La última parte de nuestro viaje consistía en visitar las playas más conocidas del sur. En la provincia de Krabi, Railay y después Phi Phi. La verdad es que cuando organicé el viaje tuve bastante miedo de lo que me iba a encontrar por esta zona. Sobre todo porque era el final del viaje y no tenía ganas de que estuviera abarrotado de gente y no lo disfrutáramos. Pero no fue así. Desde luego que estas zonas son mucho más turísticas que Khao Lak, donde habíamos estado y que estaba desierta, o que el parque nacional de Khao Sok, pero nada exagerado, sobre todo si se aleja uno de las multitudes de los puertos principales. Pero, sobre gustos no hay nada escrito. Conocimos a una chica en Phi Phi a la que no le gustó nada porque decía que venía de Koh Lanta y que aquello era un paraíso sin apenas gente y que en Phi Phi había mucha. Desde luego, si se quiere estar casi solo, mejor huir de Phi Phi o Railay y elegir Koh Lanta o Khao Lak. Pero, en cualquier caso, el turismo de Phi Phi o de Railay comparado con el de Mallorca, es una risa, al menos fuera de los puertos principales, que es donde nos alojamos nosotros.
A Railay llegamos contratando un taxi desde el mismo hotel de Khao Sok en el que estábamos, el Khao Sok Hotel and Spa. En la recepción del hotel tienen una carpetilla en la que dice taxis y allí se pueden ver los precios de los taxis por llevarte a los distintos sitios. Entre otras muchas localizaciones estaba en el listado Ao Nang, puerto más cercano a la península de Railay. Creo recordar que eran unos 1800 baths, unos 45 euros entre seis. Contratamos el taxi minivan que nos recogió del hotel la mañana del día 2 de diciembre y nos llevó a Ao Nang.
Ao Nang es un puerto bastante grande con muchísimos puestos de tiendas y restaurantes. Con una playa, Tonsai, en la que atracan multitud de barcos, por lo que no es la más bonita. También hay muchísimas agencias que te ofrecen todo tipo de excursiones a Phi Phi, a las cuatro islas, a las islas Hong, a Railay, etc. Según llegamos a Ao Nang cogimos en la playa un long tail que por 100 baths por persona nos llevó a nuestro hotel de Railay. Dejamos las maletas y volvimos a Ao Nang a sacar dinero y a contratar las excursiones para los próximos dos días. Ao Nang no es especialmente bonito, pero tiene muchos sitios de cambio, restaurantes y agencias para contratar excursiones.
Railay es una península a cinco minutos de Ao Nang, el puerto grande más próximo cercano. Aunque no es una isla, a Railay sólo se puede llegar por mar por lo abrupto y escarpado que es, ya que no se puede cruzar por carretera. El long tail nos deja en la playa en Railay West y hay que mojarse los pies, así que mejor ya con las chanclas puestas y que el equipaje se pueda poner a la espalda o que no pese demasiado para levantarlo, porque hay que pasarlo por la arena.
En Railay hay tres playas, bueno, más bien dos, porque la tercera es un manglar que no vale para bañarse y en la que hay muchos restaurantes y también algunos hoteles.
La playa grande y chula es Railay West, el lado oeste de Railay. Es una playa muy bonita, y sobre todo tiene unas puestas de sol preciosas, pero la verdad es que quizás para mi gusto está algo sobrevalorada entre los españoles. Es una playa chula desde luego, pero a mí me gustó más Phi Phi.
En Railay nos alojamos en Railay West, en el Sand Sea Resort. La ubicación muy buena y también los exteriores del hotel están muy bien. Por lo demás, a mí es el hotel que menos me gustó del viaje. El desayuno muy bien. En la recepción no son especialmente simpáticos. Lo justo. En esta zona predomina la religión musulmana.
El hotel tiene unas tumbonas que dan a la playa para ver la puesta de sol fantásticas y para escuchar el mar por la noche y tiene también una pequeña piscina en medio, pero está ya muy viejito, sobre todo el baño y tampoco se ve demasiado limpio. Aunque es un tema muy personal, yo es el único hotel del viaje que quizás intentaría mejorar. Eso sí la puesta de sol de esta playa es espectacular.
Tumbonas del hotel para ver la increíble puesta de sol. Detrás se aprecian los exteriores del hotel:
Mono viendo al lado la misma puesta de sol sobre el tejado del hotel. Me pareció gracioso, allí plantado haciendo lo mismo que los turistas de alrededor:
Puesta de sol desde Railay West:
Así es la playa de Railay West de día:
La otra playa bonita de la península de Railay es Phra Nang. Phra Nang estaría en la punta de la península. Para llegar desde Railay West hay que ir a Railay East atravesando el Walking Street. Al llegar a Railay East, se tira a la derecha hasta el final y de ahí sale un camino que indica Phra Nang Beach. Ojo con la parte final del camino, la que va de Railay East a la playa de Phra Nang, porque está llena de monos, que se pueden volver un poco agresivos y pueden intentar quitarte algo que lleves si les gusta. Es mejor no hacerles muchas gracietas. La playa es preciosa pero pequeñita, con unas rocas muy características que caen sobre el mar. Es muy conocida esta playa para los escaladores. En la misma playa hay dos cuevas, una dedicada a los penes llena de ofrendas con formas fálicas. Pongo fotos de esta playa:
En el lado opuesto de Railay West, donde nos alojábamos, está Railay East. En esta zona hay muchos restaurantes y bares y también hoteles, incluso alguno lujoso, pero la zona no vale nada. Es un manglar. No puede llamarse ni playa. Lo único por lo que puede merecer la pena ir a Railay East es los restaurantes o bares, que están todos pegados uno al lado de otro y que están mucho mejor que los de Railay West (no tiene más que los propios restaurantes de los hoteles, que además, son muy caros). La verdad es que solo pasamos por Railay East una noche y tampoco encontramos tanto ambiente, ni tan siquiera en el Last Bar, que es el último de Railay East, del que había leído que estaba muy bien. Quizás porque fuimos muy pronto, no sé. Pero en general, puedo afirmar que Railay es un sitio muy tranquilo. A las once ya empieza a estar todo medio cerrado.
Para llegar a Railay East desde Railay West hay que dirigirse al este de la playa (mirando hacia el mar). Al este de la playa sale un camino que cruza hacia el otro lado de la península, atravesándola. Este camino se llama "Walking Street". Tiene un cartel grande que lo dice. En una de las fotos se ve. Todo el camino está lleno de restaurantes y tiendas. Para mí esta es la zona más animada para cenar o tomar una cerveza.
En algunos de estos restaurantes tienen el pescado y marisco expuesto. Se pide el que nos guste y lo venden al peso y lo preparan. Si lo queréis a la brasa, hay que pedirlo así expresamente. Lo entienden bien. Si no, os lo preparan a su manera, que es también a la brasa pero envuelto en papel albal con una salsa. De precio está muy bien. También tienen como ofertas familiares en plan un pescado, tres gambas de un tipo, tres de otro y un puñado de mejillones, tanto. No recuerdo exactamente el precio, pero el primer día nos la colaron con la hora feliz. Nos dijeron que pedíamos dos cócteles y nos cobraban uno. Al pagar resultó que no era como nos habían explicado y del segundo cóctel nos cobraban la mitad y además, tampoco incluían en la oferta las dos cervezas grandes que había pedido uno del grupo cuando antes nos habían dicho que también entraba el dos por uno en las cervezas. De no habernos explicado ese rollo de la hora feliz, nos habríamos tomado simplemente una cerveza cada uno y nos habría salido muchísimo mejor de precio. Aún con esto, pagamos unos de 20 euros por persona por un pescado grande para cada dos, gambas, mejillones y dos mojitos. No está nada mal... Pero aún así, no piqueis con lo de la hora feliz, que es un cuento y se le queda a uno cara de tonto.
A nosotros para cenar, y a pesar del timo de la hora feliz, la zona que más nos gustó fue esta de la Walking Street. Al final de Walking Street, el último día cenamos en una pizzería que está al final de la calle, ya cerca de Railay East. Las pizzas estaban increíblemente buenas, de masa muy finita, artesanales y las hacían allí mismo en horno de leña. Un sitio que parecía un poco desangelado pero que cuando nos sentamos empezó a cobrar ambiente y resultó una gran elección a la que empezaron a aparecer esas pizzas tan buenísimas.
EXCURSIONES:
Desde Ao Nang contratamos dos excursiones para dos días consecutivos: una excursión a las cuatro islas y otra a las islas Hong. Las excursiones las contratamos en uno de los múltiples stands que hay en Ao Nang. Nosotros como en casi todas las excursiones contratamos un long tail solo para nosotros. Es mucho más cómodo y agradable que las excursiones que salen en barco rápido con un montón de gente.
Las cuatro islas son dos islas que están pegadas (Tup y Mur) y que se puede ir andando de una a otra, la Poda Island y Chicken Island. En esta última no se para, sino que únicamente se pasa por delante con el long tail para hacer la foto.
Fotos de la excursión de las cuatro islas:
Nos pararon en un lugar en medio del mar en el que hicimos muy buen esnorquel:
Chicken Island, evidentemente:
Poda Island:
A mí personalmente me gustó más Poda Island que las dos primeras, Tup y Mur. Estas dos son pequeñas y están unidas y todo el mundo hace el mismo recorrido, de ir andando de una a la otra, por lo que hay bastante gente y long tails apiñados en no mucho espacio. Poda Island es más grande. Tiene una zona, donde se ve esta piedra en el mar que sale en la foto en la que se concentra bastante gente, pero dando un paseo hacia la derecha, hay toda una playa enorme y muy bonita con muy poquita gente. También nos pararon con el long tail en una zona en la que hicimos muy buen snorquel. Yo, si volviera a repetir, quizás haría parar en Tup Y Mur por verlo, pero no emplearía demasiado tiempo aquí.
EXCURSIÓN A LAS HONG ISLANDS:
Nuestro segundo día en Railay hicimos la excursión a Hong Islands, que están un poco más lejos que las cuatro islas, aunque no mucho. Estuvimos en una laguna interior muy chula y en algunas playas muy bonitas.
Fotos de las Hong:
A Railay llegamos contratando un taxi desde el mismo hotel de Khao Sok en el que estábamos, el Khao Sok Hotel and Spa. En la recepción del hotel tienen una carpetilla en la que dice taxis y allí se pueden ver los precios de los taxis por llevarte a los distintos sitios. Entre otras muchas localizaciones estaba en el listado Ao Nang, puerto más cercano a la península de Railay. Creo recordar que eran unos 1800 baths, unos 45 euros entre seis. Contratamos el taxi minivan que nos recogió del hotel la mañana del día 2 de diciembre y nos llevó a Ao Nang.
Ao Nang es un puerto bastante grande con muchísimos puestos de tiendas y restaurantes. Con una playa, Tonsai, en la que atracan multitud de barcos, por lo que no es la más bonita. También hay muchísimas agencias que te ofrecen todo tipo de excursiones a Phi Phi, a las cuatro islas, a las islas Hong, a Railay, etc. Según llegamos a Ao Nang cogimos en la playa un long tail que por 100 baths por persona nos llevó a nuestro hotel de Railay. Dejamos las maletas y volvimos a Ao Nang a sacar dinero y a contratar las excursiones para los próximos dos días. Ao Nang no es especialmente bonito, pero tiene muchos sitios de cambio, restaurantes y agencias para contratar excursiones.
Railay es una península a cinco minutos de Ao Nang, el puerto grande más próximo cercano. Aunque no es una isla, a Railay sólo se puede llegar por mar por lo abrupto y escarpado que es, ya que no se puede cruzar por carretera. El long tail nos deja en la playa en Railay West y hay que mojarse los pies, así que mejor ya con las chanclas puestas y que el equipaje se pueda poner a la espalda o que no pese demasiado para levantarlo, porque hay que pasarlo por la arena.
En Railay hay tres playas, bueno, más bien dos, porque la tercera es un manglar que no vale para bañarse y en la que hay muchos restaurantes y también algunos hoteles.
La playa grande y chula es Railay West, el lado oeste de Railay. Es una playa muy bonita, y sobre todo tiene unas puestas de sol preciosas, pero la verdad es que quizás para mi gusto está algo sobrevalorada entre los españoles. Es una playa chula desde luego, pero a mí me gustó más Phi Phi.
En Railay nos alojamos en Railay West, en el Sand Sea Resort. La ubicación muy buena y también los exteriores del hotel están muy bien. Por lo demás, a mí es el hotel que menos me gustó del viaje. El desayuno muy bien. En la recepción no son especialmente simpáticos. Lo justo. En esta zona predomina la religión musulmana.
El hotel tiene unas tumbonas que dan a la playa para ver la puesta de sol fantásticas y para escuchar el mar por la noche y tiene también una pequeña piscina en medio, pero está ya muy viejito, sobre todo el baño y tampoco se ve demasiado limpio. Aunque es un tema muy personal, yo es el único hotel del viaje que quizás intentaría mejorar. Eso sí la puesta de sol de esta playa es espectacular.
Tumbonas del hotel para ver la increíble puesta de sol. Detrás se aprecian los exteriores del hotel:
Mono viendo al lado la misma puesta de sol sobre el tejado del hotel. Me pareció gracioso, allí plantado haciendo lo mismo que los turistas de alrededor:
Puesta de sol desde Railay West:
Así es la playa de Railay West de día:
La otra playa bonita de la península de Railay es Phra Nang. Phra Nang estaría en la punta de la península. Para llegar desde Railay West hay que ir a Railay East atravesando el Walking Street. Al llegar a Railay East, se tira a la derecha hasta el final y de ahí sale un camino que indica Phra Nang Beach. Ojo con la parte final del camino, la que va de Railay East a la playa de Phra Nang, porque está llena de monos, que se pueden volver un poco agresivos y pueden intentar quitarte algo que lleves si les gusta. Es mejor no hacerles muchas gracietas. La playa es preciosa pero pequeñita, con unas rocas muy características que caen sobre el mar. Es muy conocida esta playa para los escaladores. En la misma playa hay dos cuevas, una dedicada a los penes llena de ofrendas con formas fálicas. Pongo fotos de esta playa:
En el lado opuesto de Railay West, donde nos alojábamos, está Railay East. En esta zona hay muchos restaurantes y bares y también hoteles, incluso alguno lujoso, pero la zona no vale nada. Es un manglar. No puede llamarse ni playa. Lo único por lo que puede merecer la pena ir a Railay East es los restaurantes o bares, que están todos pegados uno al lado de otro y que están mucho mejor que los de Railay West (no tiene más que los propios restaurantes de los hoteles, que además, son muy caros). La verdad es que solo pasamos por Railay East una noche y tampoco encontramos tanto ambiente, ni tan siquiera en el Last Bar, que es el último de Railay East, del que había leído que estaba muy bien. Quizás porque fuimos muy pronto, no sé. Pero en general, puedo afirmar que Railay es un sitio muy tranquilo. A las once ya empieza a estar todo medio cerrado.
Para llegar a Railay East desde Railay West hay que dirigirse al este de la playa (mirando hacia el mar). Al este de la playa sale un camino que cruza hacia el otro lado de la península, atravesándola. Este camino se llama "Walking Street". Tiene un cartel grande que lo dice. En una de las fotos se ve. Todo el camino está lleno de restaurantes y tiendas. Para mí esta es la zona más animada para cenar o tomar una cerveza.
En algunos de estos restaurantes tienen el pescado y marisco expuesto. Se pide el que nos guste y lo venden al peso y lo preparan. Si lo queréis a la brasa, hay que pedirlo así expresamente. Lo entienden bien. Si no, os lo preparan a su manera, que es también a la brasa pero envuelto en papel albal con una salsa. De precio está muy bien. También tienen como ofertas familiares en plan un pescado, tres gambas de un tipo, tres de otro y un puñado de mejillones, tanto. No recuerdo exactamente el precio, pero el primer día nos la colaron con la hora feliz. Nos dijeron que pedíamos dos cócteles y nos cobraban uno. Al pagar resultó que no era como nos habían explicado y del segundo cóctel nos cobraban la mitad y además, tampoco incluían en la oferta las dos cervezas grandes que había pedido uno del grupo cuando antes nos habían dicho que también entraba el dos por uno en las cervezas. De no habernos explicado ese rollo de la hora feliz, nos habríamos tomado simplemente una cerveza cada uno y nos habría salido muchísimo mejor de precio. Aún con esto, pagamos unos de 20 euros por persona por un pescado grande para cada dos, gambas, mejillones y dos mojitos. No está nada mal... Pero aún así, no piqueis con lo de la hora feliz, que es un cuento y se le queda a uno cara de tonto.
A nosotros para cenar, y a pesar del timo de la hora feliz, la zona que más nos gustó fue esta de la Walking Street. Al final de Walking Street, el último día cenamos en una pizzería que está al final de la calle, ya cerca de Railay East. Las pizzas estaban increíblemente buenas, de masa muy finita, artesanales y las hacían allí mismo en horno de leña. Un sitio que parecía un poco desangelado pero que cuando nos sentamos empezó a cobrar ambiente y resultó una gran elección a la que empezaron a aparecer esas pizzas tan buenísimas.
EXCURSIONES:
Desde Ao Nang contratamos dos excursiones para dos días consecutivos: una excursión a las cuatro islas y otra a las islas Hong. Las excursiones las contratamos en uno de los múltiples stands que hay en Ao Nang. Nosotros como en casi todas las excursiones contratamos un long tail solo para nosotros. Es mucho más cómodo y agradable que las excursiones que salen en barco rápido con un montón de gente.
Las cuatro islas son dos islas que están pegadas (Tup y Mur) y que se puede ir andando de una a otra, la Poda Island y Chicken Island. En esta última no se para, sino que únicamente se pasa por delante con el long tail para hacer la foto.
Fotos de la excursión de las cuatro islas:
Nos pararon en un lugar en medio del mar en el que hicimos muy buen esnorquel:
Chicken Island, evidentemente:
Poda Island:
A mí personalmente me gustó más Poda Island que las dos primeras, Tup y Mur. Estas dos son pequeñas y están unidas y todo el mundo hace el mismo recorrido, de ir andando de una a la otra, por lo que hay bastante gente y long tails apiñados en no mucho espacio. Poda Island es más grande. Tiene una zona, donde se ve esta piedra en el mar que sale en la foto en la que se concentra bastante gente, pero dando un paseo hacia la derecha, hay toda una playa enorme y muy bonita con muy poquita gente. También nos pararon con el long tail en una zona en la que hicimos muy buen snorquel. Yo, si volviera a repetir, quizás haría parar en Tup Y Mur por verlo, pero no emplearía demasiado tiempo aquí.
EXCURSIÓN A LAS HONG ISLANDS:
Nuestro segundo día en Railay hicimos la excursión a Hong Islands, que están un poco más lejos que las cuatro islas, aunque no mucho. Estuvimos en una laguna interior muy chula y en algunas playas muy bonitas.
Fotos de las Hong: