Ya era domingo, faltaba menos para el final de este viaje que tanto estábamos disfrutando. Como cada día salí a comprar el pan y los croasants en una de las boulangeries que teníamos en la isla de St Louis (ya que abren incluso los domingos) y el correspondiente zumo de naranja que comprábamos recién exprimido en la fruteria de la isla.
Tras este delicioso desayuno fuimos hasta la estación de metro. Hoy nos dirigíamos a la zona de Sacre Couer. Cogimos el metro hasta la parada Anvers, y al salir de la estación simplemente hay que seguir a la gente, subiendo por unas calles llenas de tiendas de souvenirs. En menos de 5 min. llegas a esta impresionante iglesia, que si tienes la suerte de verla con sol mejor todavía, ya que destaca muchísimo su color blanco.
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Se puede subir por las escalinatas, pero tambien hay un funicular que se puede coger utilizando un ticket de metro. Como nosotros teníamos suficientes decidimos utilizarlo y así no agotar el cuerpo. Aquí , como es típico en Paris, también hay que esperar un poco…bueno, en nuestro caso fueron 15 min creo, puede que fuera porque era Domingo y había misa en ese momento. Yo por mi hubiera subido andando, tampoco es tanto, pero bueno, ya que estábamos en la cola lo queríamos probar.
Una vez arriba entramos dentro de la iglesia, donde como comenté se estaba celebrando la misa de los domingos, y me recordó un poco a las iglesias españolas.
A la salida decidimos ir a la plaza de los pintores, así que bajamos todos los escalones hasta donde habíamos cogido el funicular (gran error!) y desde ahí consultando el mapa e “intentando” preguntar a los franceses, caminamos un rato y subimos muchísimos escalones hasta llegar a la plaza…una vez allí, miramos hacia un lado y vemos la iglesia al lado…..osea….que no teníamos que haber bajado los escalones, solamente bordear la iglesia…

Pues a lo que iba, nos gustó mucho el ambiente de la plaza, y no caímos en la tentación de que nos hicieran un retrato, caricatura o cartulina recortada con silueta de nuestro perfil.
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Paseamos por este bonito barrio y nos hicimos las típicas fotos. También entramos en varias tiendas de souvenirs y de otras curiosidades tan típicas de Paris.
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Pues andando y andando vimos como el ambiente de las calles iba cambiando, y nos dimos cuenta de que habíamos llegado al barrio del Pigalle, donde hicimos una parada para el almuerzo en una cadena de bocatas, quiches cuyo nombre no recuerdo, pero daba justo a la estación de metro del Pigalle. Nos sentamos en una planta alta junto a la ventana, y a lo lejos como siempre la Torre Eiffel, no la pierdes nunca de vista.
Tras haber repuesto fuerzas llegamos al Moulan Rouge. Hicimos las fotos correspondientes y tomamos el metro que estaba justo al lado. Ya dimos por finalizada nuestra visita a esta zona.
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Nuestra siguiente parada fue la zona de la Torre Eiffel, ya que queríamos hacer el paseo en barco de día. En este caso no lo cogimos por la zona de Notre Dame porque tenía entendido (luego me di cuenta de que entendí mal) que había una compañía cuyo recorrido era un poco más largo y llegaba a la estatua de la libertad, así que después de andar un buen rato por la orilla del Sena y preguntando en cada una de las compañías no encontramos el dichoso barco que hacía este recorrido, así que finalmente optamos por el Batoux Mouche. Una vez en casa consultando Internet ví que el barco que llega hasta la estatua es el paseo con cena…

Lástima que el día estaba nublado y hasta algo lluvioso, de lo contrario hubiésemos disfrutado del recorrido aun más. Aun así, recomiendo hacerlo tanto de día como de noche.
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El paseo duró un poco más de una hora, y nos dejó en el Puente del Alma. Salimos andando y nos tropezamos con la llama eterna situada en el puente del Alma. Vimos que tenía unas fotos, flores y poemas dedicados a Ladi Di, ya que en este túnel fue donde ocurrió lo que todos ya sabemos.
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Nuestra siguiente parada fue el Panteón, ya que, aunque ya habían pasado los 4 días de uso de la PMP, ese día muchos de los monumentos eran gratuitos (esto ocurre un día al año, ni siquiera lo sabíamos, nos lo comentó nuestro guía del Tour gratuito). De todas formas, en caso de no ser gratuito seguro que si hubiésemos intentado entrar con la PMP ni siquiera se hubiesen dado cuenta

El Pantheon nos gustó bastante, por fuera nos recordó al de Roma. Por dentro vimos el péndulo de Foucault y las tumbas de varios personajes históricos. Allí estuvimos hasta casi las 7 de la tarde. Como curiosidad, en la foto del péndulo se puede ver la hora.
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Pasamos por fuera de los jardines de Luxemburgo, pero decidimos no entrar, nos quedó pendiente para otro viaje, ya que nos apetecía ver algo de tiendas, y por ser domingo, el sitio al que nos dirigimos que sabíamos que estaba abierto fue el Carrousel del Louvre. Pasamos un rato entretenido en esta zona. También la habíamos dejado pendiente por si nos daba tiempo. Donde más tiempo pasé fue en “pylones”, una de mis tiendas favoritas en Paris, llena de curiosidades, donde aprovechamos para comprar algunos regalitos (advierto que es un poco cara para mi gusto, pero claro, estábamos en Paris…).
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Ya se había hecho la hora de cenar, así que fuimos al apartamento a cambiarnos de ropa, ya que hoy habíamos decidido cenar fuera. Paseamos por la zona del barrio Latino, pero finalmente cenamos en el Pizza Zambrano donde habíamos almorzado el primer día, junto a la fuente St Michael. En la parte superior hay una bonitas vistas de Notre Dame iluminado, así que nos pareció una buena opción. El sitio es muy tranquilo y nada turístico.
Desde aquí hasta el apartamento hay aproximadamente un kilómetro, que en este caso se nos hizo eterno pues comenzó a llover como no habíamos visto todavía en París. A los 10 min ya estábamos en casa, y preparando los últimos detalles del día siguiente….DISNEY!!!