El Everest
Estar tan cerca de la cima del mundo y no poder verla era algo que no nos podíamos perdonar.
Un precio caro por revolotear cerca del Everest en un jet de 20 pasajeros, con una ventana para cada uno, para ver poco mas de cuatro picos entre nubes (también es mala suerte) en un vuelo de poco mas de una hora. El secreto es salir tempranísimo (los primeros) antes de que las nubes casi perpetuas lo cubran por completo. Verlos como en los catálogos solo ocurre 5 ó 6 veces al año.