Con la dirección del hotel ya en el GPS, nos fuimos para Praga. Era un viaje de 3 horas y media o así, así que nuevamente, nos lo tomamos con filosofía.
La climatología mejoró y al menos, no llovía, aunque no pasábamos de los 10 grados…
A mitad de camino y una vez pasamos la frontera con R.Checa, unos kms dentro, paramos en un pueblo en el cual vimos un sitio para comer.
Nuestra premisa para parar era que estuviera lejos de la frontera, para que no tuvieran precios en euros. Donde paramos estaba todo escrito en checo… lo único que nosotros sabíamos decir en checo era cerveza…jajajaja
Allí la chica que nos atendió no hablaba nada de ingles, así que tras pedir nuestras correspondientes pivos, con gestos pedimos 2 platos.
Nuevamente precios muy muy bajos y muy buena comida.
Con la barriga a reventar, emprendimos el camino, apenas nos quedaba ya 1h de viaje. Paramos en una gasolinera a llenar el depósito unos km antes de entrar en Praga y ya si, al hotel.
Para esta vez elegimos un hotel mas céntrico, cerca de Vyserhad. Teníamos la intención de ver la ciudad amurallada, y nos había dicho el amigo de mi compañero que por poco dinero hacían barbacoas y se comía bien allí, pero como llegamos un pelin tarde…
Hicimos el check in en el hostel. Era un sitio viejo, pero estaba limpio y era barato y bien situado, así que bien.
Tras dejar las maletas y cambiarnos, cogimos el coche para ir a devolverlo a la estación de Hlavni Nadrazi. Cuando estábamos apuntito de llegar, la policía nos desvió. Ahí comenzamos un periplo que duró mas de 1h dando vueltas intentando llegar lo mas cerca de la estación, pero cada vez había mas trafico, mas atasco…buff! Que mal!!!
Al final, decidimos aparcar en una calle cerca de Wenceslao e ir andando a devolver las llaves del coche. De repente, nos encontramos con una caravana de gente con música hard techno y unas pintas raras, vamos a dejarlo ahí…jajajaja
Menuda comedia intentando explicarles a los del coche el porque no lo habíamos dejado en el parking designado! Finalmente lo entendieron y accedieron a regañadientes a ir ellos a buscarlo.
Un poco preocupados, nos fuimos a dar una ultima vuelta por Praga.
Desandamos nuestros pasos hasta Wenzeslao a una oficina de cambio que habíamos visto anteriormente. Fuimos a cambiar el dinero a 23,50 y cuando nos da la pasta, vemos que nos ha hecho el cambio a 17,80 o así. Le dijimos que estaba mal, que el cambio era otro y nos dice que es solo para VIPS que hay que tener una tarjetita (la que te dan cuando haces el primer cambio) se la enseñamos y nos dice que na nai, que ya no nos va a dar la diferencia.
Me enfadé bastante y le dije que tenía mucha cara. No le insulté por que no se en inglés que sino… jajajaja.
De mala ostia nos fuimos de allí, nos intentamos animar ya que era nuestro último día de viaje, pero nos jodió bastante que nos engañaran como a bobos…

Para que se nos pasara el cabreo, nada mejor que pivo! Fuimos hasta el prasna brna dando un paseo y luego volvimos por la calle paralela a la de la plaza de Wenzeslao. Hacia la mitad de la calle, sale una que une las dos, creo que es Jindrisská. Vimos un cartel de cerveza y para allá que nos fuimos. Era una cervecería muy agradable.
Tomamos unas cuantas pintas para pasar el cabreo, rememorar el viaje, planear nuevos viajes… y mientras tanto, hacíamos boca para cenar.
A las 21:00 h nos salimos de allí y seguimos por la calle la cual veníamos y justo antes de llegar a la altura de Wenzeslao, está el restaurante Ferdinanda.
Es pequeñito. Tiene dos pisos. Estaba todo lleno!!
No me quería quedar sin cenar allí! Por suerte, una pareja se levantó y nos sentamos a cenar.
Pedimos nuestras cervezas, como era tradición y luego optamos por platos que no habíamos probado, pato, filetes y pollo con diferentes guarniciones.
Detrás de nosotros estaban 5 japoneses comiéndose un codillo como el que nos habíamos comido nosotros el segundo día y casi no podían! Jajajaja son de estomago pequeño!!
Tras una cena genial y por menos de 30 euros (1,5 litros de cerveza por barba) nos fuimos a tomar algo por ahí.
Decidimos volver al sitio donde fuimos aquel día con nuestro amigo, cerca de la plaza de la ciudad vieja. Al ser sábado estaba todo petado de gente!
Yo iba con mi camiseta de España, jejeje, ningún problema, todo lo contrario, la gente sabe reconocer el buen futbol y el día anterior, España había dado una lección magistral.
Tomamos cervezas y cervezas y cervezas… y a una hora no muy tardía, nos fuimos caminando hasta staromeska donde paraba el tranvía 15 nocturno que nos llevaría hasta vyserhad, donde teníamos el hotel.
Evidentemente nos colamos,jejejeje.
Cansados nos metimos en la cama a sabiendas que este era el fin del viaje…