16-07-15
Primer día de vacaciones. Tras el ajetreo de ayer por la noche para preparar maletas, controlar papeles, cargar baterías, etc, el día ha llegado. Madrugón para llegar con tiempo al aeropuerto de Barcelona. Aunque el vuelo sale a las 11:55, siempre es complicado atravesar las vías que llevan a El Prat. Dejamos el coche en el aparcamiento de larga distancia de AENA (pre-reservado por 60€ 18 días, se paga a la recogida del vehículo).
www.aena.es/ ...ancia.html
El bus de cortesía del aparcamiento nos acerca a la T1, desde donde sale Vueling. Facturamos la única maleta para los 3 (el resto va en equipaje de mano), y tras pasar los largos controles de seguridad, nos sentamos cómodamente a desayunar en un bar cercano a nuestra puerta de embarque. El vuelo es corto (relativamente), y aterrizamos en Edinburgh sobre las 14:00 (hemos tenido que retrasar una hora el reloj, son unas 2 horas y media de vuelo). Tenemos que coger un autobús que nos acerque al centro de Edinburgh para ir a nuestro albergue, pero contrariamente a lo que hace mucha gente, no cogemos el Airlink 100, que es muy caro, sino que esperaremos al bus de línea regular 35 (www.edimburgo.com/autobus ).
Como tenemos que pagar con importe exacto (no nos sale a cuenta sacar ningún abono), decidimos comer en el mismo aeropuerto para conseguir calderilla con el cambio, así que nos sentamos en el Starbucks y comemos unos bocadillos. Al subir al autobús, como no tenemos muy clara nuestra parada, le preguntamos al conductor y nos dice que ya nos avisará. El trayecto se hace pesado, pues hay muchas paradas intermedias, pero es mucho más barato. En unos 45 minutos estamos a pocos metros del Smart City Hostel (50 Blackfriars Street), al lado mismo de la Royal Mile. Nos registramos, pagamos lo que faltaba y nos instalamos en nuestra habitación con baño privado (4 literas). Ya estamos dispuestos a salir a explorar la Royal Mile.
No disponemos de mucho rato, pues a las 19:30 tenemos reserva en el tour en español de “Misterios de Ultratumba”, con la gente de Mercat Tours. Un paseo más o menos largo hasta la zona de entrada al castillo y vuelta atrás, con paraditas para fotos típicas, curiosear en alguna tienda y una cena rápida en el Pizza Hut (46 North Bridge), antes de ir al punto de reunión para el tour.
Éste se encuentra en la misma Royal Mile, dónde nos recibe un chico de Terrassa que va pasando lista, aunque no será el que nos guíe por los callejones, sino que será Laura. Aunque se lo curra mucho, el tour es un poco decepcionante si esperas algo de miedo, sustos y tal. Te cuentan anécdotas de la vida en el antiguo Edinburgh, unas más tétricas, otras más divertidas, mientras pasas por un par de los callejones (Close), y te llevan a las bóvedas del puente del Sur. Tras el tour y el paso obligatorio por la tienda de recuerdos/museo de objetos encontrados en las bóvedas, volvemos al albergue y nos quedamos un ratito en el pub, a tomar la primera pinta del viaje, servida por otra catalana, y tras aprovechar un rato el wifi gratuito, nos vamos a dormir.
17-07-15
Nuestra primera noche aquí nos sirve para lamentar que en estos países no se estile el uso de persianas. El sol se puso ayer casi a las 23:00 y sobre las 4 de la madrugada ya entraba otra vez por la ventana. No por eso nos levantábamos tan temprano. Pudimos aguantar hasta pasadas las 8. En el albergue se puede desayunar por unas 5 libras por persona, pero creyendo que encontraríamos algo mejor, nos dirigimos a desayunar fuera. El lugar elegido es la Patisserie Valerie, en North Bridge, una calle que sale de la Royal Mile. Carísimo precio por unos croissants, un par de tostadas y unos cafés con leche y un chocolate para Ada. Decidimos que los dos próximos días desayunaríamos en el albergue, ya que por lo menos tiene buffet libre (limitado, eso sí). Nuestra primera intención del día es subir a Calton Hill, ya que el tiempo de momento pinta bien. De camino, nos metemos en uno de los innumerables cementerios del país, a curiosear.
En Calton Hill, vemos la glorieta con vistas a Princes Street, la imitación del Partenón, y vistas de Arthur’s Seat y del mar. Es un sitio agradable para ir a dar un paseo, con buenas panorámicas: www.edimburgo.com/calton-hill .
Bajando de Calton Hill, entramos en la locura de Princes Street, abarrotada de gente en todas direcciones y un tráfico muy denso. Las tiendas más pijas y las más freakies deben estar aquí, por lo menos vemos la de Apple y una que es un palacio de superhéroes, monstruos y demás, un poco antes de llegar al Monumento a Sir Walter Scott (www.edimburgo.com/monumento-scott ). Nos paramos en el Bella Italia (11 Hanover Street) a comer un plato de pasta antes de seguir.
Atravesamos Princes Street Gardens (www.edimburgo.com/ ...et-gardens ), antes de subir por uno de los Close hacia la Royal Mile y un poco más allá al National Museum of Scotland (www.edimburgo.com/ ...al-escocia ), aunque debido a lo tarde que es, tenemos que hacer una visita relámpago, dejando muchas cosas sin ver. Los horarios que tienen en los lugares públicos son muy poco adaptados al turismo, pues antes de las 5 y media está casi todo cerrado. Saliendo del museo, pasamos por la estatua de Greyfriar’s Bobby (el perro que veló durante más de 10 años la tumba de su amo): www.edimburgo.com/greyfriars-bobby .
Unas casas más arriba, el restaurante de Frankestein, y al lado el restaurante Elephant House (lugar dónde JK Rowling empezó a escribir la saga de Harry Potter).
Subimos de nuevo a la Royal Mile, y tras una fugaz entrada a “The Whisky Experience”, justo antes de la entrada al castillo, pasamos un muy buen rato en “Camera Obscura”, una especie de museo interactivo dedicado a los fenómenos de la luz y la óptica (espejos que deforman, laberintos de espejos, hologramas…). Una experiencia interesante si váis con críos (y para no tan críos también): www.camera-obscura.co.uk/ .
Al salir, pasadas las 8 de la tarde, queremos ir a cenar al Frankenstein, pero a partir de las 5 de la tarde no permiten la entrada a menores. En el Elephant House hay cola kilométrica, así que nos metemos en la acera de enfrente, un poco más arriba, en el Uncles Fish and Chips, muy cutrillo, pero económico (52 George IV Bridge), cenamos y nos vamos al albergue a repetir pinta.
18-07-15
Tras volvernos a levantar más o menos a la misma hora, bajamos a desayunar al comedor del albergue por unas 5 libras por cabeza. Un buffet no muy completo, pero arregladillo, con salsichas, huevos, frutas, yogurt, tostadas, sucedáneo de café…
Tras arreglarnos, salimos del albergue, con la previsión de que hoy recogemos el coche de alquiler pero aún debemos dormir aquí, así que preguntamos en recepción si disponen de aparcamiento para vehículos. La respuesta es negativa, pero inmediatamente nos sugieren preguntar en el hotel que hay al lado (Radisson Blue) si nos alquilarían una plaza.
Nos vamos a visitar el castillo de Edinburgh a menos de 20 minutos andando del hotel (www.edinburghcastle.gov.uk/ ).
Aquí estrenamos el “Explorer Pass” que podremos utilizar 7 días distintos en los próximos 14. Nos “sellan” el pase en la entrada y lo primero que hacemos es coger audioguías para los 3, con un 20% de descuento por tener el Explorer Pass. Una vez dentro, no hay un orden para seguir las visitas, simplemente pulsando el número en la audioguía de la localización en la que estéis, suena una explicación del lugar. Pasamos unas 3 horas en el castillo, visitando salas, terrazas, los cañones, las joyas de la corona, piedra del destino, las celdas, el restaurante…Y a la una del mediodía, el cañonazo. Durante el recorrido por las terrazas empezamos a conocer el frío viento de la zona. Vamos abrigados, pero me parece que vamos a tener que abrigarnos más. Y estamos en julio!!
Tras el cañonazo, salimos del castillo para ir a comer, decidimos ir a probar al Frankenstein (26 George IV Bridge), pues ayer nos quedamos con las ganas. A mediodía no hay problema en ir con críos, así que nos sentamos y comemos bastante bien de calidad/precio, acompañados de un grupo de señoritas que están de despedida de soltera. Al salir, el viento no ha amainado y nos vamos a buscar la parada del bus que nos llevará a la oficina de Arnold Clark en Seafield Street para recoger nuestro coche. La línea es la 12 (o la 25), y la cogemos en la calle paralela sobre Princes Street. Pago en efectivo e importe justo! El trayecto dura unos 20 minutos y nos deja en la puerta de Arnold Clark. Llenamos el papeleo, rechazando el conductor adicional y la ampliación del seguro, y nos hacen entrega de nuestro flamante coche (con 40 millas solamente), de categoría superior a la reservada, por el mismo precio.
Nos montamos, y enchufamos el GPS para que nos lleve a la vecina población de Roslin, para visitar la Rosslyn Chapel (del Código Da Vinci). Los primeros 5 minutos de conducir por la izquierda se hacen raros, pero en seguida te acostumbras. Es más fácil si llevas algún coche delante, así no te lías en rotondas y cruces. Lo que sí me sorprende es la cantidad de radares fijos que hay en las calles del extrarradio de Edinburgh. En unos 20 minutos hemos llegado a Roslin, aparcado y entrado en la capilla, que ha multiplicado por 30 el número de visitantes desde que salió la película, según uno de los trabajadores de allí (www.rosslynchapel.com/ ).
En la capilla, hay una señora haciendo una larga explicación de las esculturas y grabados de las columnas de la capilla, recordando a cada momento la prohibición de sacar fotos. Mientras todo el mundo le escucha, nosotros bajamos a la cripta, dónde no hay nadie y podemos estar a nuestras anchas. La verdad es que no hay mucho que ver, no sé si vale la pena pagar la entrada (unos 13€ por cabeza). Hay que ser muy fan de la arquitectura medieval o de la película… Tras un breve paseo por la minúscula capilla, la cripta y los jardines, pasamos a la tienda y nos vamos cuando falta poco para cerrar (a las 18 de lunes a sábado).
La idea original era acercarnos esa misma tarde hasta Falkirk para ver el Falkirk Wheel (“ascensor” de barcas), pero se nos ha hecho un poco tarde, y decidimos volver al albergue, pedir plaza en el aparcamiento del Radisson Blue (unos 15€ la noche), y aprovechar para lavar algo de ropa que ya hemos usado en la lavandería del albergue, mientras empieza a llover…
Con la ropa ya limpia, salimos a cenar bajo una ligera lluvia. Nos quedamos en la Royal Mile, pero yendo en dirección contraria al castillo, entramos en Le Cafe Royale (274 Canongate). El nombre engaña, mucho. El local es súper pequeño, con capacidad para 14-15 personas, pero no hay nadie. La comida sin embargo, está bastante bien, y el precio muy moderado por lo que hemos ido viendo por aquí. Vuelta al albergue a preparar maletas, que mañana temprano salimos de Edinburgh.
Distancia recorrida hoy: 48 kms