15 días maravillosos en Thailandia ✏️ Blogs de Tailandia

Hola viajeros, hemos vuelto de Thailandia hace un mes y todavía estamos alucinando con lo que hemos visto y vivido.
Después de planificar a conciencia nuestro viaje, por libre, nos encontramos con el primer (y por suerte único) problema: dos días antes de la salida (24/09/14), nuestros vuelos de ida quedan anulados por la huelga de pilotos de AIR FRANCE, por lo que llamamos al servicio de atención al cliente de dicha compañía para explicarles que tenemos cuatro hoteles reservados en cuatro ciudades diferentes de Thailandia (Bangkok, Sukhothai, Chiang Rai y Chiang Mai) y tres vuelos internos (Chiang Mai-Mae Hong Son-Chiang Mai y Chiang Mai-Bangkok). El operador que nos atendió, al cual estaremos siempre agradecidos, después de unos minutos de incertidumbre nos recolocó en KLM, vía Amsterdam, variando un poco el itinerario y llegando a nuestro destino tan solo dos horas después de lo previsto inicialmente, por lo que pudimos empezar nuestra visita a Thailandia tal como la habíamos planificado.
para el operador anónimo del servicio de atención al cliente de AIR FRANCE.
Al ser la escala en Amsterdam de 6 horas, decidimos ir hasta la ciudad, ya que está a 15 minutos en tren del aeropuerto, para visitarla (aunque ya la conocemos) y comer algo allí.

---

A las 12 del mediodia, una vez instalados en la habitación del hotel de Bangkok (Mandarin, no hace falta ningún comentario, solo decir que es un hotel 10) y después de organizarnos un poco, salimos del mismo para iniciar la primera visita a la ciudad.
Como el hotel está a unos 300 mts. de la estación del metro (MRT) de Sam Yan y llevábamos planos del transporte público, decidimos movernos con este hasta la estación Hua Lamphong y desde allí al Palacio Real, al templo Wat Arun y al templo Wat Pho con los autobuses acuáticos.
Solo salir de la estación de metro, nos abordó el conductor de un Tuk-Tuk, el cual se ofreció a llevarnos hasta el muelle para coger uno de estos autobuses por el módico precio de 20 baths (1/2 euro), lo cual nos pareció extrañamente barato, pero nos montamos, más que nada por las ganas de probar el Tuk-Tuk que por otra cosa.
A nuestra llegada al muelle, le pagamos los 20 baths al conductor y nos vamos la taquilla para comprar los billetes del bus acuático, pero la señora de la taquilla nos informa que se trata de un muelle privado y nos ofrece una excursión de una hora por el río Chao Praya por 2500 baths por persona (en total 121 euros), lo cual nos pareció extremadamente caro para un país, en general, muy barato.
Como ya habíamos leído en algún foro de Thailandia que los conductores de los Tuk-Tuk se llevan una buena comisión por llevar a los turistas a estos y otros tours, dedujimos que el nuestro esperaba lo mismo de nosotros y el gancho era abaratar el traslado al máximo.
Total, que le decimos a la taquillera que no nos interesa y a 100 mts. encontramos el muelle de los buses acuáticos (hay que subirse en los que llevan las banderas azul o naranja, que son los que utilizan los habitantes de Bangkok), y por 20 baths nos llevó hasta nuestra primera visita.
Empezamos por el Wat Pho, que es donde se encuentra un BUDA dorado inclinado de 25 mts. de largo y toda una serie de templos adicionales muy bien conservados y unas estupas magníficas, para, acto seguido, coger un transbordador e ir a la orilla de enfrente del río y visitar el Wat Arun, en el que para subir hay unas escaleras casi verticales, pero una vez arriba tienes unas muy buenas vistas de la ciudad.
Una vez finalizadas las visitas a los dos templos, paramos a comer una sopa thailandesa y unas brochetas en un chiringuito callejero, de los cientos (diria que incluso miles) que hay en Bangkok.
Ya con el estómago lleno, nos dirigimos al palacio real, pero al llegar nos informan que está cerrado y que deberemos esperar hasta el día siguiente para visitarlo.
Pues nada, a tirar de plano y a ver que hacemos.
Como estamos relativamente cerca de Khao San Road, que es donde está la zona de más animación y donde hay más bares y tiendas de todo Bangkok, decidimos ir hasta allí para ver el ambiente.
A medio camino, vemos unas paradas en la calle donde hacen masajes en las piernas y los pies y decidimos hacernos uno para relajarnos un poco, puesto que desde que salimos de Barcelona no hemos tenido un momento de relax.
Después del masaje, parecía que fuésemos flotando y nos vimos con más fuerzas para continuar hasta Khao San Road, y al llegar, ya de noche, nos sentamos en la terraza de un bar a tomar unas cervezas y ver pasar a la gente, para cenar allí mismo un poco después, por cierto bastante bien.
Después de cenar, regresamos al hotel en un Tuk-Tuk (100 baths previa negociación) para descansar y coger fuerzas para el día siguiente, tercera etapa de nuestro viaje y visita de los mercados del tren (Mae Klong) i flotante (Ampawa).

---

Segundo día en Bangkok y primera excursión fuera de la ciudad.
Con el metro subterráneo (MRT) i el aéreo (BTS), llegamos a Victory Monument, que es una gran plaza desde donde salen todas las Vans (furgonetas de 10-12 plazas), que te llevan a cualquier parte y después de cambiar unos cuantos euros compramos los billetes (160 baths los dos, o sea 4 euros) para ir a MAE KLONG, a unos 100 km. de Bangkok, que es donde está el mercado del tren, que no es ni más ni menos que un mercado local de alimentación, que está, literalmente, en medio de la vía del tren, justo antes de la estación final de la línea.
El tren llega cuatro veces al día a dicha estación, por lo que debe cruzar el mercado ocho veces, cuatro a la ida y cuatro a la vuelta y los vendedores deben retirar los productos y los toldos tantas veces como pasa el tren, por lo que tienen las paradas organizadas de tal manera que unos momentos antes de su paso las retiran y tal como ha pasado las vuelen a colocar en su sitio en una extraña convivencia entre el tren y el mercado, creo que única en el mundo.
Aparte de lo curioso de la situación de este mercado, una vez que estás en medio te llegan toda clase de sensaciones visuales y olfativas (sobre todo olfativas), puesto que todos los productos frescos, pescado, carne, etc. están expuestos al público sin ningún tipo de método de refrigeración o conservación y teniendo en cuenta que la temperatura ambiente era de unos 35 grados, los olores, sobre todo del pescado, eran realmente fuertes y penetrantes, aunque la gente compraba sin ningún tipo de reparo (tendrán los estómagos preparados, digo yo) todo tipo de productos de alimentación.
Seguidamente, alquilamos un Tuk-Tuk para que nos lleve al mercado flotante de AMPAWA y previa negociación nos lleva por 120 baths, para un trayecto de unos 10 km. aproximadamente.
Hay que decir que el mercado flotante de AMPAWA, que solo está abierto los fines de semana por la tarde, no es el típico mercado turístico para extranjeros sino que es un mercado turístico pero para los propios thailandeses, donde se venden productos locales y se cocinan comidas locales.
Comimos en un restaurante varios platos típicos y nos descuidamos de decirle a la camarera que no pusieran picante en la comida, pero por suerte, una buena cerveza CHANG nos ayudó a paliar los efectos del picante.
Después de comer hicimos la visita al mercado donde por todos lados hay unas escaleras que bajan hasta el canal, con mesas y sillas, los thailandeses se sientan y los productores locales cocinan directamente sus productos en las barcas y los ofrecen al público en general y donde hay también un montón de paradas y tiendas de recuerdos.
Seguidamente hicimos un tour de una hora por los canales, descubriendo parajes singulares y a la vuelta cogimos una Van para regresar a Bangkok.

---