otra del lago me lleva algo más de hora y media. En el trayecto, no me resisto a desviarme unos metros para meterme dentro, en la orilla del lago en calzoncillos.



Una curiosidad, un encuentro fortuito. Estando ya al final de la primera mitad del trayecto (poco después de haberme perdido, me encuentro de frente con los estadounideneses de la primera foto, ¡en Bled! A primera vista no los reconozco, ya que tal vez había pedido que me retraran una decena de personas distintas. Es cierto que la pareja era muy simpática, pero hubiera ayudado que la chica fuera explosiva, pero evidentemente no lo era.
Llego tan rendido (en verdad es jodido la palabra técnica que describe cómo me encontraba tras las caminatas que me he estado dando estos últimos ocho días) a la otra parte del lago que decido descansar y subirme al autobús para volver hasta Ljubljana. Ya en el autobús me doy cuenta de que el camino por la otra orilla es un sendero normal, como en Bled, que bordea la carretera general.
El autobús hasta Ljubljana tarda dos horas, evidentemente, es puntual. Hace un recorrido diferente, tal vez porque a diferencia de los otros dos que eran de Veolia, este es de Alpine Tours. El precio final unos 8'5 euros.
A cenar y comprar el ticket par a Zagreb de mañana en tren (8:45-10:35, 13'40 euros)
MARTES 2/8 DESPEDIDA DE ESLOVENIA
Otra vez ha tocado madrugar, pero quería aprovechar el día en Zagreb, que han dicho que el miércoles va a hacer bueno y así podré visitar Plitvice Jezera,... pero eso será otra etapa.