Empezamos a hacer la Senda Costera de Asturias, que va recorriendo por tramos nuestra costa, desde Vegadeo hasta Bustio, aunque la mayoría de estos tramos no existan como ruta reconocida. Hacerlos todos lleva mucho tiempo, y pese a ser costera es dura, pues la costa asturiana es un continuo subebaja, aunque preciosa, pues discurre entre ríos, playas y acantilados.
El primer tramo es uno de los mejor acondicionados (si no el mejor) y une la playa de La Ñora con Gijón, por un camino que costó cerca de 3 millones de euros y que está completamente adoquinado, muy limpio y con escalones en los tramos más pendientes. La dificultad es mínima, aunque si se hace ida y vuelta suma unos kilómetros dignos de dejar derrotado a alguien que no esté de andar.
COMO LLEGAR
La ruta puede empezarse tanto en Gijón (lo recomendable es aparcar en El Molinón, con un aparcamiento amplísimo y gratuito); como en la playa de La Ñora (donde empezamos), el acceso se realiza por la A-8 dirección Santander siguiendo siempre las indicaciones de Quintueles, una vez salimos de la autopista y la nacional dirección Quintueles, solo tenemos que seguir todo recto hasta acceder al arenal.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 21 kms
Dificultad: Moderada
Desnivel positivo: 625 metros
Itinerario: Lineal (ida y vuelta)
Niños: Sí, aunque quizá hacerlo ida y vuelta sea excesivo para ellos.
Señalización: Perfecta
LA RUTA
Hicimos la ruta con dos coches, por lo que ye un paseín, empezando en La Ñora y acabando en El Molinón, la mañana del 7 de diciembre, con un señor día en el que hizo sol y un día espléndido pese a estar ya en las puertas del invierno.
La Ñora es una pequeña playa en el límite entre Gijón y Villaviciosa, con menos de 100 metros de arena y encajonada entre acantilados y bosques de eucaliptos, una estampa bastante bonita.
Además, en la playa desemboca el arroyo que le da nombre; hay una ruta que recorre la vera de este curso de agua, pero es de prado y bastante corta, en invierno es un barrizal completo, por eso no quisimos empalmar una con la otra.
La ruta en sí comienza a la izquierda de la playa (mirando siempre el mar) y nada más empezar nos encontramos la subida más dura del día, ganamos docenas de metros de altura sin avanzar apenas, por unas escaleras que van zigzagueando a la sombra de los eucaliptos, debe ser una gozada hacer este tramo un día de calor veraniego.
Cuando el bosque se abre vemos que ganamos bastante altura, nos encontramos con un mirador y la playa de La Ñora nos queda bastante abajo, golpeada por las olas del mar y recorrida por el arroyo
Seguimos caminando y vemos bajo nosotros el mar embravecido, hace sol, pero en lo alto de los acantilados pega el viento que da gusto
Se abre más el bosque y vemos la costa acantilada gijonesa, el engendro del Muselón (vaya manera de romper el paisaje, y encima tampoco trajo el tráfico marítimo y el dinero que se esperaba) y al fondo Luanco y el Cabo Peñes.
Pasamos a vista de pájaro por la Playa de Estaño, una playa que si bajas es preciosa, tiene una pequeña cascada con un puentecito de madera justo delante, muy fotogénica, pero ya es conocida, y bajar y volver a subir se nos antojaba bastante durillo.
Al volver la vista atrás, las vistas del mar rompiendo contra los acantilados eran preciosas.
Y caminando un poco más se veía la Playa de Serín preciosa, alargada y bajo los acantilados es una maravilla para la vista. Al fondo se ve el Hotel La Colina, dominando los acantilados y con una terracita bastante maja en la que paramos a descansar disfrutando las vistas.
Desde esa terraza se tienen unas vistas increibles de los acantilados hacia el Este, y es que esta costa gijonesa es un tesoro.
Del hotel se llega rapidamente al Parque de la Providencia, y descubrimos porque la Isla de la Tortuga se llama así, es bastante evidente.
El Parque es una delicia de sitio para hacer fotos, como demostré hace unas semanas: www.losviajeros.com/ ...hp?e=36430 Sin embargo, si hace un buen día, el efecto es aún mejor, para muestra un botón:
Continuamos hacia Gijón, y cada vez la vemos más y más cerca, por el camino nos encontramos una escultura bastante peculiar y que nos sorprendió por completo (sigo sin saber que es)
El terreno empieza a ser favorable y los metros se recorren facilmente, dándonos la vuelta vemos porqué la Providencia es tan espectacular.
Bajo nosotros, el mar entra a las rocas dejando curiosas figuras hechas de surcos.
Bajando ya hacia Gijón y tras pasar la Playa de Peñarrubia, nos encontramos unas curiosas esculturas que eran una especie de platos.
Tras dar una curva, nos encontramos de frente con Gijón y su conocido Muro. Pese a lo que me encanta Asturias y el Sporting, hay que decir que es la ciudad marítima más artificial y poco espectacular del Cantábrico, solo equiparable a Vigo; no me malinterpreteis, es guapa, pero no tiene nada que hacer al lado de Donosti, Santander o Coruña. Los edificios son cada uno de una forma, tamaño y color, aunque se está intentando embellecer poniendo cristaleras en todos, pero va para largo.
Sin embargo el rincón del final de San Lorenzo, con la iglesia de San Pedro y Cimadevilla es lo contrario al resto de la fachada, es un lugar precioso y con mucha historia que contar.
Unas esculturas de bronce en forma de panel dan un toque de modernidad al final de la ruta
Y antes de irnos a comer, una panorámica de la playa de San Lorenzo y el Muro gijonés, con Cimadevilla al fondo
Para comer fuimos a un bar que encontré por casualidad que se llama Casa Pepito, con comida tradicional asturiana de buena calidad y muy barata (menú de 5 platos con postré, bebida y café por 15€, platos enormes por 10€ y bebidas super baratas) Está en Peón (saliendo de la autopista hacia Quintueles seguimos las indicaciones a Peón y no hay pérdida)
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejar alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
Volver al índice de rutas: www.losviajeros.com/ ...hp?e=33243
El primer tramo es uno de los mejor acondicionados (si no el mejor) y une la playa de La Ñora con Gijón, por un camino que costó cerca de 3 millones de euros y que está completamente adoquinado, muy limpio y con escalones en los tramos más pendientes. La dificultad es mínima, aunque si se hace ida y vuelta suma unos kilómetros dignos de dejar derrotado a alguien que no esté de andar.
COMO LLEGAR
La ruta puede empezarse tanto en Gijón (lo recomendable es aparcar en El Molinón, con un aparcamiento amplísimo y gratuito); como en la playa de La Ñora (donde empezamos), el acceso se realiza por la A-8 dirección Santander siguiendo siempre las indicaciones de Quintueles, una vez salimos de la autopista y la nacional dirección Quintueles, solo tenemos que seguir todo recto hasta acceder al arenal.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 21 kms
Dificultad: Moderada
Desnivel positivo: 625 metros
Itinerario: Lineal (ida y vuelta)
Niños: Sí, aunque quizá hacerlo ida y vuelta sea excesivo para ellos.
Señalización: Perfecta
LA RUTA
Hicimos la ruta con dos coches, por lo que ye un paseín, empezando en La Ñora y acabando en El Molinón, la mañana del 7 de diciembre, con un señor día en el que hizo sol y un día espléndido pese a estar ya en las puertas del invierno.
La Ñora es una pequeña playa en el límite entre Gijón y Villaviciosa, con menos de 100 metros de arena y encajonada entre acantilados y bosques de eucaliptos, una estampa bastante bonita.
Además, en la playa desemboca el arroyo que le da nombre; hay una ruta que recorre la vera de este curso de agua, pero es de prado y bastante corta, en invierno es un barrizal completo, por eso no quisimos empalmar una con la otra.
La ruta en sí comienza a la izquierda de la playa (mirando siempre el mar) y nada más empezar nos encontramos la subida más dura del día, ganamos docenas de metros de altura sin avanzar apenas, por unas escaleras que van zigzagueando a la sombra de los eucaliptos, debe ser una gozada hacer este tramo un día de calor veraniego.
Cuando el bosque se abre vemos que ganamos bastante altura, nos encontramos con un mirador y la playa de La Ñora nos queda bastante abajo, golpeada por las olas del mar y recorrida por el arroyo
Seguimos caminando y vemos bajo nosotros el mar embravecido, hace sol, pero en lo alto de los acantilados pega el viento que da gusto
Se abre más el bosque y vemos la costa acantilada gijonesa, el engendro del Muselón (vaya manera de romper el paisaje, y encima tampoco trajo el tráfico marítimo y el dinero que se esperaba) y al fondo Luanco y el Cabo Peñes.
Pasamos a vista de pájaro por la Playa de Estaño, una playa que si bajas es preciosa, tiene una pequeña cascada con un puentecito de madera justo delante, muy fotogénica, pero ya es conocida, y bajar y volver a subir se nos antojaba bastante durillo.
Al volver la vista atrás, las vistas del mar rompiendo contra los acantilados eran preciosas.
Y caminando un poco más se veía la Playa de Serín preciosa, alargada y bajo los acantilados es una maravilla para la vista. Al fondo se ve el Hotel La Colina, dominando los acantilados y con una terracita bastante maja en la que paramos a descansar disfrutando las vistas.
Desde esa terraza se tienen unas vistas increibles de los acantilados hacia el Este, y es que esta costa gijonesa es un tesoro.
Del hotel se llega rapidamente al Parque de la Providencia, y descubrimos porque la Isla de la Tortuga se llama así, es bastante evidente.
El Parque es una delicia de sitio para hacer fotos, como demostré hace unas semanas: www.losviajeros.com/ ...hp?e=36430 Sin embargo, si hace un buen día, el efecto es aún mejor, para muestra un botón:
Continuamos hacia Gijón, y cada vez la vemos más y más cerca, por el camino nos encontramos una escultura bastante peculiar y que nos sorprendió por completo (sigo sin saber que es)
El terreno empieza a ser favorable y los metros se recorren facilmente, dándonos la vuelta vemos porqué la Providencia es tan espectacular.
Bajo nosotros, el mar entra a las rocas dejando curiosas figuras hechas de surcos.
Bajando ya hacia Gijón y tras pasar la Playa de Peñarrubia, nos encontramos unas curiosas esculturas que eran una especie de platos.
Tras dar una curva, nos encontramos de frente con Gijón y su conocido Muro. Pese a lo que me encanta Asturias y el Sporting, hay que decir que es la ciudad marítima más artificial y poco espectacular del Cantábrico, solo equiparable a Vigo; no me malinterpreteis, es guapa, pero no tiene nada que hacer al lado de Donosti, Santander o Coruña. Los edificios son cada uno de una forma, tamaño y color, aunque se está intentando embellecer poniendo cristaleras en todos, pero va para largo.
Sin embargo el rincón del final de San Lorenzo, con la iglesia de San Pedro y Cimadevilla es lo contrario al resto de la fachada, es un lugar precioso y con mucha historia que contar.
Unas esculturas de bronce en forma de panel dan un toque de modernidad al final de la ruta
Y antes de irnos a comer, una panorámica de la playa de San Lorenzo y el Muro gijonés, con Cimadevilla al fondo
Para comer fuimos a un bar que encontré por casualidad que se llama Casa Pepito, con comida tradicional asturiana de buena calidad y muy barata (menú de 5 platos con postré, bebida y café por 15€, platos enormes por 10€ y bebidas super baratas) Está en Peón (saliendo de la autopista hacia Quintueles seguimos las indicaciones a Peón y no hay pérdida)
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejar alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
Volver al índice de rutas: www.losviajeros.com/ ...hp?e=33243