Hoy de nuevo recorreremos 174 km adentrandonos en el corazon de la región Baden-Württemberg de Alemania para recorrer los siguientes pueblos Rothenburg o.d. Tauber ; Dinkensbühl ; Nördlingen . A mitad de camino hicimos un alto en el lago Altmuhlsee para recobrar fuerzas. Este fue el recorrido:

Cuando nos levantamos en el Gästehaus y después de recoger todo, bajamos a la planta baja para desayunar. Ya había otra pareja en el comedor que no les habíamos visto el día anterior. Nos medio entendimos con la señora para ver que queríamos y ella misma nos preparo cafe y tostadas. Además nos sacó unos platos con fiambre y cremas para untar. Comimos todo lo que quisimos y como dijimos ayer, incluido en el precio de la habitación. A destacar una especie de salchicha pequeñita envuelta en plástico que cuando la abrías el contenido era una especie de pate. El resto del fiambre no es que estuviera malo, pero tiene un sabor ahumado muy fuerte que yo creo que no estamos tan acostumbrados aquí.
Desde aquí nos fuimos a Rothenburg o.d. Tauber. Este es uno de los iconos de la región y muy turístico. Dejamos el coche en un parking fuera de las murallas de la ciudad y nos acercamos a la oficina de turismo a por un mapa. Lo primero que destaca en el pueblo son las tiendas para turistas cargadas de recuerdos y artículos navideños a unos precios desorbitados. Salvando las distancias, este pueblo me recuerda un poco a Carcassonne (en Francia), no tanto por la arquitectura sino por lo que representa en la región de cara al turismo.




Después de pasear por las calles decidimos entrar en el museo de la tortura. Cuesta 4€ pero a mi no me gusto mucho. He entrado a varios por Europa y no es de los mejores.

Para volver a la zona donde teníamos aparcado el coche fuimos rodeando el pueblo por encima de la muralla, la cual tiene un tejadillo a todo lo largo de la misma.

Desde aquí fuimos a un laguito llamado Altmühlsee. Estaba a unos 50 km. Primero pasamos por Ansbach pero no nos cautivo mucho y decidimos ir directamente al lago. En el gps pusimos uno de los pueblos que está pegando, Gunzenhausen, y unos km antes de llegar al destino nos metimos en el primer desvío que indicaba una zona recreativa en el lago. Lo indicaba con dibujitos, porque no recuerdo conocer esta palabra en alemán. Tuvimos suerte o debe haber varios sitios así alrededor del lago, pero encontramos exactamente lo que íbamos buscando. Dejamos el coche en un parking y desde ahí entras cómo en los terrenos de un camping pero de acceso público (Aunque también había gente acampada). Hay varias zonos para preparar comida, baños, un bar y luego una zona recreativa a orillas del lago con zonas de cesped, arena y duchas. Entre medias habia un carril bici por el que venía muchísima gente montando. Aprovechamos que estaba un poco nublado y se estaba muy agusto para comer de picnic. Intenté hacer el esfuerzo de bañarme pero estaba muy fría para mí, tan sólo se atrevían los niños con el baño... así que nos quedamos adormilados leyendo a orillas del lago.

Después del momento relax, ya por la tarde vamos a Dinkelsbühl, otro pueblo amurallado de la zona que merece la pena visitar. Entramos al pueblo por una puerta con una gran torre y aprovecho para hacer una foto a una seña de tráfico que llevaba viendo unos cuantos días por las carreteras alemanas.


Como veis, parece un tanque lo que hay dibujado, no le he encontrado explicación asi que si alguien la conoce estaré encantado de escucharla. Dentro del pueblo nos dan un mapa en la oficina de turismo el cual te prepara un itinerario por los principales sitios del pueblo que se puede hacer andando en menos de una hora y merece la pena. Se ve mucho menos turístico que Rothenburg.









Antes de terminar el paseo por el pueblo le tiramos una foto a una puerta:

En sí, la puerta no tiene nada de especial, pero si la inscripción que lleva encima: 20*C+M+B*12. El tema está en que llevabamos dias viendo un monton de puertas en Alemania con dicha inscripción puesta. Este tema os lo voy a dar resuelto por que si que encontramos el significado:
Consiste en una costumbre que no conocía para la fiesta de la Epifanía, es decir, para el Día de los Reyes Magos. Se trata de una costumbre antiquísima, recogida en el antiguo Ritual Romano anterior al Concilio Vaticano II. La costumbre consiste en que, el seis de enero, los niños, ayudados por sus padres, escriben con tiza en las puertas de sus casas y de las de sus familiares la siguiente inscripción: Las dos primeras cifras del año, luego “+C+M+B+” y, finalmente, las dos últimas cifras del año. Es decir, este año la inscripción sería: 20 + C + M + B + 12 (Aunque también vimos muchas acabadas en 11 del año anterior). Por supuesto, todo ello cantando villancicos y con buenas dosis de sano jolgorio. La inscripción se deja hasta Pentecostés o hasta que la borre la lluvia.
¿Qué significan las letras de la inscripción? Son las iniciales, en latín, de “Christus Mansionem Benedicat”. Es decir, Dios bendiga esta casa. Una oración que proclama que la casa es un hogar cristiano. Además, como la inscripción se realiza el día de la Epifanía, las letras también recuerdan, en latín, el nombre de los Reyes Magos (algo especialmente importante para los niños): “Caspar, Melchior et Baltassar”. En español, Gaspar, Melchor y Baltasar.
Tras esta anécdota terminamos el paseo por el pueblo con unas bonitas vistas:


Para finalizar el día vamos a Nördlingen, no muy lejos del anterior. Aquí podemos dejar el coche dentro de la parte amurallada y vamos a la oficina de turismo a informarnos. Nos da el mapa de la ciudad y le pedimos también consejo de un sitio para dormir. Dice que no nos puede recomendar pero que hay uno muy bueno que si eso llama para pedir habitación. Seguro que se lleva comisión pero la verdad es que nos da igual y iban a ser más o menos parecidos los que se veian por el pueblo. El que nos recomendó era un Gastehaus en la misma plaza del pueblo pegando a la iglesia. Aunque era un Gastehaus, nada tenía que ver con el del día anterior, esto parecía más bien un pequeño hostal o pensión. Aquí no vivía nadie y los que trabajaban eran empleados. Pero bueno el precio fue el mismo que el del día anterior, 50€ y además la chica de la oficina de turismo nos dio un pase para aparcar gratis el coche en los parkings de la ciudad. Nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo, que no nos impresiono mucho después de los otros dos que habíamos visto a lo largo del día y cenamos en una terraza en la plaza a los pies de la alta torre de la iglesia que por cierto estaba con andamios de obra y desmerecía un poco las fotos...
