Miércoles 11 de Abril
Compramos en la estación de metro una Welcome Card de 5 días por 71,80 € los dos y le empezamos a sacar rendimiento enseguida.

Justo detrás de este semáforo vemos el primer tramo del famoso muro.
Decidimos empezar nuestra visita por los tópicos. Nos dirigimos a la Puerta de Brandemburgo, donde los turistas se hacen fotos con un oso gigante, el símbolo de Berlín. En este punto empezaba la zona comunista en la época de la guerra fría.


Dejamos Berlín Este atrás y paseamos por el parque de Tiergarten, donde las ardillas rojas campan a sus anchas. Nos vamos orientando con los mapas murales que están repartidos por todo el parque. Yo quería ver Rousseauinsel (la isla de Rousseau) y la hemos buscado insistentemente hasta encontrarla. Se trata de una columna baja y llena de moho en medio de una isla. Ni siquiera le hice una foto.



Luego volvemos atrás hasta el Memorial del Holocausto, ya fuera del parque. Queremos entrar al museo pero la cola es muy larga, y no vamos a tener tiempo de verlo sin prisas si queremos entrar al Reichstag, donde tenemos hora concertada.


Nos zampamos un currywurst (se trata de una salchicha con salsa de tomate y curry, acompañado de ensalada o patatas fritas) en “Curry 37”, justo enfrente del Memorial del Holocausto. ¡Había que probarlo!

Estaba muy rico. Pagamos 19 € por los dos platos, agua y cerveza. El currywurst es tan popular aquí como el hot dog en Nueva York. Hay puestos donde la venden por todas partes.
Llegamos al edificio del Parlamento alemán, el Reichstag, dando un paseo y hacemos tiempo haciéndonos fotos por los alrededores. Después de presentar la reserva que hicimos por internet de forma gratuita en la puerta y pasar los controles, nos hacen esperar en una sala con unos sofás comodísimos hasta que nuestro guía español nos viene a buscar para empezar la visita.












Nuestra siguiente parada es Topografie des Terrors, una excelente exposición que explica los orígenes del nazismo y su cronología. Es al aire libre y gratuita.

Justo al lado se conserva un largo tramo de muro. En toda la ciudad hay repartidos tramos de diferentes longitudes. Éste y sobre todo, el de East Side Gallery, son los más largos.


Empieza a soplar un viento helado y a hacer mucho frío y lloviznar. Decidimos salir. Por lo menos mientras andamos notamos menos el frío.

Nos acercamos a Checkpoint Charlie, antiguo paso fronterizo de la zona americana a la soviética. Lo vemos tan sólo por fuera.


Nos retiramos, esperando que mañana el tiempo sea un poco mejor, pasando antes por el súper para las preceptivas compras.