El despertador sonó a las 4:55 de la mañana y me costaba unir ideas y saber porqué me estaba levantando tan pronto, la verdad, tras unos instantes de desconierto total recordé que nos íbamos a Bratislava (menos mal que decidimos no salir la noche anterior, pero entre acabar de preparar todo y algún nervio tonto no dormí ni 3 horas) La calle a esas horas pasaría por un decorado de Walking Dead con gente tiradísima, pero llegamos sin ningún tipo de problema a la estación de autobuses de Népliget, de donde saldría el nuestro de Student Agency (no sale de la estación en sí, sale justo al lado)
Apareció unos 25 minutos antes y fuimos de los primeros en entrar, asientos amplios con pantalla individual con muchas películas, enchufe bajo el asiento... Todo un lujo para lo que es esta zona. El sueño se me había ido y me puse El Último Samurai en inglés subtitulada en checo, cuando tomaban como prisionero a Tom Cruise era surrealista, hablaban en japonés y estaba subtitulado al checo, pero ni aún así me dormí, solo pude echarme una cabezadita de unos 20 minutos justo antes de pasar la frontera. Desayunamos algo en la estación y cogimos un urbano (el 208) al hostel, cuesta solo 0.35€ siendo estudiantes un billete sencillo de un cuarto de hora (lo que lleva ir más o menos)
Dejamos allí las mochilas y tras robar un rato el WiFi para avisar de que llegamos bien y demás nos fuimos directos a patear un poco el centro antes de que empezara el Free Tour (sale de la plaza Hviedoslavovo, la alargada de la Ópera).
Desde el hostel parece que hay un buen tramo al centro sobre el mapa, pero en 5 minutos estábamos ahí y alucinando desde el principio, nos vinimos por hacer algo el finde pero desde que pusimos un pie aquí vimos que es un lugar realmente bonito.
Nos dejamos perder un rato por el centro (aún faltaba algo más de media hora para que empezara el Free Tour) y nos encontramos con rincones realmente bonitos, como este.
Sin saber muy bien como llegamos a la Hlavné Námestie (Plaza Principal), y aunque parezca mentira ese es su nombre literal; es la plaza central de Bratislava y cada conquistador le puso su nombre (se llamó Plaza del 4 de Abril durante el socialismo -es el día de la liberación de la ciudad por el Ejército Rojo- o Plaza de Hitler durante la ocupación nazi) Es preciosa, muy pequeña pero tiene algo que hizo que me encantara sentarme un rato a admirarla. El edificio con la torre no es una iglesia, es el Ayuntamiento antiguo de la ciudad.
Fuimos poco a poco hasta la Hviezdoslavovo Námetie (Plaza de Hviezdoslav) en honor a este poeta eslovaco que introdujo muchos nuevos términos a esta lengua. Es alargada y ajardinada, acogiendo en uno de sus extremos la Ópera, en la que se va a estrenar Carmen de Bizet (miramos para ir, en Europa del Este hay localidades muy baratas, pero ese día estaba completamente llena.
La plaza es alargada y los árboles a los lados le dan mucha tranquilidad, fuimos hacia el centro buscando el cartel de Be Free Tours para no llegar tarde.
Y lo encontramos justo al lado de la estatua de Hviezdoslav, una chica estaba ya con un nutrido grupo de personas. Finalmente éramos tantos que nos dividimos en dos grupos y nos tocó una guía llamada Andrea, nos contó que toda su familia es de Bratislava pero que había estudiado un par de años en el extranjero. Sabía toda la historia de la ciudad, pero la complementaba con leyendas populares y curiosidades del país y la ciudad, y además su inglés era muy bueno y se entendía la mar de bien; fue una gozada de tour, duró 2 horas y media pero nos dejó a todos con ganas de más. Os dejo el link, si vais a Bratislava os recomiendo encarecidamente hacerlo porque aprendereis mucho, os gustará aún más la ciudad y os recomendarán donde comer, cenar, tomar una copa...: www.befreetours.com/
Tras contarnos un poco la historia general de la ciudad (luego iba profundizando en episodios concretos en lugares relacionados con ellos) empezamos a desandar lo andado por nosotros libremente, pasando por el histórico Carlton en esa misma plaza.
Abandonamos la plaza para ver la estatua más famosa de la ciudad, Čumil un trabajador que asoma por una alcantarilla. La tradición dice que da buena suerte tocar su cabeza, pero las malas lenguas de Bratislava dicen que quien toque su nariz tendrá un hijo en el próximo año; nos hicimos una foto tocando la cabeza, pero no quisimos probar suerte con la nariz no vaya a ser.
Volvimos a pasar por la Plaza Principal, donde Andrea nos contó varias historias y anécdotas (es imposible recordar todas, mejor hacer el tour a poco nivel de inglés que tengais)
La ciudad está plagada de estatuas, la mayoría son bonitas y originales, como esta:
El centro está bastante cuidado, pero hay esquinas como esta que están casi cayéndose, una pena que los gobiernos durante la época socialista no miraran nada por cuidar la ciudad y su valioso patrimonio, solo se preocupaban de construir casas en los famosos edificios caja (llegaron a tirar varios monumentos para este fin y construyeron una autopista en la misma puerta de la catedral)
Las calles del centro tienen mucha vida, muchos bares tienen terrazas en la calle y hay tiendas de todo tipo, pero en ningún momento nos sentiremos euros con patas, en este sentido es perfecta la ciudad.
Llegamos a la famosa Michálska Brána (Puerta de San Miguel), la única que queda en pie de la antigua muralla de Bratislava. Tiene construida sobre ella la famosa Torre de San Miguel, coronada por un reloj y un dragón que fue colocado durante la reforma barroca de la construcción, allá por 1758.
Bajo ella hay una circunferencia en la que se indican las distancias a diferentes ciudades del mundo, sorprende ver Viena a menos de 60 y Budapest a menos de 200. Madrid está a 1.800 (en línea recta claro)
Esta es la puerta interior, hay otra exterior (había un espacio entre ambas por razones defensivas), hay varios restaurantes entre ambas, pero según el mito para los estudiantes que pasemos entre ambas en completo silencio aprobaremos los exámenes, así que evidentemente eso hicimos, que ninguna ayuda es mala.
Desde fuera de las antiguas murallas vemos una serie de bonitas casas y la torre reinando sobre ellas, es preciosa esta salida del centro histórico de la ciudad.
Hay además unos jardincillos la mar de tranquilos debajo, la guía nos dijo que se podía entrar pero no lo hicimos.
Y bajo una casa está la salida del centro histórico, pequeño pero precioso y que se deja patear en menos de una mañana (sin entrar a los museos, pero en cualquier caso con una mañana o tarde bien aprovechada es suficiente)
Nos vamos por la Namestié SNP (una calle que rodea el centro histórico) a una iglesia (Kostol Stefana) desde la que se tienen buenas vistas del castillo, no subiremos en el Free Tour, pero la guía nos cuenta algunas cosas y nos recomienda no pagar la entrada, sino simplemente subir y apreciar las vistas desde los jardines que el interior solo acoge exposiciones de arte moderno (tomamos buena nota del consejo)
En esa zona está Hodžovo Námestie, una bonita y moderna plaza que acoge el Palacio Presidencial eslovaco (Grassalkovich Palace), al estilo la Casa Blanca de Washington (perdón por la calidad de la foto desde el otro lado de la calle, habíamos visto ya el palacio desde el bus (nos impresionó) y no nos acercamos a investigar más de cerca el domingo por cansancio.
Nos detuvimos un buen rato en la SNP Námestie, las siglas son de Slovenske Narodne Povstanie (Alzamiento Nacional Eslovaco), que se dio en 1944 contra el Gobierno Nazi, y es que en 1939 las autoridades entregaron pacificamente el país a Adolf Hitler y el pueblo no hizo nada durante 5 años, hasta que estalló violentamente siendo tremendamente reprimidos. En esta plaza se produjeron manifestaciones multitudinarias durante el final de la época socialista que acabaron por tumbar el régimen y llevar la democracia al país. Hay estatuas que rememoran el alzamiento.
E incluso una enorme placa en eslovaco.
También acoge una bonita iglesia llamada Kostol Jana[/u]FM3DZhymI/AAAAAAAAEPA/Du9900oWAPU/s720-Ic42/DSC02723.jpg[/img]
Un poco más adelante llegamos al Stará Tržnica, el principal centro cívico de la ciudad y que acogía una feria de artesanía ese fin de semana (nos pasamos antes de comer pero era casi todo comida artesana y no encontramos nada interesante)
Enfrente está Kamenné Námestie, una plaza representativa por acoger el primer gran economato socialista de la ciudad, que levantó las iras de los ciudadanos al echar abajo muchos pequeños comercios de barrio.
Ya se va acabando el tour, y vamos hasta un lugar que nos llamó enormemente la atención, la Kostol svätej Alžbety (Iglesia de Santa Isabel o Azul), un templo muy bonito y de un color azul celeste. Es de art-nouveau y está claramente inspirada en las obras de Gaudí, fue construida en la primera década del siglo XX. Su color hace que parezca de juguete. Es un lugar increíble y que al no haber visto fotos de Bratislava (me tomé este viaje así) me sorprendió enormemente.
El interior es del mismo estilo, parece totalmente una iglesia de juguete
Hasta el coro parece de plastilina
Sin embargo está en un barrio soviético de edificios-caja y sin ningún atractivo, llama muchísimo la atención el contraste.
El Free Tour se acaba en la Safarikovo Námestie, una plaza con una estatua en medio y un parquecillo.
Pero muy relacionada con la Checoslovaquia comunista y la Primavera de Praga, una revuelta anticomunista en todo el país, en 1968, y es que aquí se hizo una de las fotos más famosas de aquella revuelta, que fue situada mucho tiempo erroneamente en Praga y cuyo autor fue reconocido después de morir al tener en un álbum familiar el negativo de la foto, era un periodista deportivo que no quiso salir a la luz por miedo a las represalias gubernamentales. (FOTO TOMADA DE GOOGLE)
Tras dejarle una propina a Andrea y preguntarle dónde comer nos corrobora lo que nos dijeron en el hostel y varios amigos que visitaron la ciudad fuimos al Slovak Pub un afamado pub donde sirven comida local. Pedimos un poco de todo y comimos como animales por 8 euros cada uno (cerveza incluida, como no) Muy recomendable si venís por Bratislava
Después de comer decidimos rematar el centro visitando la catedral, así que allí nos fuimos callejeando intentando pasar por nuevos rincones, como este empedrado bajo la sombra el Castillo (Hrad)
Y llegamos a la enorme Catedral de San Martín, un templo gótico muy deslucido por el gobierno socialista (construyeron la autopista de entrada a la ciudad justo en la puerta) Es conocido por haber sido el lugar de coronación del Reino de Hungría durante casi tres siglos (entre 1563 y 1830)
El entorno tampoco ayuda mucho a dar buena impresión de la misma, la verdad
Está cerquita del río, y la autopista entra por un puente moderno y con cierto encanto.
Si seguimos bordeando el centro nos encontramos con un buen tramo de la antigua muralla que rodeaba Bratislava.
Pasamos bajo ella y hay una pequeña muestra de armas medievales: hachas, espadas...
Cruzamos por un puente la autopista y tenemos una bonita vista de la muralla y al final la Catedral, una auténtica pena que esté al lado de tanto asfalto.
Vemos que no son ni las 5, y decidimos subir hoy a Slavín y dejar la mañana del domingo tranquila con el Castillo de Bratislava (descartamos ir al de Devin porque me lo desaconsejó el compañero que estuvo aquí de Erasmus el año pasado). Está en lo alto de una colina dominando toda la ciudad en uno de los barrios más exclusivos y sirve como lugar de reposo eterno de 6.845 soldados soviéticos que murieron liberando el Oeste de Eslovaquia de los nazis en la primavera de 1945. Fue construida un enorme obelisco de 39 metros con un soldado soviético de 11 metros en lo alto en 1960 para conmemorar el 15º aniversario de la liberación de la ciudad.
A los pies del monumento hay estatuas homenajeando también a los soldados caídos en combate
En la parte de abajo de la columna hay una puerta con grabados de la vida cotidiana comunista
Y también estrellas con los nombres de las ciudades liberadas de toda la región y las fechas de liberación, como no Eslovaquia ocupa un lugar central.
Nos acercamos al mirador, donde hay buenas vistas de la ciudad, está completamente a nuestros pies. Se ven tanto el Castillo de Bratislava como el centro, donde resalta la catedral (sólo es bonita desde lejos, tiene tela el asunto)
Hay lápidas e inscripciones de los soldados rusos. Es un lugar precioso, pero también emotivo.
Hay además un enorme panel con los nombres de los casi 7.000 soldados muertos acompañados de su fecha de nacimiento y muerte, todo en ruso. Es descorazonador ver las de nacimiento, había muchísimos chavales de mi edad que murieron luchando.
Me quedé con una sensación muy extraña en el cuerpo, tras acabar de visitarlo tuve la necesidad de sentarme un rato solo a observarlo y a pensar, a dejar volar la mente y pensar todo el sufrimiento que vieron sufrir estas tierras hace no tanto. Estos sitios son duros de ver, no me quiero imaginar como me sentiré en Auschwitz o Vukovar (si finalmente lo visito)
Tras esta intensa visita bajamos al hostel a descansar. Nos tumbamos un rato y nos dimos una ducha totalmente reparadora. Tras esto salimos a cenar y tras vueltas y más vueltas acabamos en el único sitio que tenía la cocina abierta a las 9 y media, una hamburguesería, el Lokal Unas, con hamburguesas caseras enormes y ricas, tapas de jamón serrano y queso (madre mía como entraron) e incluso chupitos de té de tatra (la bebida tradicional eslovaca, 60º y era relativamente suave, para la graduación que tiene claro) que nos salió todo por unos 10€ por persona, al igual que el Slovak Pub muy recomendable.
De ahí nos fuimos al hostel, no teníamos cuerpo ni fuerzas para tomar una copa por el centro y dormimos como angelitos en las comodísimas camas del hostel, la verdad es que descansamos todos como bebés, qué gozada de colchones y almohadas...
Apareció unos 25 minutos antes y fuimos de los primeros en entrar, asientos amplios con pantalla individual con muchas películas, enchufe bajo el asiento... Todo un lujo para lo que es esta zona. El sueño se me había ido y me puse El Último Samurai en inglés subtitulada en checo, cuando tomaban como prisionero a Tom Cruise era surrealista, hablaban en japonés y estaba subtitulado al checo, pero ni aún así me dormí, solo pude echarme una cabezadita de unos 20 minutos justo antes de pasar la frontera. Desayunamos algo en la estación y cogimos un urbano (el 208) al hostel, cuesta solo 0.35€ siendo estudiantes un billete sencillo de un cuarto de hora (lo que lleva ir más o menos)
Dejamos allí las mochilas y tras robar un rato el WiFi para avisar de que llegamos bien y demás nos fuimos directos a patear un poco el centro antes de que empezara el Free Tour (sale de la plaza Hviedoslavovo, la alargada de la Ópera).
Desde el hostel parece que hay un buen tramo al centro sobre el mapa, pero en 5 minutos estábamos ahí y alucinando desde el principio, nos vinimos por hacer algo el finde pero desde que pusimos un pie aquí vimos que es un lugar realmente bonito.
Nos dejamos perder un rato por el centro (aún faltaba algo más de media hora para que empezara el Free Tour) y nos encontramos con rincones realmente bonitos, como este.
Sin saber muy bien como llegamos a la Hlavné Námestie (Plaza Principal), y aunque parezca mentira ese es su nombre literal; es la plaza central de Bratislava y cada conquistador le puso su nombre (se llamó Plaza del 4 de Abril durante el socialismo -es el día de la liberación de la ciudad por el Ejército Rojo- o Plaza de Hitler durante la ocupación nazi) Es preciosa, muy pequeña pero tiene algo que hizo que me encantara sentarme un rato a admirarla. El edificio con la torre no es una iglesia, es el Ayuntamiento antiguo de la ciudad.
Fuimos poco a poco hasta la Hviezdoslavovo Námetie (Plaza de Hviezdoslav) en honor a este poeta eslovaco que introdujo muchos nuevos términos a esta lengua. Es alargada y ajardinada, acogiendo en uno de sus extremos la Ópera, en la que se va a estrenar Carmen de Bizet (miramos para ir, en Europa del Este hay localidades muy baratas, pero ese día estaba completamente llena.
La plaza es alargada y los árboles a los lados le dan mucha tranquilidad, fuimos hacia el centro buscando el cartel de Be Free Tours para no llegar tarde.
Y lo encontramos justo al lado de la estatua de Hviezdoslav, una chica estaba ya con un nutrido grupo de personas. Finalmente éramos tantos que nos dividimos en dos grupos y nos tocó una guía llamada Andrea, nos contó que toda su familia es de Bratislava pero que había estudiado un par de años en el extranjero. Sabía toda la historia de la ciudad, pero la complementaba con leyendas populares y curiosidades del país y la ciudad, y además su inglés era muy bueno y se entendía la mar de bien; fue una gozada de tour, duró 2 horas y media pero nos dejó a todos con ganas de más. Os dejo el link, si vais a Bratislava os recomiendo encarecidamente hacerlo porque aprendereis mucho, os gustará aún más la ciudad y os recomendarán donde comer, cenar, tomar una copa...: www.befreetours.com/
Tras contarnos un poco la historia general de la ciudad (luego iba profundizando en episodios concretos en lugares relacionados con ellos) empezamos a desandar lo andado por nosotros libremente, pasando por el histórico Carlton en esa misma plaza.
Abandonamos la plaza para ver la estatua más famosa de la ciudad, Čumil un trabajador que asoma por una alcantarilla. La tradición dice que da buena suerte tocar su cabeza, pero las malas lenguas de Bratislava dicen que quien toque su nariz tendrá un hijo en el próximo año; nos hicimos una foto tocando la cabeza, pero no quisimos probar suerte con la nariz no vaya a ser.
Volvimos a pasar por la Plaza Principal, donde Andrea nos contó varias historias y anécdotas (es imposible recordar todas, mejor hacer el tour a poco nivel de inglés que tengais)
La ciudad está plagada de estatuas, la mayoría son bonitas y originales, como esta:
El centro está bastante cuidado, pero hay esquinas como esta que están casi cayéndose, una pena que los gobiernos durante la época socialista no miraran nada por cuidar la ciudad y su valioso patrimonio, solo se preocupaban de construir casas en los famosos edificios caja (llegaron a tirar varios monumentos para este fin y construyeron una autopista en la misma puerta de la catedral)
Las calles del centro tienen mucha vida, muchos bares tienen terrazas en la calle y hay tiendas de todo tipo, pero en ningún momento nos sentiremos euros con patas, en este sentido es perfecta la ciudad.
Llegamos a la famosa Michálska Brána (Puerta de San Miguel), la única que queda en pie de la antigua muralla de Bratislava. Tiene construida sobre ella la famosa Torre de San Miguel, coronada por un reloj y un dragón que fue colocado durante la reforma barroca de la construcción, allá por 1758.
Bajo ella hay una circunferencia en la que se indican las distancias a diferentes ciudades del mundo, sorprende ver Viena a menos de 60 y Budapest a menos de 200. Madrid está a 1.800 (en línea recta claro)
Esta es la puerta interior, hay otra exterior (había un espacio entre ambas por razones defensivas), hay varios restaurantes entre ambas, pero según el mito para los estudiantes que pasemos entre ambas en completo silencio aprobaremos los exámenes, así que evidentemente eso hicimos, que ninguna ayuda es mala.
Desde fuera de las antiguas murallas vemos una serie de bonitas casas y la torre reinando sobre ellas, es preciosa esta salida del centro histórico de la ciudad.
Hay además unos jardincillos la mar de tranquilos debajo, la guía nos dijo que se podía entrar pero no lo hicimos.
Y bajo una casa está la salida del centro histórico, pequeño pero precioso y que se deja patear en menos de una mañana (sin entrar a los museos, pero en cualquier caso con una mañana o tarde bien aprovechada es suficiente)
Nos vamos por la Namestié SNP (una calle que rodea el centro histórico) a una iglesia (Kostol Stefana) desde la que se tienen buenas vistas del castillo, no subiremos en el Free Tour, pero la guía nos cuenta algunas cosas y nos recomienda no pagar la entrada, sino simplemente subir y apreciar las vistas desde los jardines que el interior solo acoge exposiciones de arte moderno (tomamos buena nota del consejo)
En esa zona está Hodžovo Námestie, una bonita y moderna plaza que acoge el Palacio Presidencial eslovaco (Grassalkovich Palace), al estilo la Casa Blanca de Washington (perdón por la calidad de la foto desde el otro lado de la calle, habíamos visto ya el palacio desde el bus (nos impresionó) y no nos acercamos a investigar más de cerca el domingo por cansancio.
Nos detuvimos un buen rato en la SNP Námestie, las siglas son de Slovenske Narodne Povstanie (Alzamiento Nacional Eslovaco), que se dio en 1944 contra el Gobierno Nazi, y es que en 1939 las autoridades entregaron pacificamente el país a Adolf Hitler y el pueblo no hizo nada durante 5 años, hasta que estalló violentamente siendo tremendamente reprimidos. En esta plaza se produjeron manifestaciones multitudinarias durante el final de la época socialista que acabaron por tumbar el régimen y llevar la democracia al país. Hay estatuas que rememoran el alzamiento.
E incluso una enorme placa en eslovaco.
También acoge una bonita iglesia llamada Kostol Jana[/u]FM3DZhymI/AAAAAAAAEPA/Du9900oWAPU/s720-Ic42/DSC02723.jpg[/img]
Un poco más adelante llegamos al Stará Tržnica, el principal centro cívico de la ciudad y que acogía una feria de artesanía ese fin de semana (nos pasamos antes de comer pero era casi todo comida artesana y no encontramos nada interesante)
Enfrente está Kamenné Námestie, una plaza representativa por acoger el primer gran economato socialista de la ciudad, que levantó las iras de los ciudadanos al echar abajo muchos pequeños comercios de barrio.
Ya se va acabando el tour, y vamos hasta un lugar que nos llamó enormemente la atención, la Kostol svätej Alžbety (Iglesia de Santa Isabel o Azul), un templo muy bonito y de un color azul celeste. Es de art-nouveau y está claramente inspirada en las obras de Gaudí, fue construida en la primera década del siglo XX. Su color hace que parezca de juguete. Es un lugar increíble y que al no haber visto fotos de Bratislava (me tomé este viaje así) me sorprendió enormemente.
El interior es del mismo estilo, parece totalmente una iglesia de juguete
Hasta el coro parece de plastilina
Sin embargo está en un barrio soviético de edificios-caja y sin ningún atractivo, llama muchísimo la atención el contraste.
El Free Tour se acaba en la Safarikovo Námestie, una plaza con una estatua en medio y un parquecillo.
Pero muy relacionada con la Checoslovaquia comunista y la Primavera de Praga, una revuelta anticomunista en todo el país, en 1968, y es que aquí se hizo una de las fotos más famosas de aquella revuelta, que fue situada mucho tiempo erroneamente en Praga y cuyo autor fue reconocido después de morir al tener en un álbum familiar el negativo de la foto, era un periodista deportivo que no quiso salir a la luz por miedo a las represalias gubernamentales. (FOTO TOMADA DE GOOGLE)
Tras dejarle una propina a Andrea y preguntarle dónde comer nos corrobora lo que nos dijeron en el hostel y varios amigos que visitaron la ciudad fuimos al Slovak Pub un afamado pub donde sirven comida local. Pedimos un poco de todo y comimos como animales por 8 euros cada uno (cerveza incluida, como no) Muy recomendable si venís por Bratislava
Después de comer decidimos rematar el centro visitando la catedral, así que allí nos fuimos callejeando intentando pasar por nuevos rincones, como este empedrado bajo la sombra el Castillo (Hrad)
Y llegamos a la enorme Catedral de San Martín, un templo gótico muy deslucido por el gobierno socialista (construyeron la autopista de entrada a la ciudad justo en la puerta) Es conocido por haber sido el lugar de coronación del Reino de Hungría durante casi tres siglos (entre 1563 y 1830)
El entorno tampoco ayuda mucho a dar buena impresión de la misma, la verdad
Está cerquita del río, y la autopista entra por un puente moderno y con cierto encanto.
Si seguimos bordeando el centro nos encontramos con un buen tramo de la antigua muralla que rodeaba Bratislava.
Pasamos bajo ella y hay una pequeña muestra de armas medievales: hachas, espadas...
Cruzamos por un puente la autopista y tenemos una bonita vista de la muralla y al final la Catedral, una auténtica pena que esté al lado de tanto asfalto.
Vemos que no son ni las 5, y decidimos subir hoy a Slavín y dejar la mañana del domingo tranquila con el Castillo de Bratislava (descartamos ir al de Devin porque me lo desaconsejó el compañero que estuvo aquí de Erasmus el año pasado). Está en lo alto de una colina dominando toda la ciudad en uno de los barrios más exclusivos y sirve como lugar de reposo eterno de 6.845 soldados soviéticos que murieron liberando el Oeste de Eslovaquia de los nazis en la primavera de 1945. Fue construida un enorme obelisco de 39 metros con un soldado soviético de 11 metros en lo alto en 1960 para conmemorar el 15º aniversario de la liberación de la ciudad.
A los pies del monumento hay estatuas homenajeando también a los soldados caídos en combate
En la parte de abajo de la columna hay una puerta con grabados de la vida cotidiana comunista
Y también estrellas con los nombres de las ciudades liberadas de toda la región y las fechas de liberación, como no Eslovaquia ocupa un lugar central.
Nos acercamos al mirador, donde hay buenas vistas de la ciudad, está completamente a nuestros pies. Se ven tanto el Castillo de Bratislava como el centro, donde resalta la catedral (sólo es bonita desde lejos, tiene tela el asunto)
Hay lápidas e inscripciones de los soldados rusos. Es un lugar precioso, pero también emotivo.
Hay además un enorme panel con los nombres de los casi 7.000 soldados muertos acompañados de su fecha de nacimiento y muerte, todo en ruso. Es descorazonador ver las de nacimiento, había muchísimos chavales de mi edad que murieron luchando.
Me quedé con una sensación muy extraña en el cuerpo, tras acabar de visitarlo tuve la necesidad de sentarme un rato solo a observarlo y a pensar, a dejar volar la mente y pensar todo el sufrimiento que vieron sufrir estas tierras hace no tanto. Estos sitios son duros de ver, no me quiero imaginar como me sentiré en Auschwitz o Vukovar (si finalmente lo visito)
Tras esta intensa visita bajamos al hostel a descansar. Nos tumbamos un rato y nos dimos una ducha totalmente reparadora. Tras esto salimos a cenar y tras vueltas y más vueltas acabamos en el único sitio que tenía la cocina abierta a las 9 y media, una hamburguesería, el Lokal Unas, con hamburguesas caseras enormes y ricas, tapas de jamón serrano y queso (madre mía como entraron) e incluso chupitos de té de tatra (la bebida tradicional eslovaca, 60º y era relativamente suave, para la graduación que tiene claro) que nos salió todo por unos 10€ por persona, al igual que el Slovak Pub muy recomendable.
De ahí nos fuimos al hostel, no teníamos cuerpo ni fuerzas para tomar una copa por el centro y dormimos como angelitos en las comodísimas camas del hostel, la verdad es que descansamos todos como bebés, qué gozada de colchones y almohadas...