Si ayer recorrimos de sur a norte la Selva Negra, hoy nos toca hacerlo a la inversa, de norte a sur, 90 km para ver Baden-Baden ; Mummelsee ; Alleerheiligen - Oppenau y Oberkirch.
Comenzamos el día recogiendo las cosas del camping de Bad Herrenalb. Desayunamos con calma pues la humedad habia hecho su presencia en la noche y la tienda de campaña estaba empapada asi que aprovechamos para que se secara al sol.
Una vez cargado todo en el coche pusimos destino a Baden-Baden, ciudad balneario e icono de la selva negra. Hay una frase muy famosa escrita en todas las guias, y fue dicha por Bill Clinton una vez que visitó la ciudad:
"Baden-Baden is so nice, that you have to name it twice" (Baden-Baden es tan bonito, que lo tienes que nombrar dos veces)
A nosotros no nos pareció tan espectacualar, lo cierto es que es otro estilo de turismo en la zona, es una ciudad mediana y con hoteles balnearios de alto nivel, tiene casino y diversos museos... nosotros es que somos más de pueblecitos y pasear por el campo, pero le dedicamos unas horas a recorrer la ciudad. Aparcamos lo más cerca que pudimos del centro y fuimos andando hasta la oficina de turismo que se encuentra en un lateral del Trinkhalle, un edificio porticado con cuadros en su interior y una famosa fuente de agua mineral.

Muy próximo a este edificio estaba el Kurhaus, lugar donde se alberga el casino local, se puede pasar al hall y ver el lujo de su interior.

Desde aquí continuamos andando por la rivera del río siguiendo la zona de los museos (a los que no entramos) pero viendo los edificios que había.






Volvimos hacia el centro y aprovechamos para comer algo en las concurridas calles y sacar dinero en un banco y nos fuimos hacia la parte alta de la ciudad para ver los balnearios (las ruinas del romano y el nuevo) y las vistas de los castillos. Se puede entrar a los balnearios al menos al nuevo, nos dieron la información en la oficina de turismo y no era excesivamente caro, pero aprovechando que hacia buen día y que los circuitos era de 2 o 3 horas decidimos continuar con el viaje y ver si encontrábamos algún lago, que fue que no ya que se nubló...



Desde aquí nos vamos a recorrer la famosa Schwarzwaldhochstraße dirección sur para ver los magníficos paisajes con que te deleita la Selva Negra. Es la carretera 500 de Baden-Baden a Freunstandt. Yendo con el coche, justo pasado el pueblo de Sand y tomando el desvío hacia Herrenwies vimos un cartel que anunciaba un BoB-Bahn. Yo ya había visto lo que era por internet si no seguro que no me doy cuenta y nos lo pasamos, pero tuvimos suerte y nos montamos. Es una especie de montaña rusa mezclado con trineo. Utilizan las laderas de la montaña en las epocas que no está nevado y mediante unos railes se desplazan unos trineos que caen por su peso y tu tienes los puedes frenar, o no... cuesta alrededor de 3€ la entrada y la experiencia merece la pena... os dejo una foto hecha desde abajo antes de montar. Debe ser algo típico en Alemania por que no fueron los únicos que vimos, más adelante en el viaje volvimos a repetir en otro y ahí hicimos un vídeo, estar atentos por que ya os lo subiré y podréis recrear en vivo lo que se siente...

Cómo os he dicho antes la carretera te va dejando regalitos y nos ibamos haciendo a los lados para registrarlos en nuestra cámara:


Casi cuando llegas al punto más alto de la carretera a unos 1000m de altura aparece el Mummelsee, un minilago alrededor del cual han creado un complejo turístico con hoteles y tiendas de souvenirs y un gran parking donde paran autobuses cargados de turístas. La verdad es que no tiene nada que no tenga el lago que vimos ayer (Nagoldstau). Es pequeño y lo rodeamos en un ratín, eso sí, hay que abrigarse, por que vienes de Baden-Baden y aquí arriba corría un airecito muy serio...

Cuando terminamos la vuelta, nosotros tambien caimos en las redes del consumismo y compramos unos recuerdos en las tiendas de souvenirs... Desde aquí ponemos rumbo a Allerheiligen para ver las cascadas. Dejamos el coche en el primer parking que hay viniendo desde el norte. Esto te permite ver las ruinas de una antigua abadía.




Un poco más abajo y siguiendo el curso del rio...






Se llega a las cascadas, las cuales están repartidas en diversos saltos. No es que sean espectaculares pero algunas de ellas dejan una bonita estampa y sobre todo llevan bastante más agua que lo que parecía iban a tener por el caudal que llevaba el riachuelo que ibamos siguiendo para llegar.





Después de las fotos vuelta al coche, ahora cuesta arriba... para luego seguir por la carretera hasta Oppenau y Oberkirch. La verdad es que no paramos mucho en estos pueblos y ya ibamos pensando en buscar alojamiento y la verdad es que este día tuvimos problemas para hacerlo, al final tuvimos que volver hacia atrás y encontramos en un hotelito en la carretera cerca de Lautenbach. El pueblecito no tenía nada que ver, pero encontramos una cervecería muy intima donde una señora muy amable nos dio muy bien de cenar, sin entender muy bien lo que pedíamos en la carta pedimos una kuchentorten, que es lo que después conoceríamos en Francia como Tate Flambée, una mezcla de pizza y quiche muy rica.
