Lo primero fue decidir cómo ir, yo vivía en Costa Adeje. Para ir en guagua desde el sur está muy mal conectado, por lo que alquilé un Renault Twingo por 24,40€ todo el día con AutoReisen yo he alquilado varias veces con ellos y me ha ido muy bien (y no te cobran la gasolina...)
Allá que nos vamos a Garachico. La carretera es bastante mala, sin arcén, muchos baches y miles de curvas. ¡¡Pero qué vistas!!
Aparqué en el parking que tiene la Oficina de Información Turística en el Muelle Antiguo, que es gratuito. Allí compré por 2€ un mapa de Garachico y la chica que atiende me dijo dónde podía ir.
Como estaba allí, lo primero que visité fue el Antiguo Puerto de Garachico. El Puerto de Garachico fue acondicionado durante el reinado de Felipe II. Desde aquí partían las naves con azúcar y el afamado vino de malvasía a los puertos del Nuevo Mundo, a Gran Bretaña, a Flandes, etc. y regresaban con productos de considerable estima. Pero la erupción volcánica de 1706 sepultó para siempre la hermosa bahía y con ella el próspero comercio.
Tenía bastante hambre, así que me pasé por La Patissier y me compré un rosco lagunero para llevar, está relleno de cabello de ángel y por fuera tenía mermelada y azúcar glas. Muy rico!
Muy cerquita está la Puerta de Tierra. Antigua puerta por la que entraban y salían las mercancías que se embarcaban y desembarcaban por el Puerto de Garachico.
Al lado se encuentra la Iglesia de Santa Ana. Su construcción se inició después de 1520. El primitivo edificio sufriría las consecuencias del volcán de 1706 y solo se conservaron sus cimientos y muros exteriores. Su reconstrucción se llevó a cabo entre 1714 y 1721, imprimiéndosele un proporcionado y armonioso estilo renacentista en arcos y columnas. La portada principal, construida según parece en la segunda mitad del siglo XVI, presenta una mezcla de elementos platerescos y renacentistas con arcaísmos del estilo manuelino portugués. Visitar el interior cuesta 1€.
De ahí fui a la Plaza de la Libertad. A lo largo de la historia recibió varios nombres, como el de Santa Ana, Constitución, General Franco. Es conocida popularmente como Plaza de Arriba. Destaca el quiosco de madera, construido a principios de siglo.
Justo en frente está la Casa Palacio de los Marqueses de Adeje y Condes de la Gomera. Conocida popularmente como Casa de Piedra, fue construida en la segunda mitad del siglo XVII. Destaca por su belleza y calidad de su fachada de cantería. Se vio afectada por el volcán de 1706 y estuvo en ruinas durante mucho tiempo. Hoy sólo queda en pie el cuerpo principal de la edificación original.
Ahora la parte que más me gusta...las piscinas naturales de El Caletón. Atractivo turístico por excelencia de la Villa y Puerto, donde se puede disfrutar de agradables baños de mar y tomar relajadamente el sol siempre que el tiempo lo permita. El día que yo fui el mar estaba bastante bravo, por lo que no había nadie. Estas piscinas son obras caprichosas de coladas lávicas antiguas, muy anteriores a la histórica erupción de 1706.
Junto a las piscinas está el Castillo de San Miguel. Construido por real cédula de Felipe II de 25 de julio de 1575. Este baluarte fue afectado por el incendio de 1697 y reconstruido posteriormente. Hasta 1876 fue sede de la compañía de artilleros milicianos existentes en la villa. En su pétrea fachada destaca, sobre la puerta de entrada, los escudos heráldicos de la Corona española, de la isla de Tenerife y de las familias nobles vinculadas a la historia de la fortaleza. En 1999 fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento.
Ya era la hora de comer, así que me acerqué a un restaurante que hay en frente "Cañadas de Garachico". Comí tortilla de plátano con queso de cabra y miel de palma (muy rico, pero llena bastante) y de postre Sopita de chocolate blanco y fresas. Esto más una botella de agua y pan y mantequilla (no se por qué aquí lo comen todos los canarios...) salió por 11,40€. La cuenta te la ponen con piedritas de colores de chocolate

En resumen, Garachico me ha gustado bastante, vale la pena venir a visitarlo.