DÍA 5. MOSTAR - SARAJEVO ✏️ Diarios de Viajes de Europa Oriental

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Comienza el día que más tiempo vamos a estar en carretera. Tras desayunar en el hotel decidimos perdernos un poco por las calles de Mostar. Visitamos la sinagoga y nos dejamos rincón del pueblo por fotografiar. A las 9:00 a.m no hay mucha gente en la calle y se agradece mucho poder caminar sin masas de turistas. La gran parte de los turistas llegan más tarde desde excursiones organizadas provenientes de Dubrovnik.





Volvemos al hotel para coger el coche y nos encontramos con un rastrojo aún de la guerra. En algunas fachadas apreciamos las heridas aún visibles de la masacre.


Dejamos Mostar con un gran sabor de boca para emprender la ruta hasta Sarajevo. La carretera se hace larga ya que hay tráfico y las curvas se suceden continuamente. Durante casi todo el trayecto vamos bordeando un río y pasadas dos horas llegamos a la capital de Bosnia & Herzegobina. Lo primero que hacemos es buscar un parking cercano al caso antiguo ya que sólo estaremos unas horas en la ciudad. Una vez ubicados nos adentramos por las principales avenidas de sarajevo hasta alcanzar el casco antiguo. Nos sorprende mucho la mezcla de culturas. En cuestión de pocos metros conviven sinagogas, mezquitas e iglesias. Un hervidero multicultural. Nos paramos a pensar todo lo que esta ciudad sufrió hace pocos años y verdaderamente sientes escalofríos.




Eran las 14:00h y el estómago pedía auxilio. Nos sentamos en una concurrida terraza junto a una mezquita y nos despedimos del Ćevapi, que consiste en una especie de salchicha sumamente especiada acompañada de salsa amarga y pan de pita. Realmente bueno. Seguimos visitando la ciudad y llegamos hasta el río Miljacka y el famoso puente Latino dónde fue asesinado el Archiduque Francisco Fernando, pistoletazo de salida de la 1ª Guerra Mundial.


Un poco más hacia el norte se sitúa la reconstruida biblioteca que fue incendiada por los serbios durante la Guerra. Preciosa fachada. Muy cerca de ella hay uno de los varios cementerios que se reparten por la ciudad. Nos acercamos hasta el cementerio islámico. Las palabras sobran.



Sarajevo es una ciudad que está renaciendo de sus cenizas y aunque aún le queda trabajo, hay zonas muy recuperadas. Yo me quedé con ganas de pasar más días en ella. Me fascinó sus mezclas. Prometo volver algún día.


Tras pasar unas horas en Sarajevo retomamos la ruta ya que nos quedan 250 km por delante hasta la Perla del Adriático. Volvemos a Croacia. La distancia no es mucha si no contamos que las carreteras dejan mucho que desear y más si te encuentras con varios camiones que cuesta adelantar. Estamos en una zona montañosa y las curvas son un constante, lo que dificulta la conducción con adelantamientos. Total que las tres horas que teníamos previstas se convirtieron en casi cinco hasta llegar a Dubrovnik ya con noche cerrada.

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