Día 7. Ulcinj - Tirana ✏️ Diarios de Viajes de Europa Oriental

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Así da gusto, son las 7 de la mañana y ya estamos desayunando en la playa pequeña de Ulcinj con la fortaleza de fondo. Elegimos esta población para dormir, no sólo por ser lo más cercano a Albania, sino también por la historia que leí sobre ella, que me encantó. Según cuenta la leyenda, Cervantes estuvo encarcelado en este pueblo, y aquí se enamoró de una dama, en honor a ella y a su pueblo que en aquel entonces se llamaba Dolcino, puso el nombre de Dulcinea al personaje de El Quijote. Por lo que he podido encontrar por internet, no hay registros en los que se diga que Cervantes estuvo aquí. ¿Pero quíen sabe?

Paseo por la playa, unas fotitos, y nos despedimos de nuestra familia montenegrina. Seguro que hay sitios mucho más baratos, más céntricos y más lujosos, pero cuando salimos de allí, aseguramos que si alguna vez volvemos a Ulcinj, nos quedaremos en este hotelito familiar, en el que hasta las niñas se despiden de nosotros, habiendo pasado una única noche.

La carretera desde Ulcinj hasta casi la frontera de Albania, es probablemente la peor de todas las que nos encontramos en todo el viaje, estrecha, sin marcas pintadas en el asfalto, y mucho loco... Pero al llegar a Albania, la cosa no mejora mucho... La verdad es que en Shkodër, empiezo a pensar que no vamos a llegar a Tirana, el tráfico es increíble, los niños gitanos pidiendo en medio de la carretera no mejora mucho el panorama general. Si me soltaran aquí en medio sin saber donde estoy, jamás acertaría el país en el que me encuentro. Como dice "el que viene conmigo", tenemos que poner el "modo Túnez" a la hora de conducir.

Casi llegando a Tirana, nos marca una autopista... ¿Seguro? ¿Una autopista?... Bueno, la carretera es mejor y es de dos carriles, pero no conozco ninguna autopista en la que los coches salgan y entren de ella por donde quieran, y los tractores o carros circulen por ella, ni tampoco una que tenga tantos baches...

Nuestro hotel está muy céntrico, así que aparcamos, dejamos las cosas y nos vamos a dar un paseo, a ver con qué nos encontramos en esta ciudad de la que apenas sabemos nada.

(SIN TERMINAR)

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