11-8-13
Comenzamos el viaje muy nerviosos e ilusionados. Con un poco de miedo por si nos adaptaremos a viajar con un grupo organizado. El viaje lo hemos cogido con la agencia Karnak Travels y quitando una pequeña incidencia que ya explicaré podemos decir que ha salido todo genial.
Llegamos al aeropuerto y todavía no esta abierta la taquilla del billete, esperamos un rato. Somos 4 o 5 en la cola. Conseguimos asientos juntos. Antes de pasar el control de equipaje Antonio quiere hacer un último cigarro. Pasamos el control sin problemas. Yo sin darme cuenta llevo unas tijeras en la mochila pero nadie se percata. Yo me doy cuenta al llegar a Amman y abrir el estuche.
Antes de pasar a la zona de vuelos fuera de Europa vamos a curiosear las tiendas del aeropuerto. Entramos en el Natura (lo han reformado y es incluso más grande) después vamos al Duty free y Antonio compra tabaco. (Una tontería ya que en Jordania el tabaco es baratísimo.)
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Vamos a nuestra zona, control de pasaportes. Comida rápida en Mc Donals. Lavabo y ya embarcamos. El avión de la Royal Jordanian esta muy bien. El asiento dentro de lo que cabe es amplio y con pantalla individual que posibilita ver pelis, jugar… etc.
A la media hora de vuelo pasa el carrito de las bebidas. Puedes tomar hasta cerveza gratis. También te ofrecen cacahuetes. Una hora y media después pasan con la comida. Puedes elegir menú de pollo, ternera o pescado. Esto viene en la bandeja con ensalada, agua y un bizcocho de postre. Puedes pedir otra bebida. Y después pasan ofreciendo café o o té.
Con tantas atenciones el vuelo pasa rápido. Llegamos al moderno aeropuerto de Amman y en la zona de los visados ya nos espera un agente de la agencia. Nos comenta que no ha conseguido reunir a 5 personas con llegada y salida el mismo día y que por tanto hemos de pagar el visado. Cambiamos lo justo para pagar (cambio malísimo) el visado doble nos sale por 50 euros.
Es una sensación nueva eso de llegar al aeropuerto y que se ocupen de los tramites por ti. No tienes que buscar donde esta el autobús, tren, taxi.. Da tranquilidad. Recogimos las maletas y nos juntamos todo el grupo y empezamos a hablar con otra pareja más mayor sobre los viajes que hemos hecho. Él se llama Vicente, como mi padre, así no se me olvida el nombre.
Montamos en el autobús y nos dejan a las tres parejas en le primer hotel: Hotel Arena. La habitación es amplia pero tienen moqueta y eso le quita sensación de limpieza. Dejamos la maleta en la habitación, que por cierto tienen dos camas aunque por suerte lo bastante amplias, así que podemos dormir ambos en la misma.
Bajamos a cenar. Y veo a una de las parejas en una mesa y decido sentarnos con ellos. Son Ingrid y Antonio y aún no lo sabemos pero serán nuestros compañeros el resto del viaje hasta Aqaba, ya que ellos marcharan unos días antes. La comida deja bastante que desear. Las chicas hemos pedido agua y los chicos una cerveza. Es Amstel ( lo que no les gusta demasiado) encima les cobra 4 dinares por cada una.
Pasamos un rato hablando y nos vamos a la habitación. Mañana será otro día.
Comenzamos el viaje muy nerviosos e ilusionados. Con un poco de miedo por si nos adaptaremos a viajar con un grupo organizado. El viaje lo hemos cogido con la agencia Karnak Travels y quitando una pequeña incidencia que ya explicaré podemos decir que ha salido todo genial.
Llegamos al aeropuerto y todavía no esta abierta la taquilla del billete, esperamos un rato. Somos 4 o 5 en la cola. Conseguimos asientos juntos. Antes de pasar el control de equipaje Antonio quiere hacer un último cigarro. Pasamos el control sin problemas. Yo sin darme cuenta llevo unas tijeras en la mochila pero nadie se percata. Yo me doy cuenta al llegar a Amman y abrir el estuche.
Antes de pasar a la zona de vuelos fuera de Europa vamos a curiosear las tiendas del aeropuerto. Entramos en el Natura (lo han reformado y es incluso más grande) después vamos al Duty free y Antonio compra tabaco. (Una tontería ya que en Jordania el tabaco es baratísimo.)
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Vamos a nuestra zona, control de pasaportes. Comida rápida en Mc Donals. Lavabo y ya embarcamos. El avión de la Royal Jordanian esta muy bien. El asiento dentro de lo que cabe es amplio y con pantalla individual que posibilita ver pelis, jugar… etc.
A la media hora de vuelo pasa el carrito de las bebidas. Puedes tomar hasta cerveza gratis. También te ofrecen cacahuetes. Una hora y media después pasan con la comida. Puedes elegir menú de pollo, ternera o pescado. Esto viene en la bandeja con ensalada, agua y un bizcocho de postre. Puedes pedir otra bebida. Y después pasan ofreciendo café o o té.
Con tantas atenciones el vuelo pasa rápido. Llegamos al moderno aeropuerto de Amman y en la zona de los visados ya nos espera un agente de la agencia. Nos comenta que no ha conseguido reunir a 5 personas con llegada y salida el mismo día y que por tanto hemos de pagar el visado. Cambiamos lo justo para pagar (cambio malísimo) el visado doble nos sale por 50 euros.
Es una sensación nueva eso de llegar al aeropuerto y que se ocupen de los tramites por ti. No tienes que buscar donde esta el autobús, tren, taxi.. Da tranquilidad. Recogimos las maletas y nos juntamos todo el grupo y empezamos a hablar con otra pareja más mayor sobre los viajes que hemos hecho. Él se llama Vicente, como mi padre, así no se me olvida el nombre.
Montamos en el autobús y nos dejan a las tres parejas en le primer hotel: Hotel Arena. La habitación es amplia pero tienen moqueta y eso le quita sensación de limpieza. Dejamos la maleta en la habitación, que por cierto tienen dos camas aunque por suerte lo bastante amplias, así que podemos dormir ambos en la misma.
Bajamos a cenar. Y veo a una de las parejas en una mesa y decido sentarnos con ellos. Son Ingrid y Antonio y aún no lo sabemos pero serán nuestros compañeros el resto del viaje hasta Aqaba, ya que ellos marcharan unos días antes. La comida deja bastante que desear. Las chicas hemos pedido agua y los chicos una cerveza. Es Amstel ( lo que no les gusta demasiado) encima les cobra 4 dinares por cada una.
Pasamos un rato hablando y nos vamos a la habitación. Mañana será otro día.