Domingo, día de parques dicen… pues nosotros al MEIJI SHRINE. En Harajuku,
Nos embadurnamos de antimosquitos y salimos a ver si conseguimos entendernos en el metro Tokyota, y no es tan duro, de verdad. Paciencia y un mapa. (Hyperdia como BackUp).
Pasamos las PASMOS, y a ver cosas!!
Cuando llegamos a Japón, lo primero que pensé es… sí, hace calor, pero como en Tarragona en Julio, que lo aguantas. En Cancún era mucho peor. Y sí, tengo razón. No es pa tanto… pero un detalle se me escapaba…
En Julio/Agosto en Tarragona estás quieto, con una cerveza, playa, piscina, y en las horas chicharreras no sales de casa. En Cancún, piscina, playa… bueno, esas cosas.
Aquí vas a moverte, a visitar cosas, subir y bajar escaleras, empujar carrito con 17 kilos encima en caminos de piedrecitas, o grava!! Eso agota… es la parte esa de la calor con la que no contábamos.
El templo nos gustó, y tuvimos la suerte de ver una boda Shinto.
Luego nos dirigimos a Harajuku, a la calle famosa esa de las Frikis y los vestidos a la última. A ver… bien, pero no vimos mucho friki, y más bien mucho turista hablando catalán, osea, perdido perdido no te sentías.
Para soportar la calor, nos metimos en un DAISO, esas tiendas de 100Y, y mi mujer, que es adicta al DIY, arrasó… creo que compramos 79 ITEMS. 4 pisos de tienda con sus pasillos estrechos y el carrito. 2 horas. Pérdida de tiempo? Pues puede ser… puede ser… Pero el gusto que se pegaba mi niña (la grande) cada vez que veía un todo a 100Y de esos era impagable.
Comimos en Omotesando y los ánimos no nos daban para ir a GINZA con sus transbordos, así que nos fuimos para ODAIBA. El camino es curioso, el monorraíl un poco sacacuartos, y aquello es inmenso, muuucho. Nos perdimos en un Centro comercial y al final no vimos más que una pequeña parte de la isla. Plantas arriba y abajo que se conectan, escaleras, No vimos a Cosplayers. Eso sí… cenamos un OKONOMIYAKI espectacular, y hasta en el FOOD COURT del Centro comercial habían surtidores de agua gratis.
Allí vimos que en muchos sitios había una zona reservada para niños de 1 a 3 años para jugar en plan MiniPachinkos, las tragaperras japonesas…Me pareció gracioso y horrible a la vez. Habían niños muy pequeños completamente cegados. Nuestra hija probó una y al acabar la partida tenía cara de pedir metadona. Le encantó, a nosotros menos…
Pero sí que quiero dejar una foto de mi “tragaperras” favorita en Japón…
PURO AMOR… Cada día se iban 700-1000 Yenes en bebidas de todo tipo, sobresaliendo entre ellas la SODA CALPIS. Aunque también hay FANTAS FRIKIS…
Esta, en concreto, quería ser de “algoberry” pero sabía a Clamoxyl con un twist de Couldina.
Regresamos al hotel muy cansados… mucho. Y sólo era el segundo día japoneando.