Dia 8 de Septiembre: Rotorua – Touranga – Whitianga
Nos levantamos como siempre a las 6 de las mañana para partir hacia La península de Coromandel. Antes de llegar allí, y como habíamos reservado el día antes en Rotorua, vamos a hacer una excursión para ver delfines y bañarnos con ellos en Touranga. Touranga es la una ciudad bastante grande con un gran puerto, y la tranquilidad de la que disfrutamos en la isla sur, desaparece al llegar a esta ciudad.
A las 8.30 de la mañana y puntuales aparecemos por el puerto. Saludamos a nuestro capitán barbudo y a su hijo, y ponemos rumbo a buscar los ansiados delfines. Hacemos el viaje junto a una pareja de noruegos y un grupo de 4 amigas (tres chicas y un gay).
El viaje es un paseo en barco, ya que vamos bastante despacio. Nada mas salir vemos varios pingüinos nadando. En el agua parecen simples patos y logramos ver bastantes.
Tras un par de horas de paseo, solamente vemos pingüinos, por lo que decidimos tomar posturas mas cómodas (tumbarnos en la parte delantera del barco) esperando a que nuestro capitán o su hijo localicen a través de sus prismáticos por lo menos un delfín.
Pasa el tiempo y lo único nuevo que logramos ver es una foca en el agua, que cuando nos ve, se cree que la vamos a cazar y se hace la muerta, así que no podemos jugar con ella.
Ya van varias horas de viaje y nuestros ojos solamente ven agua. Al rato localizamos una colonia de pájaros que se parecen a las gaviotas, pero son mucho más grandes. El hijo del capitán dice que es más difícil ver estas aves que a los delfines, pero eso no nos consuela porque nuestro objetivo era ver delfines y no pájaros, que de eso ya hemos visto muchos.
Tras 8 horas de excursión no nuestros deseos no se cumplen, llegamos al puerto a las 16.00 y nos despedimos de nuestro capitán, no sin que antes nos recordara que al no haber visto ningún delfín podemos volver cuando queramos para intentar verlos de nuevo totalmente gratis. Vamos que saben que es muy difícil que la gente vuelva y te venden la moto.
Con la desilusión en nuestros rostros ponemos rumbo a Whitianga, lugar donde nos alojaremos esta noche. Nos separan 2.5 horas, por lo que cuando llegamos ya es de noche. Disfrutamos de nuevo de los paisajes, bosques inmensos, parecido a Abel Tasman, pero mucho más grande. De camino localizamos comos llegar a la Catedral Cove y a la Hot Beach, nuestro primer destino del día siguiente antes de partir Auckland.
Al llegar a Whitianga, intentamos ir a un Spa (Spring Spa), pero cierran a las 6 por lo que nos vamos a duchar y a cenar a un bar de tapas. Es de un tío que estuvo en España y le gustó la idea de las tapas, pero según nos comento esa filosofía no va mucho con Nueva Zelanda y ha tenido que adaptar el bar un poco y ofrecer más tipos de comida. Su plato estrella es el Mejillón a la Madrileña, que son los tigres de toda la vida, jeje.
Después de la cena nos vamos a dormir a las 22.30 horas, con la sensación de que hubiese sido mejor elegir la excursión del White Island. Madrugaremos para poder llegar a Auckland temprano después de ver Catedral Cove y Hot Beach.
Hoy dormimos en el Cat Pijamas, es un alojamiento perfecto para ir en plan mochilero (67 DNZ)
Día 9 de Septiembre: Whitianga – Auckland
[align=justify]Un día más nos levantamos a las 6 de las mañana para poder hacer las visitas previstas y no llegar tarde a nuestro destino. En el día de hoy, pasaremos nuestra última noche en Nueva Zelanda. La pena se refleja en nuestros rostros.
A las 8 de la mañana ya estamos en el parking de nuestro primer destino, La Catedral Cove. Ahora nos espera una caminata de media hora aproximadamente (aunque en los letreros ponga 55 min), por el medio del bosque hasta llegar a esta playa tan escondida. En el camino seguimos disfrutando de maravillosas vistas, en este caso del amanecer, playas, islitas y las cristalinas aguas del mar. El camino es sencillo, y según va amaneciendo nos va sobrando más ropa.
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Después de la caminata, bajamos unas escaleras y llegamos a esta increible playa. Es lógica la fama que tiene. Arena blanca, aguas casi transparentes y la maravillosa cueva que te comunica con otra playa y que se han visto en tantas películas (Ejem. Las crónicas de Narmia: El Príncipe Caspia, o algo así, jeje). La cueva está vallada porque no está permitido el paso, pero como estamos solos, lógicamente nos la saltamos y nos acercamos a la otra playa.
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Tras disfrutar un rato, y ante la llegada de más visitantes decidimos poner rumbo a la Hot Beach. Son las 10 de la mañana, y esperamos que no haya mucha gente haciéndose su piscina. En esta playa hay una zona que empiezas a excavar en la arena de la playa y se forma una bolsa de agua que está caliente. Al llegar enseguida localizamos la zona ya que hay un montón de gente, y están todos tirados en su piscina privada. Mientras voy a alquilar un pala para cavar (5$NZ), Mamen guarda el sitio donde nos bañaremos. Empezamos a trabajar y enseguida empieza a salir agua de la arena que literalmente está ardiendo. Menudo Spa, nos creamos en un rato. Es nuestro primer baño de verdad en Nueva Zelanda.
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A las 12 decidimos salir hacia Auckland, dando la vuelta a toda la Península de Coromandel, para seguir desfrutando de los últimos paisajes naturales que veremos en Nueva Zelanda. Nos separan 2 horas y media de nuestro último alojamiento, un Bed&Breakfast cerca del aeropuerto de Auckland. Bed And Breackfast mangerebridgehomestay (110 DNZ).
Teníamos miedo de perdernos en una ciudad grande después de haber estado 15 días prácticamente solos, pero localizamos la casa fácilmente con la ayuda de nuestros mapas. Está apartada del centro pero bastante cerca del aeropuerto.
Como hemos llegado pronto, sobre las 16 de la tarde, nos damos una ducha tranquilamente antes de visitar el centro de la ciudad. Es el día del partido inagural del mundial de Rugby y la gente en Nueva Zelanda esta enloquecida.
Nos acercamos al centro de la ciudad con nuestros mapas por el camino más corto, y casualmente nos metemos por la calle de acceso al centro que pasa al lado del campo de Rugby donde en unas horas comienza el mundial. Las calles están abarrotadas de gente con banderas de todos los países que participan en el mundial. Logramos llegar al centro y nos damos cuenta que ¡¡¡Jony, aquí la gente está muy loca…….!!!. Todo el mundo va por la carretera con su bufanda y bandera saltando y dando voces, en los cruces cuando el semáforo se pone en rojo de repente todo el mundo se va al centro del cruce a saltar y dar voces como poseidos hasta que se vuelve a poner el semáforo en verde. Muchas fiesta y muy buen rollo entre la gente de todos los países.
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Ante este panorama decidimos aparcar cuanto antes, localizamos un parking céntrico cerca de la Sky Tower. Normalmente cuesta unos 8 DNZ el aparcar todo el día, pero hoy como es día de mundial el precio es de 40DNZ, vamos que menuda caja hicieron.
Mientras todo el mundo seguía de fiesta, nosotros vamos a ver la Sky Tower y a reservar para cenar en el buffet que hay allí. Es más barato de lo que pensaba, son 75 DNZ y lógicamente te entra la visita a la torre, mientras que solamente subir a ver la torre era 30DNZ. Nos dan reserva para las 20:30 horas que justo es la hora en la que empieza el partido, jeje.
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Para seguir haciendo tiempo damos una vuelta por la ciudad y nos unimos a la fiesta con todo el mundo. Antes de subir a ver la torre y cenar, damos una vuelta por la planta de abajo donde hay un casino en el que no hay que pagar entrada. Eso sí nos pidieron los pasaportes para confirmar que éramos mayores de edad, un subidón para un par de treinteañeros, jeje.
Subimos a la torre media hora antes de la cena para disfrutar de las vistas, y al salir del ascensor nos encontramos que toda la planta está llena de gente que está viendo la ceremonia de apertura del mundial desde la torre. El espectáculo es increíble, las vistas, la ciudad perfectamente iluminada, y disfrutar de los fuegos artificiales desde la torre no tiene precio…
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Después de la cena, y con las calles mucho más tranquilas, nos acercamos al otro lado de la ciudad para apreciar la belleza de la ciudad desde lo lejos. Nos cuesta hacer la foto perfecta porque se nos olvidó el trípode, pero después de arrastrarnos por el suelo la conseguimos y nos vamos a dormir con la pena de tener que dejar este país tan maravilloso en unas horas.[/align]
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Día 10 de Septiembre: Auckland- Nadi
Amanece el último día en Nueva Zelanda, disfrutamos de un espléndido desayuno con nuestros anfitriones y partimos hacia el aeropuerto con el buche lleno. Aunque es un poco tarde nos da tiempo a ir al centro de la ciudad otra vez para poder comparar las vistas de día y de noche. Es más bonito por la noche, pero igualmente es una imagen que siempre tendremos en nuestra retina.
Dejamos el coche de alquiler sin problemas y en nuestra mente ya está la otra parte del viaje en la que tras 16 días de fuertes emociones y sensaciones, nos toca descansar en playas con arena blanca y agua transparente. Nos da mucha pena dejar nueva Zelanda, pero nos prometemos que volveremos (y no nos quedamos a vivir allí de milagro, jeje.)
Dejamos el coche de alquiler sin problemas y en nuestra mente ya está la otra parte del viaje en la que tras 16 días de fuertes emociones y sensaciones, nos toca descansar en playas con arena blanca y agua transparente. Nos da mucha pena dejar nueva Zelanda, pero nos prometemos que volveremos (y no nos quedamos a vivir allí de milagro, jeje.)