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No teníamos pensado hacer ninguna escapada este año hasta Agosto cuando tenemos las vacaciones, con intención de ahorrar todo lo posible para este viaje y el que posiblemente haremos en Noviembre si volvemos a coincidir. De hecho, a principios de año pase mi planificación de vacaciones sin ningún día de fiesta para hacer puentes que nos “tentasen” a incumplir lo pactado.
No llega a cuatro meses lo que ha durado nuestro compromiso de castidad viajera… El día de San Jorge, festivo en Zaragoza, permitía hacer un puentecito que no era a nivel nacional, por lo que se hacía posible precios económicos en vuelos. Me puse a tantear la página de la auto denominada compañía “ultralow cost” y allí estaba la ganga del día: Malta ida y vuelta por 65 euros. Tardé 3 días en poder pedir el día de fiesta necesario en el trabajo y el vuelo subió a 95 euros. Pero, extraño milagro, al día siguiente volvió a bajar a 75 y no dudé en sacar los billetes sin comentarle siquiera a mi pareja la decisión.
He de confesar que en el momento de sacar los billetes no conocía nada del destino, nada. Malta era un destino que estaba ahí como un posible más, con vuelos desde Madrid en días difíciles de cuadrar. Así que la preparación debía de ser tan Express como el diario a escribir a la vuelta. Documentales, diarios de viaje y blogs fueron las primeras tomas de contacto con el país que nos ayudó un poco a decidir dónde reservar alojamiento para tener el “campamento base”. Fue en la actual capital, La Valeta, por tener concentrada en ella la mayoría de lugares contemporáneos para visitar y también por ser el lugar desde donde salen o llegan la mayoría de rutas de bus. Pero a pesar de ser la capital la oferta de alojamiento era escasa, tanto que solo había un lugar que se ajustara a nuestras expectativas: barato, buena ubicación y cocina. Así que fácil elección: YMCA HOMELESS VALETA.
www.ymcahomeless.org/
Tenía críticas de todo tipo. La nuestra no ha sido buena, de hecho le he concedido el dudoso honor de ser el peor hostal de todos los que me he alojado hasta ahora. No tiene personal de recepción, solo esta 2 horas por la mañana y dos por la tarde. La limpieza muy deficiente sobre todo en el baño, donde un día ni siquiera limpiaron, encharcado, la bombilla colgaba del techo fundida y el cerrojo no tenía enganche. Ni siquiera papel…
Dejando de lado este punto que fue quizás lo peor del viaje y volviendo a los preparativos he de decir que me sorprendí al empezar a darle forma al planin diario de lo pequeñita que es la isla y la cantidad de lugares que hay para visitar. Posiblemente el país de Europa con mas lugares patrimonio de la Humanidad por km2. En concreto el arqueológico fue el que mas me sorprendió, con lugares que se sitúan en antigüedad por delante del Stonehenge o las pirámides de Egipto, así que decidimos centrar el viaje en la visita de estos lugares: Arqueología y prehistoria, con un poco de arte religión. Completito.
Una página que nos ayudó mucho en la preparación fue:
www.heritagemalta.org/home.html
Aquí os recomiendo que si estáis dando forma a vuestro viaje y ya tenéis las fechas concretas reservéis lo antes posible la entrada al Hipogeo Hal Saflieni, el yacimiento más importante de la isla que por motivos de conservación solo acceden 60 personas al día. Nosotros no pudimos reservar, las primeras fechas disponibles eran a un mes vista. Daros prisa!
Otra página imprescindible para la planificación en el caso de que os desplacéis en bus como nosotros es la página oficial del sistema de transportes de la isla:
www.arriva.com.mt
Esta parte fue la que más quebraderos de cabeza me dieron en toda la planificación, por la cantidad de rutas que hay, cada uno con sus horarios y trayectos enrevesados.
Así quedó el planin del viaje:
Día 1: llegada a media tarde, traslado a La Valeta y visita panorámica a la ciudad.
Día 2: isla de Gozo, Templos de Ggantija, Ventana azul y cueva de Calypso y/o Salinas.
Día 3: Yacimientos arqueológicos en la isla de Malta: Tarxien, Cueva de Ghar Dalam, Borg in Nadur, Hagar Quim y Mjandra para terminar en Rabat visitando las catacumbas de San Pablo y Mdina.
Día 4: visita por la mañana a La co catedral de San Juan y museos de arqueología y bellas artes. Vuelta a casa.
Llegado el día nos trasladamos hasta Barajas desde Zaragoza con el bus Alsa y tras el viaje de poco menos de 2horas y media aterrizábamos en Malta. A la salida del aeropuerto, justo en frente de la salida están las 3 paradas de bus en las que se reparten los buses que llegan allí. Cogimos el X7 y compramos el billete de un día, por 2,60 euros. En este caso podíamos haber cogido el billete de dos horas que cuesta 40 céntimos menos pero fue el que nos vendieron…
A las 6 de la tarde llegábamos a la Valeta y en poco mas de 5 minutos ya estábamos en la puerta del Hostel. Nos encontramos con un cartel que ponía un número de teléfono para llamar a hacer el check in, teléfono que nadie descolgó. Tras llamar varias veces al timbre bajó a abrirnos una chica que según nos explicó estaba visitando a su abuela pero no trabajaba allí. Accedimos un poco desconcertados a hall para esperar. A las 18:30 apareció el recepcionista bastante serio que nos cobró, nos dio las llaves, acompañó a la habitación y se marchó…
Dejamos la mochila y salimos a visitar la ciudad con unas ganas tremendas de aprovechar las poquitas horas que nos quedaban del día. Lo primero que nos encontramos cuando llegamos a la intersección de la calle del albergue con Merchant street fue una comitiva de motos de policía escoltando un vehiculo oficial circulando muy lento y la gente que estaba en la calle y en la puerta del bar de la esquina saludándolo efusivamente. “president, president!!” pudimos hasta ver al señor del vehículo devolverles el saludo. Nos quedamos totalmente descolocados con la situación y una mujer de la puerta del bar que vio nuestra cara de póker nos dijo emocionada “president, president of Malta. Nice president!!” mientras nos levantaba el pulgar sonriente. Alucinamos, si nada mas salir del albergue ya nos cruzábamos con el presidente del país nos podía pasar cualquier cosa durante el resto del viaje. Esa situación ya nos hizo fijarnos en el bar de la esquina, el “Bert´s”, que mas tarde se convirtió en un lugar importante de nuestra estancia.
Empezamos por el Fuerte de San Telmo, que no pudimos visitar por estar ya cerrado. La campana, monumento a las victimas de la IIgm y las callejuelas cercanas, dándonos la sensación de estar en un pueblecito más que en una ciudad, sensación constante durante todo el viaje.
Paseamos sin rumbo por la ciudad, conscientes de que era imposible que nos perdiéramos pero disfrutando por el camino. Así llegamos al lado contrario de la diminuta península, disfrutando del atardecer con vistas al fuerte Manuel.
Con la hora azul recién empezada hicimos las fotos a la co catedral, la librería nacional y la plaza república, en un ambiente relajado y sin nada de turismo, un lujo.
Ya de noche nos acercamos a los jardines de Barracca para descansar un poquito y disfrutar de las vistas tan famosas a las tres ciudades que tiene este elevado enclave de la ciudad. Aquí ya nos dio el bajón de fuerzas y el hambre, a pesar de haber comido unas almendras para merendar al salir del albergue.
Esperábamos solucionar el tema de las comidas y cenas comprando en supermercado y cocinando en el albergue, pero nos dimos cuenta de que esto no iba a poder ser porque no hay supermercados propiamente dichos en la ciudad y la única tienda similar estaba cerrada según nos dijo el recepcionista a media jornada del albergue. Así que.. Burguer King.
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