MIÉRCOLES 31 JULIO Y JUEVES 1 AGOSTO
No estaba prevista esta escala en Atenas, pero es que además del atractivo histórico incuestionable de la ciudad, el vuelo desde Atenas a Bilbao es menos de la mitad que desde Estambul.
El shuttle llega a Sabiha en justo una hora, por lo que tengo que esperar. Gasto mis ocho liras restantes tomando un café en el McDonals (lo único que podía permitirme).
El vuelo con Pegasus sale con 15' de retraso, pero sin mayores incidencias. De nuevo nos ponen un video sobre las normas de seguridad desternillante. Esta vez con niños pequeñitos haciendo de pasajeros, azafatas y comandante.
Para llegar a Atenas decido coger el bus X95express que se planta en una hora escasa en Sintagma. Se puede ir también en metro, pero como a la vuelta tengo que coger obligatoriamene este bus, quiero asegurarme de dónde para y el tiempo que tarda. Sale cada 30' de día y de noche, y cuesta 5€.
El hostel que he elegido se llama Zeus (9€) y está a un cuarto de hora de Sintagma. Allá que me presento y lo primero que me dicen es que me tienen que redirigir a otro hostel diferente (no entiendo o no me explican el porqué; en todo caso no me gusta). Se ve que están relacionados y en el otro ya estaban avisados. El nuevo se llama Pellas Inn. El precio es el mismo y tiene aire acondicionado (que funciona) en una habitación enana con seis literas. Está muy próximo al metro y más cerca aún de Sintagma (esto ya me gusta más). En definitiva, el cambio ha sido para bien.
Es tarde y decido acercarme al punto más lejano de los que quiero visitar. Para ello he comprado un billete de 24 horas por 4€. Se trata del estadio olímpico diseñado por Calatrava. A mí me parece, desde la ignorancia supina, que este señor siempre hace lo mismo. Para llegar he montado en el peor y más cutre metro que he montado en la vida (es la línea 1 de las tres que hay): ¡una sauna!
El metro estaba petado y todo el mundo se ha bajado en mi parada. Cuando me acerco al estadio encuentro la explicación. Hay un concierto de la gira de Pink Floyd. Me como un suvlaki (prefiero el gyro) allí mismo y me vuelvo para el centro.
Sigue haciendo un calor agobiante, pero aún así decido dar una vuelta por lo que llaman "el gran paseo": un tramo peatonal que bordea la mayor parte de los edificios antiguos de la capital, que tiene su comienzo a escaso 100 metros del hotel y te lleva hasta Placa.
Aunque es tarde (cerca de la medianoche) hay mucha gente en la calle y en los restaurantes del paseo.
Como no he tenido la precaución de comprobar qué espectáculos había en Atenas (suelo hacerlo siempre, pero es que Atenas me ha venido de rebote y sólo era un día) no me he enterado de lo de Pink Floyd (tampoco me hubiera tentado) ni de la representación de Madama Butterfly en el Odeón (esto sí hubiera presenciado si la entrada fuera barata). Aunque no se podía ver, me he sentado un buen rato en las afueras escuchando gratis.
La iluminación de la acrópolis y de los monumentos próximos es espectacular. De día aún no sé cómo será (en unas horas lo comprobaré), pero de noche es especial: precioso.
Ya de vuelta por el mismo paseo me he detenido a escuchar a un señor que interpretaba con trompeta piezas clásicas. Cuando ha "atacado" el concierto de aranjuez no he podido sino pensar en Sketches of Spain de Miles Davis, sonaba parecido (desde mi ignorancia musical, claro)
Bueno, pues que espero aprovechar el día de mañana (hasta las 2 a.m. que cogeré el bus al aeropuerto) para exprimir lo más característico de Atenas.
El primer día de Agosto y último de mis vacaciones ha sido, como no podía ser de otra manera, inteso. Como en el hostel no se incluye desayuno, he tomado un café de camino hacia la acrópolis. Habré llegado allí sobre las 10:30. No estaba llena, lo siguiente. Las colas para entrar no eran nada comparando con las colas de las taquillas. Los "culpables", mis amigos de los cruceros. Total, que decido dejarlo para última hora de la tarde (cierra a las 20:00), cuando ya estén en su barco.
El cambio de planes me lleva al Museo Arqueológico Nacional (en metro son tres paradas).
La entrada es de 7€ y tiene dos plantas. Los de la lonely se vuelven a tirar a la piscina y hablan de una visita de días o de al menos una mañana. En mi opinión, salvo que seas erudito en la materia, dos horas es una cantidad de tiempo razonable (el museo es pequeño).
Nada más entrar pasas a la sala de la civilización mecénica, donde flipas sobre la técnica que tenían para trabajar el oro 1600 años antes de Cristo.
A mí, lo que más me ha gustado del museo es la evolución técnica y temporal de la escultura clásica, desde los kouros del siglo VII A.C. hasta el período helenístico.
Una pequeña muestra de la magia que son capaces de imprimir al mármol (en directo impresiona más, tiene la fuerza y el movimiento de obras de Rodin):
También hay figuras muy chulas en bronce:
En el segundo piso destacan los frescos de casas sepultadas por las cenizas del volcán de Akrotiri (hace justo un mes que estuve allí, en Santorini, cómo pasa el tiempo):
Me compro fruta para saciar el hambre y la sed, y como aún es prontito, decido hacer el recorrido a pie que propone la lonely por el centro de Atenas.
Así comienzo en Sintagma (plaza a la que voy en metro), donde está ubicado el edificio donde antiguamente los griegos tomaban las decisiones legíslativas, el parlamento (ahora debe de tratarse del hotel donde se aloja la troika)
Casualidad, aunque no le encuentro emoción alguna al "paripé", se produce algún tipo de ofrenda a la tumba del soldado desconocido, a los pies del parlamento:
Al lado del parlamento hay unos jardines enormes que me reconfortan con su sombra (aprovecho para leer más historias del bueno del comisario Jaritos, ahora que estoy en su ciudad).
En medio de estos jardines nacionales se halla el palacio de Zappeio.
Al final de los jardines se encuentra el espectacular Estadio Panatineo (3€), donde se celebraron los primeros juegos olímpicos de la era moderna.
De aquí nos vamos acercando a la zona comercial de placa, pasando primero por el Templo de Zeus Olímpico; bueno lo que queda de él:
Y de la puerta de Adriano, que está al lado:
El camino, como he dicho, se mete en Placa y se va acercando al hostel (ya he comentado que está céntrico), pasando por el Agora romana.
Más o menos se puede hacer en hora y media (algo más si te detienes, como he hecho yo, en los jardines).
Como sigue haciendo un calor agobiante, y ya que estoy al lado, me acerco a la habitación y a su aire acondicionado, y preparo la maleta (a ver cómo hago para que no llegue a 10kg!!)
Hacia las 18:00 aprovecho para acercarme de nuevo a la Acrópolis. Esta vez no hay nadie, literalmente, en las taquillas (12€) y se puede pasear sin problemas por los restos antiguos.
Antes de llegar al Partenón, en la parte más alta de la Acrópolis, se pasa por una especie de puerta enorme llamada propileo.
De allí ya puedes apreciar el Partenón. ¡Vaya mala suerte que tengo! Al igual que Santa Sofía en Estambul, también está tomado por los andamios
A pesar de ello, no deja de impactar lo bien conservado que está en algunas secciones. Desde aquí hago mía la reclamación de la vuelta del frisio expoliado por los ingleses al sitio natural.
Muy cerca está también el edificio del Erecteión (supuestamente el más importante de la Acrópolis original).
De él destacan las llamadas cariátides (copias):
Las originales al parecer están en el museo de la Acrópolis (a 50 metros), pero que estaba cerrado a la hora que yo he ido.
Desde la Acrópolis se tiene una panorámica de 360º de Atenas, si bien la ciudad no destaca por ser especialmente fotogénica.
Del resto de edificios de la Acrópolis, el que más me ha gustado es el Odeón, donde ayer se representó la ópera de Puccini.
He salido por otra de las entradas, la que está junto al teatro de Dioniso, que tampoco está íntegro.
Para evitar el bochorno y calor agobiante se me ha ocurrido coger el tranvía (tiene aire acondicionado) que sale de sintagma a nosédónde. El tema era aprovecharlo. Me he bajado al de unas doce paradas, en una zona superchula, con cafeterías en la calle y muchas terrazas repletas de griegos tomando cerveza o café frappé. Allí me he quedado media horita hasta que he repetido el viaje en tranvía (ya estaba fuera de mis 24horas de ticket, pero aún así me he aprovechado).
Aprovecho para sacar foto de los horarios del bus x95 por si a alguien le valen...
Parafraseando a Neruda...
y así este diario se termina
sin ninguna tristeza.
Espero que os haya servido para planificar vuestros viajes o, al menos, que os haya entretenido.