En nuestra última ruta en carretera, Vilnius-Riga, realizamos una parada en la Colina de las Cruces.
Es una visita corta pero sobrecogedora. En tiempos de la ocupación zarina la población comenzó a clavar cruces en esa ubicación y después durante la ocupación rusa se erigió en un símbolo contra los ocupantes. Los rusos quitaban las cruces por la mañana y los lituanos las colocaban durante la noche.
Aunque no seas creyente ver tantas cruces te sobrecoge porque es la constatación de la lucha de un pueblo contra sus opresores, sólo contar que a pesar de que hay muchísimos turistas reina el silencio
.Aunque no seas creyente ver tantas cruces te sobrecoge porque es la constatación de la lucha de un pueblo contra sus opresores, sólo contar que a pesar de que hay muchísimos turistas reina el silencio
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