Ya con ganas de ver el mar, nos levantamos sobre las 7 para iniciar la marcha hasta San Luis Obispo. La distancia era de unas dos horas y cuarto, de manera que decidimos salir pronto para aprovechar bien el día.
Al llegar, dimos una vuelta por este pueblo encantador repleto de fallas, entre ellas y no muy lejana la famosa Falla de San Andrés. Tiene un old-town al estilo mexicano muy bonito y una calle bastante conocida, California Blonde, 1137 Garden Street, donde todo el mundo va de compras.
La Misión de San Luis Obispo de Tolosa, parroquia católica fundada por Junípero Serra, se encuentra en 751 Palm Street y bien merece la pena una visita. Y si os sobra tiempo dad una vuelta por Avila Beach, la playa del pueblo.
Un poco más tarde nos acercamos a Morro Bay, también en el condado de San Luis Obispo, para ver el famoso Morro Rock, una roca enorme asentada en la playa que cobija las mayores especies de aves de la zona, así como otro tipo de fauna. Puedes pasear por la zona pero esta prohibido bordear la roca en su totalidad, por motivos de seguridad. Allí encontramos nutrias, focas, halcones, garzas, albatros...de todo. De hecho, encontramos muchos aficionados a la ornitología usando aparatos especiales para apreciar la belleza de las aves. Algunos días se pueden divisar las ballenas grises o azules al horizonte, dependiendo de la época del año en que hagáis la visita. Morro Bay dispone de un pequeño Visitors Center al que nos dirigimos para conseguir un mapa y donde nos atendió una señora muy amable que nos puso al día sobre las cosas imprescindibles a visitar. Uno de los aspectos más destacables del lugar es la niebla, baja e intensa hasta bien entrada la mañana que más tarde se levanta y permite disfrutar del paisaje. Esta llega hasta San Francisco, de modo que es más que probable que os la encontréis en algún punto de vuestro viaje por la costa.
Al llegar, dimos una vuelta por este pueblo encantador repleto de fallas, entre ellas y no muy lejana la famosa Falla de San Andrés. Tiene un old-town al estilo mexicano muy bonito y una calle bastante conocida, California Blonde, 1137 Garden Street, donde todo el mundo va de compras.
La Misión de San Luis Obispo de Tolosa, parroquia católica fundada por Junípero Serra, se encuentra en 751 Palm Street y bien merece la pena una visita. Y si os sobra tiempo dad una vuelta por Avila Beach, la playa del pueblo.
Un poco más tarde nos acercamos a Morro Bay, también en el condado de San Luis Obispo, para ver el famoso Morro Rock, una roca enorme asentada en la playa que cobija las mayores especies de aves de la zona, así como otro tipo de fauna. Puedes pasear por la zona pero esta prohibido bordear la roca en su totalidad, por motivos de seguridad. Allí encontramos nutrias, focas, halcones, garzas, albatros...de todo. De hecho, encontramos muchos aficionados a la ornitología usando aparatos especiales para apreciar la belleza de las aves. Algunos días se pueden divisar las ballenas grises o azules al horizonte, dependiendo de la época del año en que hagáis la visita. Morro Bay dispone de un pequeño Visitors Center al que nos dirigimos para conseguir un mapa y donde nos atendió una señora muy amable que nos puso al día sobre las cosas imprescindibles a visitar. Uno de los aspectos más destacables del lugar es la niebla, baja e intensa hasta bien entrada la mañana que más tarde se levanta y permite disfrutar del paisaje. Esta llega hasta San Francisco, de modo que es más que probable que os la encontréis en algún punto de vuestro viaje por la costa.






En Morro Rock podréis aparcar sin problemas, justo delante de la roca hay una esplanada de arena enorme y gratuita donde la gente deja sus vehículos para dar un paseo. Estad atentos a las ardillas, hay decenas!! Se acercan a ti para que les des comida, se dejan tocar a cambio de cualquier cosa que puedan echarse algo a la boca y si te descuidas se te meten en el coche!
Paseando por la playa vimos los primeros animales. Encontramos un grupo simpatiquísimo de nutrias que se dejaban fotografiar mientras comían algas. Como podéis apreciar, su vida es un cúmulo de estrés continuo, jejeje... más adelante encontramos dos focas que jugaban en el mar.
Paseando por la playa vimos los primeros animales. Encontramos un grupo simpatiquísimo de nutrias que se dejaban fotografiar mientras comían algas. Como podéis apreciar, su vida es un cúmulo de estrés continuo, jejeje... más adelante encontramos dos focas que jugaban en el mar.






Estuvimos un buen rato disfrutando de la zona, hasta nos remojamos los pies en el gélido Pacífico. Muy cerca de Morro Rock encontraréis el puerto, que esta repleto de tiendas adorables adornadas al más estilo colonial.
Satisfechos por la visita, decidimos ir tirando hacia la Highway 1, quizás la carretera más famosa de todo EEUU, para iniciar el viaje por la costa del Pacífico. Nuestro primer destino era San Simeon, para ver, aunque fuera de lejos, el famoso Hearts Casttle, un palacio construido por un magnate llamado William Randolph Hearts, catalogado como edificio histórico nacional. Es ENORME, de hecho, dispone de distintas rutas de visita en que alguna de ellas solo incluye la cocina, así que...imaginad.
Satisfechos por la visita, decidimos ir tirando hacia la Highway 1, quizás la carretera más famosa de todo EEUU, para iniciar el viaje por la costa del Pacífico. Nuestro primer destino era San Simeon, para ver, aunque fuera de lejos, el famoso Hearts Casttle, un palacio construido por un magnate llamado William Randolph Hearts, catalogado como edificio histórico nacional. Es ENORME, de hecho, dispone de distintas rutas de visita en que alguna de ellas solo incluye la cocina, así que...imaginad.
Esta es la página web del castillo:
www.hearstcastle.org/
Antes de llegar al palacio encontrareis un parquing enorme y el centro de visitantes donde comprar la entrada, que cuesta 25 dólares. Los horarios son de 8 a 18h de Marzo a Septiembre y de 9 a 17h el resto del año. Nosotros no compramos entrada, decidimos verlo desde lejos y ya esta.
A unos kilómetros de Hearst Casttle (unos 20 minutos) encontraréis el primer punto indispensable de la costa, Piedras Blancas, todavía en el Condado de San Luís Obispo (35°40'12.65"N 121°16'41.99"O). Este lugar alberga mucha fauna marina, aunque lo más destacable es la gran cantidad de leones marinos que descansan a apenas 10 metros de la playa. Desde el propio parquing del mirador puedes hacerles fotos, pues están realmente cerca. Nosotros encontramos un poco de niebla, pero había suficientemente poca como para apreciarlos sin problemas. Aquí, por raro que parezca, también encontraréis un montón de ardillas pidiendo limosna, jejeje!
A unos kilómetros de Hearst Casttle (unos 20 minutos) encontraréis el primer punto indispensable de la costa, Piedras Blancas, todavía en el Condado de San Luís Obispo (35°40'12.65"N 121°16'41.99"O). Este lugar alberga mucha fauna marina, aunque lo más destacable es la gran cantidad de leones marinos que descansan a apenas 10 metros de la playa. Desde el propio parquing del mirador puedes hacerles fotos, pues están realmente cerca. Nosotros encontramos un poco de niebla, pero había suficientemente poca como para apreciarlos sin problemas. Aquí, por raro que parezca, también encontraréis un montón de ardillas pidiendo limosna, jejeje!




El siguiente punto de interés para nosotros ya estaba a unos cuantos kilómetros, en Los Padres National Forest, donde están casi todos los puntos de parada obligatoria. Antes de llegar se pasa por Alder Creek Botanical Area o Lucia, donde hay un sin fin de miradores para apreciar la extrema belleza de los acantilados y el Pacífico. Entre Lucia y Limekiln State Park hay Jade Cove, una cala accesible donde podréis encontrar Jade.
La distancia entre Piedras Blancas y Los Padres National Forest es de aproximadamente una hora, pues deberéis tener en cuenta que la carretera es de curvas hasta el final del Big Sur. Es en este punto donde encontramos la parte más espectacular, como el Julia Pfeiffer Burns State Park (en el condado de Monterey) que alberga las McWay Falls (36° 9'31.95"N 121°40'13.77"O), una pequeña cascada virgen que cae justo a la orilla del mar y que es una auténtica belleza. La cascada solo puede observarse de forma gratuita desde el mirador, que se encuentra a escasos 5 minutos a pie desde el coche, siguiendo un caminito de carro que esta junto a la carretera muy bien señalizado. Además, esta prohibido bajar a la playa por dos motivos, por seguridad y para mantener la fauna del lugar intacta. Este parque esta abierto desde la salida del sol hasta su puesta, no hay horarios exactos. También ofrece la posibilidad de realizar pequeños trails y, si tenéis suerte, ver ballenas desde el mirador. A un escaso kilómetro encontraréis Partington Cove, donde se puede hacer un trail por la costa muy bonito. Si os queréis dar un descanso, hacedlo en el estupendo mirador del restaurante Nephente, con vistas espectaculares al mar.
La distancia entre Piedras Blancas y Los Padres National Forest es de aproximadamente una hora, pues deberéis tener en cuenta que la carretera es de curvas hasta el final del Big Sur. Es en este punto donde encontramos la parte más espectacular, como el Julia Pfeiffer Burns State Park (en el condado de Monterey) que alberga las McWay Falls (36° 9'31.95"N 121°40'13.77"O), una pequeña cascada virgen que cae justo a la orilla del mar y que es una auténtica belleza. La cascada solo puede observarse de forma gratuita desde el mirador, que se encuentra a escasos 5 minutos a pie desde el coche, siguiendo un caminito de carro que esta junto a la carretera muy bien señalizado. Además, esta prohibido bajar a la playa por dos motivos, por seguridad y para mantener la fauna del lugar intacta. Este parque esta abierto desde la salida del sol hasta su puesta, no hay horarios exactos. También ofrece la posibilidad de realizar pequeños trails y, si tenéis suerte, ver ballenas desde el mirador. A un escaso kilómetro encontraréis Partington Cove, donde se puede hacer un trail por la costa muy bonito. Si os queréis dar un descanso, hacedlo en el estupendo mirador del restaurante Nephente, con vistas espectaculares al mar.



A unos 10 minutos la siguiente parada, Andrew Molera State Park, si disponéis de tiempo. Este parque ofrece 16 kilómetros de senderos y la posibilidad de pasear por la playa. Como se nos hacía un poco tarde, no hicimos ningún trail.
Nuestro siguiente punto era el mirador Bixby Creek Bridge, a unos 20 minutos de Andrew Molera SP, (36°22'25.66"N 121°54'17.99"O) el famoso puente del Big Sur en el que hacerse una foto es obligatorio, jeje. Tened cuidado de no arrimaros demasiado a los acantilados, pues estos a menudo no tienen ninguna valla protectora y el viento sopla muy fuerte.
Nuestro siguiente punto era el mirador Bixby Creek Bridge, a unos 20 minutos de Andrew Molera SP, (36°22'25.66"N 121°54'17.99"O) el famoso puente del Big Sur en el que hacerse una foto es obligatorio, jeje. Tened cuidado de no arrimaros demasiado a los acantilados, pues estos a menudo no tienen ninguna valla protectora y el viento sopla muy fuerte.


Mapa Big Sur:

Tardamos unas 3 horas en completar todo el recorrido desde Piedras Blancas hasta nuestro punto de destino por la costa Point Lobos. Este parque guarda una belleza especial debido a su gran fauna marina. Hay que pagar 10 dólares por la entrada y te dan un mapa para que te ubiques. Los leones marinos se pueden divisar en las rocas, esta lleno de águilas por todas partes y si tenéis suerte y el día es claro, dicen que es el mejor punto de toda la costa para avistar las ballenas durante su migración.



Estuvimos un ratito por allí hasta que nos acercamos a Carmel, otra reliquia de la zona. Carmel es un pueblo de cuento de hadas, fundado en el condado de Monterey en 1902. Antiguamente su alcalde fue Clint Eastwood, aunque a día de hoy continua viviendo allí. Actualmente es un lugar claramente acomodado a la gente rica (o muy rica, diría yo, jeje), donde veréis casas increíbles y coches de lujo aparcados en plena calle, como el que no quiere la cosa. El pueblo no tiene farolas, buzones ni mucho menos locales de comida basura, por su afán de mantener una imagen de elegancia y prestigio de sus conciudadanos, la mayor parte artistas o intelectuales.






Cuando llegamos además, nos encontramos con que esos días se celebraba un concurso de coches antiguos y de todo tipo, y hubo un rato en que solo veíamos pasar Lamborghinis Murciélago o Porsches Carrera. Nuestra cara era más o menos esta


Como colofón, tienen un hotel donde las mascotas son las mejor atendidas, el Cypress Inn, en el que los perros tienen su hora del té con galletas, niñera y tratamientos de belleza. Ya conocéis las excentricidades de los americanos...
La calle más conocida es Ocean Street, donde discurren la mayor parte de tiendas y casitas, aunque podéis perderos por cualquier rincón que os va a encantar igual. Al final de esta calle se encuentra la playa de Pebble Beach, también muy bonita, y desde donde se puede iniciar la famosísima 17-Mile Drive, una ruta que, como su nombre indica, abarca 17 millas, es de pago y te lleva hasta Monterey. Por supuesto teníamos claro que íbamos a hacerla, de modo que fuimos directos al peaje donde debes pagar 10 dólares para poder acceder. Tenía entendido que solo se puede pagar en metálico. Nosotros así lo hicimos, de modo que no puedo corroborar que esa sea la única forma de pago. Con la entrada (un ticket que te pegan en la parte interior del cristal) te dan un mapa, con el que puedes empezar a moverte. Dentro de esta ruta debéis buscar el árbol más fotografiado del mundo, el Lone Cypress, ubicado en lo alto de una colina.
La calle más conocida es Ocean Street, donde discurren la mayor parte de tiendas y casitas, aunque podéis perderos por cualquier rincón que os va a encantar igual. Al final de esta calle se encuentra la playa de Pebble Beach, también muy bonita, y desde donde se puede iniciar la famosísima 17-Mile Drive, una ruta que, como su nombre indica, abarca 17 millas, es de pago y te lleva hasta Monterey. Por supuesto teníamos claro que íbamos a hacerla, de modo que fuimos directos al peaje donde debes pagar 10 dólares para poder acceder. Tenía entendido que solo se puede pagar en metálico. Nosotros así lo hicimos, de modo que no puedo corroborar que esa sea la única forma de pago. Con la entrada (un ticket que te pegan en la parte interior del cristal) te dan un mapa, con el que puedes empezar a moverte. Dentro de esta ruta debéis buscar el árbol más fotografiado del mundo, el Lone Cypress, ubicado en lo alto de una colina.


También encontraréis muchísimas casas de lujo (si las de Carmel son de cuento imaginad estas), el mirador Spanish Bay o Point Joe y incluso una zona exclusiva de 18 campos de golf enormes. La visita nos gustó mucho, es más que recomendable.
Ya en Monterey, nos fuimos directamente a buscar nuestro hotel. En cuanto hicimos el check in nos fuimos a cenar a una pizzería que habíamos visto unos metros antes, donde comimos estupendamente. Al día siguiente ya habría tiempo de visitar esta estupenda ciudad.