Día 3. De Phnom Penh a Siem Reap en barco
Ayer por la noche ya me había arrepentido de haber comprado el billete en barco, ya que tarda el mismo tiempo y la diferencia de precio es de 8$ en bus a 35$ en barco. Pero ya no pude cambiarlo, así que muy temprano me vinieron a buscar para ir al embarcadero (incluido en el precio). Me sorprendió ver el barco, imaginé algo más grande y antiguo, pero no, era un barco moderno y pequeño, donde se podía ir en cubierta bajo el sol pero sin ninguna medida de seguridad.

Esta foto que acompaño no es mía, me olvidé de sacarla, pero también es cierto que no salí al techo, me daba algo de vértigo… y, por otra parte, no puedo estar 6 horas al sol. Me pasé dentro todo el trayecto, a excepción de breves incursiones a la puerta y barandilla y me terminé un libro muy interesante que estaba leyendo. Lo que sí es que dentro hacía algo de frío.
El paseo se hace muy agradable porque vas viendo pequeños pueblos a los márgenes del río, así como pescadores en sus barcas. Al llegar me estaba esperando mi tuk tuk, que venía incluido en la guesthouse, o eso pensaba yo…
Resulta que lo que hacen es darte gratis el servicio de tuk tuk esperando que contrates con ellos los días siguientes, pero como yo ya lo llevaba reservado, el chico se quedó un poco chafado. Al del hotel le dije que esa información no venía en la web: pick up gratis si contratas nuestros servicios”, así que no pagué! La habitación estaba genial, muy grande y limpia y luego tenían un espacio en la entrada de relax maravilloso, con tumbonas y hamacas.

Aproveché para ir hasta el centro de la ciudad y visitar el Wat Bo, la pagoda más antigua que hay en el centro de la ciudad con unos murales de finales del siglo XIX. Es una ciudad rara… está llena de hoteles pero son casi todos de pocas alturas por lo que la ciudad parece más pequeña. También el tener el río que le atraviesa y con toda la zona verde que tiene, hace que sea más aspecto de pueblo que de ciudad.
Ya cercad de allí estaba el mercado, que en su mayoría está orientado al turista donde puedes comprar muchísimas cosas que yo siempre pensé que eran de India… como los pantalones Ali Baba. El caso es que está lleno de turistas comprando las camisetas y demás recuerdos, menos en la parte que es de alimentación, que ya se ve a los locales haciendo sus compras o comiendo en los mini restaurantes.

Cuando al salir del mercado me fui hacia la zona de restaurantes, quedé alucinada! esto parecía Benidor! o eso supongo, porque nunca estuve. Todas las calles estaban repletas de restaurantes, uno tras otro, lleno de luces y con todo tipo de menús, desde comida mexicana a la hindú. Y todos los restaurantes con wifi!
La verdad es que venir de Birmania con sus sitios humildes y su poco turismo (por zonas) y llegar aquí ha sido un cambio radical! Esto no parece Asia! O por lo menos lo que yo he conocido de Asia. Sitios hechos para los turistas y abarrotados de gente no es lo que más me llama. Pero bueno, elegí un restaurante italiano para comerme una buena ensalada (que al final no fue tan buena…).
Me vine prontito para cama porque mañana he quedado muy temprano (a las 5 de la mañana) para ir a ver el amanecer. Qué ganas!!!
Día 4. Visita a los templos de Angkor

A la hora acordada vino mi conductor para llevarme a Angkor Wat y empezar mi recorrido por los templos. En la entrada ya había mucha gente pero fue bastante dinámico, más yendo en moto como íbamos, que nos colamos entre los coches y autobuses. Compré la entrada para 3 días (40$). Tengo una entrada específica sobre información de los Templos de Angkor.
Cuando llegué quedé impresionada con la cantidad de gente que nos juntamos allí buscando el mejor sitio para sacar una foto en cuanto empezara el sol a despuntar. La elección que hice no fue la mejor, por algo no había nadie allí… el lugar perfecto es en la esquina del fondo del lago, donde está todo el mundo. Allí fui a la vuelta de mi visita del templo y una vez que ya se había ido bastante gente, de esta manera pude sacar alguna foto bonita.

Y una vez terminado esta visita me esperaba Soun para ir a desayunar unos noodles y seguir el itinerario que él me había propuesto: Angkor Wat, Angkor Thom (Bayón, Baphuon, Recinto Real y Phimeanakas, Tep Pranam, Preah Palilay, Terraza del Rey Leproso y Terraza de los Elefantes). Tengo un reportaje fotográfico de la visita de los templos en el anterior enlace, en la galería de imágenes.
De aquí nos fuimos hasta Ta Prohm, que es uno de los que más invasión de árboles tiene, y por ende, su encanto. Luego fuimos hasta Ta Keo y de ahí de vuelta a Siem Reap para comer en un mercado nada turístico. Aún eran las 3 de la tarde, pero llevaba desde las 5 sin parar, así que era buen momento para relajarse. Nos fuimos a intentar ver la puesta de sol a Phnom Bakheng pero después de una subida de unos 15 minutos nos encontramos que había cola para subir y sentarse en el templo a esperar que cayese el sol. Con este panorama nos volvimos a Siem Reap y me fui al hotel donde estuve el resto de la tarde y noche.
Después de haber cenado a base de postres me voy a descansar prontito que estoy agotada. Mañana he quedado a las 8 de la mañana para ir hasta Banteay Srei, a 37 km de aquí, para este trayecto le pedí a Soun que me dejase un casco, que ya es mucha carretera…
Día 5. Alrededores de Angkor

El paseo en moto fue muy agradable y al llegar y encontrarme con este delicado templo, quedé fascinada. Creo que es de los más bonitos en cuanto a su talla, aunque es pequeño, es digno de ver y se merece estos casi 80 km (ida y vuelta).
De regreso paramos en el Museo de las Minas, muy básico pero con la entrada colaboras al proyecto de eliminación de Minas Antipersona.
La siguiente parada fue Mebon oriental, Ta Som y Preah Neak Poan. Después nos dirigimos a uno de los más concurridos, el Preah Khan, un lugar laberíntico y con sus árboles invadiéndolo todo. Para el mediodía ya estábamos en la ciudad, donde, después de comer regresé al hotel para aliviar el calor debajo de una tumbona con ventilador. Fue allí donde conocí a una pareja de australianos con los que me fui a cenar. Fueron muy divertidos y nos pasamos una noche bastante simpática. Antes de volver al hotel nos fuimos a que nos diesen un masaje de pies, para relajarnos más, si cabe.
Ya me he despedido de ellos porque mañana parto temprano para Bangkok.
Día 6. Siem Reap – Bangkok

Tal como me habían dicho, me vinieron a recoger en una furgoneta al hotel y llevarme, supuestamente, a la estación de autobuses. Pues no, es en esa furgoneta en donde te llevan hasta la frontera. Al principio estaba nerviosa porque nos estábamos retrasando muchísimo por culpa de unos italianos que no estaban conformes con la furgoneta y ya nos estábamos pasando en media hora de la hora de partida del bus, o eso pensaba yo y el chico francés que estaba también en la furgoneta. Cuando por fin salimos de la ciudad y vimos que pasaban los kilómetros y los minutos y que no había ninguna estación de bus, nos quedamos tranquilos sabiendo que no habíamos perdido nada.

Después de 12 horas llegamos a Bangkok, previas 2 paradas para estirar las piernas y teniendo en cuenta que 3 nos la pasamos en la frontera. Sobre este trayecto tengo un post abierto.
Al llegar cogí un taxi que me llevó hasta el albergue y después de una ducha me fui a cenar. Acabaron mis días por Camboya y comienzan por Bangkok.
Como nota final, recomiendo a todo el mundo que lea algo sobre la terrible historia de Camboya, yo me leí cuatro libros interesantes, os dejo las referencias que escribí de ellas en mi blog:
Literatura sobre Camboya