Hoy también toca desayuno escocés! Siendo un alojamiento de Airbnb, Ian lo ofrece con desayuno completo. Empezamos con zumo, té/café y cereales, para seguir con el plato caliente. Se me ha olvidado decirle que lo prefería sin morcilla o black pudding, así que Xabi se tiene que comer las dos raciones, jaja!
Durante el desayuno y cuando acabamos, charlamos con Ian, un hombre jubilado que vive tranquilamente en Dingwall. Nos pregunta por nuestra ruta, y nos enseña un libro de mapas en el que nos muestra diferentes sitios que podemos ver. Insiste en que nos llevemos el libro y se lo devolvamos cuando nos vayamos, así que lo llevamos al coche.
La primera parada del día es Urquhart Castle, a orillas del Lago Ness. Cuando llegamos al parking empieza a llover… oh no! Pasamos con la Explorer Pass, entrando a la tienda, donde también hay una pequeña exposición con explicaciones sobre el castillo. También van a emitir un video corto sobre la historia del castillo en breve, así que entramos a la sala y lo vemos. Lo mejor, es que al terminar, se abre una cortina y tras una cristalera, aparece el castillo justo enfrente de nosotros, precioso!
Bajamos ya a verlo por dentro, pasando primero por la catapulta de madera en el exterior de la muralla. Por suerte ya no llueve! Entramos y pasamos un rato recorriendo las diferentes zonas del castillo. Y de repente, oímos una gaita y nos acercamos a ver el espectáculo. Estar escuchando esta música en directo, en este castillo sobre el Lago Ness es sencillamente espectacular. Después de un rato tocando, Stud the piper anima a la gente a sacarse fotos con él mientras toca. Y después empieza a hablar en castellano con un grupo de turistas madrileños. Les cuenta que ha aprendido a hablar español solo hablando con turistas, impresionante!
Al salir de Urquhart, vamos camino a Fort George, y es en este trayecto cuando conduzco por primera vez en el viaje, la verdad que se hace eterno, además de comerme unas cuantas aceras (a Xabi también le pasaría en otra ocasión, aunque yo soy más “paquete”, jaja). Fort George es una fortaleza que construyeron los ingleses después de una guerra con los Highlanders. Aunque les vencieron fácilmente, decidieron construir esta fortaleza y persiguieron a los habitantes de las Highlands, prohibiendo hasta la gaita y los trajes regionales típicos, como el kilt. Pasamos un rato visitando el fuerte, y a la salida estrenamos nuestra manta de picnic para comer, hace hasta calorcito y se está muy a gusto, con el mal tiempo que parecía que hacía por la mañana.
Después de comer, nos vamos a la zona este del Lago Ness. Ian nos había recomendado parar en un sitio llamado Dores, pero creemos que lo hemos pasado. Aun así, paramos un poco más adelante y bajamos a la orilla del lago, donde hay una vista muy bonita. Hasta nos “metemos” un poquito en el lago para llegar hasta una roca que hay cerca de la orilla. Qué zona más chula! El peligro de acercarse a los lagos es que los midges, pequeños mosquitos que habitan las zonas húmedas, campan a sus anchas y nos acribillan un poquito.
Seguimos conduciendo hasta llegar al aparcamiento de Foyer Falls. Bajamos hasta la cascada, y hacemos parte de un recorrido más largo, paseando por el bosque y siguiendo las huellas de las ardillas rojas (hay explicaciones por todo el parque), aunque no vemos ninguna.
A la vuelta sí que paramos en Dores Inn, la zona que nos había recomendado Ian. Aquí tienen un restaurante y bar con terraza montado muy chulo. Nos relajamos un rato y yo alucino con la caravana de un hombre cuyo nombre no recuerdo, que lleva más de 20 años buscando al monstruo del Lago Ness, habiendo dejado su profesión para dedicarse a tiempo completo a tratar de encontrar a Nessie. Hasta que se compró una caravana y se vino a vivir a orillas del lago, donde vive vendiendo figuritas de Nessie que hace él mismo. Hay un poste con un artículo de periódico al lado de la caravana que cuenta su historia, pero parece que en ese momento no está en casa.
No nos hemos quedado a cenar en Dores ya que queríamos ir a Inverness. Lo malo es que al llegar, por todos los pubs y restaurantes que pasamos ya han cerrado la cocina, que rabia! Porque además hay algunos sitios que tienen ambientazo y nos apetecía cenar en un pub. Al final acabamos cenando en un restaurante tailandés que cierra más tarde, que tampoco está nada mal para recordar viejos tiempos y porque nos encanta esa comida; pero yo al menos me he quedado con ganas de pub.
Aunque no hayamos visto a Nessie, este día alrededor del Lago Ness nos ha encantado!
Durante el desayuno y cuando acabamos, charlamos con Ian, un hombre jubilado que vive tranquilamente en Dingwall. Nos pregunta por nuestra ruta, y nos enseña un libro de mapas en el que nos muestra diferentes sitios que podemos ver. Insiste en que nos llevemos el libro y se lo devolvamos cuando nos vayamos, así que lo llevamos al coche.
La primera parada del día es Urquhart Castle, a orillas del Lago Ness. Cuando llegamos al parking empieza a llover… oh no! Pasamos con la Explorer Pass, entrando a la tienda, donde también hay una pequeña exposición con explicaciones sobre el castillo. También van a emitir un video corto sobre la historia del castillo en breve, así que entramos a la sala y lo vemos. Lo mejor, es que al terminar, se abre una cortina y tras una cristalera, aparece el castillo justo enfrente de nosotros, precioso!
Bajamos ya a verlo por dentro, pasando primero por la catapulta de madera en el exterior de la muralla. Por suerte ya no llueve! Entramos y pasamos un rato recorriendo las diferentes zonas del castillo. Y de repente, oímos una gaita y nos acercamos a ver el espectáculo. Estar escuchando esta música en directo, en este castillo sobre el Lago Ness es sencillamente espectacular. Después de un rato tocando, Stud the piper anima a la gente a sacarse fotos con él mientras toca. Y después empieza a hablar en castellano con un grupo de turistas madrileños. Les cuenta que ha aprendido a hablar español solo hablando con turistas, impresionante!
Al salir de Urquhart, vamos camino a Fort George, y es en este trayecto cuando conduzco por primera vez en el viaje, la verdad que se hace eterno, además de comerme unas cuantas aceras (a Xabi también le pasaría en otra ocasión, aunque yo soy más “paquete”, jaja). Fort George es una fortaleza que construyeron los ingleses después de una guerra con los Highlanders. Aunque les vencieron fácilmente, decidieron construir esta fortaleza y persiguieron a los habitantes de las Highlands, prohibiendo hasta la gaita y los trajes regionales típicos, como el kilt. Pasamos un rato visitando el fuerte, y a la salida estrenamos nuestra manta de picnic para comer, hace hasta calorcito y se está muy a gusto, con el mal tiempo que parecía que hacía por la mañana.
Después de comer, nos vamos a la zona este del Lago Ness. Ian nos había recomendado parar en un sitio llamado Dores, pero creemos que lo hemos pasado. Aun así, paramos un poco más adelante y bajamos a la orilla del lago, donde hay una vista muy bonita. Hasta nos “metemos” un poquito en el lago para llegar hasta una roca que hay cerca de la orilla. Qué zona más chula! El peligro de acercarse a los lagos es que los midges, pequeños mosquitos que habitan las zonas húmedas, campan a sus anchas y nos acribillan un poquito.
Seguimos conduciendo hasta llegar al aparcamiento de Foyer Falls. Bajamos hasta la cascada, y hacemos parte de un recorrido más largo, paseando por el bosque y siguiendo las huellas de las ardillas rojas (hay explicaciones por todo el parque), aunque no vemos ninguna.
A la vuelta sí que paramos en Dores Inn, la zona que nos había recomendado Ian. Aquí tienen un restaurante y bar con terraza montado muy chulo. Nos relajamos un rato y yo alucino con la caravana de un hombre cuyo nombre no recuerdo, que lleva más de 20 años buscando al monstruo del Lago Ness, habiendo dejado su profesión para dedicarse a tiempo completo a tratar de encontrar a Nessie. Hasta que se compró una caravana y se vino a vivir a orillas del lago, donde vive vendiendo figuritas de Nessie que hace él mismo. Hay un poste con un artículo de periódico al lado de la caravana que cuenta su historia, pero parece que en ese momento no está en casa.
No nos hemos quedado a cenar en Dores ya que queríamos ir a Inverness. Lo malo es que al llegar, por todos los pubs y restaurantes que pasamos ya han cerrado la cocina, que rabia! Porque además hay algunos sitios que tienen ambientazo y nos apetecía cenar en un pub. Al final acabamos cenando en un restaurante tailandés que cierra más tarde, que tampoco está nada mal para recordar viejos tiempos y porque nos encanta esa comida; pero yo al menos me he quedado con ganas de pub.
Aunque no hayamos visto a Nessie, este día alrededor del Lago Ness nos ha encantado!