La Orotava
Llegamos a La Orotava con la idea de visitar o ver la famosa y archiconocida Casa de los Balcones, conseguimos aparcar muy cerca de la misma, junto a la Plaza de San Francisco.
Bajamos y nos topamos con la Casa de los Balcones y la Casa del Turista, la verdad es que la fachada es bonita y son edificios históricos y bien conservados, pero suele pasar con algunos sitios, lugares o monumentos, tanto bombo y tanto platillo y tanta expectativa que lleva uno y al final te quedas con esa cara de tont@ ¿esto es? ¿para tanto?, nos decepcionó un poco pero decir que nos gustó la fachada.
Entramos en la casa del turista y la conclusión que sacamos es que se trata de una simple tienda de souvenirs. Tomé fotos de los trajes típicos de las distintas islas.
Después del pequeño chasco que nos llevamos con la visita a estas casas, seguimos paseando por las calles de La Orotava, en general, nos llevamos una grata impresión de este pueblo, el entorno y los paisajes que muestra y ofrece, es bonito, muchas casas con típicos balcones, palacios y jardines y vistas impresionantes al Teide (si el tiempo acompaña y las nubes te dejan).
Pasamos por los Jardines Victoria abiertos de 9 a 18 de lunes a viernes y los fines de semana de 9 a 15. Es un jardín con distintos niveles en forma de escalones y que dan al Liceo Taoro y donde en lo más alto existe un mausoleo.
Seguimos paseando por La Orotava, pasando junto a la Iglesia de San Agustín y la Iglesia de la Concepción
Después del grato paseo y haber visitado lo más destacado de La Orotava, decidimos tomar rumbo al Puerto de la Cruz.
Puerto de la Cruz
Aparcamos en el parking habilitado en el puerto pesquero, cuidado, en algunos puntos hay “gorrillas”, nosotros conseguimos evitarlos, esquivarlos y despistarlos. Nuestra idea era dar una vuelta por lo más destacado del Puerto de la Cruz, se nota que es una ciudad turística, ese día estaba nublado, la típica “panza” de burro, aunque hacía bastante calor. La verdad es que esta visita fue más bien de “puntillas” y nos dejamos muchas cosas por ver, pero después de todo lo visitado, la verdad es que ya se notaba el cansancio en nuestras piernas.
Pasamos junto a la Casa de la Aduana que hace de Oficina de Información Turística, la Ermita de San Telmo y vimos a gente bañándose en las piscinas naturales “gratuitas” que hay antes de las conocidas de Martíanez.
Puerto de la Cruz
Aparcamos en el parking habilitado en el puerto pesquero, cuidado, en algunos puntos hay “gorrillas”, nosotros conseguimos evitarlos, esquivarlos y despistarlos. Nuestra idea era dar una vuelta por lo más destacado del Puerto de la Cruz, se nota que es una ciudad turística, ese día estaba nublado, la típica “panza” de burro, aunque hacía bastante calor. La verdad es que esta visita fue más bien de “puntillas” y nos dejamos muchas cosas por ver, pero después de todo lo visitado, la verdad es que ya se notaba el cansancio en nuestras piernas.
Pasamos junto a la Casa de la Aduana que hace de Oficina de Información Turística, la Ermita de San Telmo y vimos a gente bañándose en las piscinas naturales “gratuitas” que hay antes de las conocidas de Martíanez.
Llegamos hasta las que son de pago y vimos un monumento que recordamos haber visto en algún sitio con anterioridad, después de intentar recordar, al final lo conseguimos, ese monumento lo vimos hace ya sus años, cuando visitamos en Lanzarote la Casa-Museo de César Manrique, ahí vimos los bocetos que hizo en su día el escultor.
Al final, terminamos pasando por la concurrida Plaza del Charco y dimos una vuelta por la zona comercial y peatonal que hay en los alrededores, dando por concluida esta rápida visita.