El momento ha llegado! Nuestro enorme desayuno escocés está listo para que lo catemos. Xabi lo ha pedido sin beans y yo sin morcilla, que sé que no me gustará. Lo más rico es el bacon, que es tipo lomo crujiente, que rico! He hecho bien en no pedir la morcilla, porque la pruebo del plato de Xabi y no me gusta. Pero es que antes del plato caliente también hay fruta, zumo, té, tostadas… Esto es como para no comer hasta la cena!
Hoy no teníamos ruta fija, tan solo pasar por Dunnottar Castle y acabar durmiendo en Dingwall, cerca de Inverness. Pero en la habitación del B&B había una pequeña revista con un mapa de Escocia, y Xabi vio la noche anterior que de camino a Stonehaven hay unos acantilados donde se reúnen muchos tipos de aves marinas, entre ellas el frailecillo!
No lo he contado al principio, pero desde que viera frailecillos en Islandia, quería volver a verlos, a ser posible más de cerca. Y en Escocia es posible verlos con suerte hasta principios de agosto en determinados lugares, por ejemplo algunas islas escocesas. Por eso, teníamos planeado hacer una excursión en barco desde el sur de la isla de Skye a unas islas cercanas, donde era posible verlos. La cuestión era si a principios de agosto los frailecillos seguirían en la zona, o ya habrían migrado.
En estos acantilados también hay posibilidad de verlos, así que cogemos los prismáticos y a probar suerte. El sitio se llama Fowlsheugh cliffs, tiene un pequeño aparcamiento, y se baja hasta un sendero que discurre al lado de los acantilados. Hace mucho viento, yo no voy muy preparada y Xabi me acaba dejando su cortavientos. El sitio es muy bonito y vemos muchos tipos diferentes de aves en las paredes de roca, aunque ni rastro de los frailecillos. Hasta hay carteles explicando cual es la zona que más les gusta para anidar, pero debe ser que ya se han ido. Una pena!
Continuamos nuestro camino hasta Dunnottar Castle, uno de los castillos en ruinas más espectaculares que hemos visto, encima de las rocas al borde del mar, con un paisaje de escándalo. No entramos al castillo, quizás nos equivocamos pero pensamos que lo más bonito del mismo es su situación. Estamos un buen rato por los alrededores, bajando hasta la playa, y dando una vuelta para verlo desde el otro lado. Es precioso!
Cuando organizamos nuestro viaje pensábamos pasar por Aberdeen de camino a Dingwall, pero luego no nos sedujo mucho pasar por una ciudad que definían como completamente gris, y preferimos hacer otra ruta. La alternativa era pasar por el parque nacional Cairngorms. En la revista del B&B también aparecía marcado un sitio bonito de este parque, así que vamos hacia allí. Por el camino paramos en unas mesas de picnic para comer de picoteo, y luego seguimos de camino hasta Lin of Dee, un sitio donde pasa el río Dee, y por debajo de un puente ha erosionado grandes rocas formado pequeñas cascadas. Es una zona boscosa muy bonita y hay muchos excursionistas por la zona.
Seguimos nuestro camino avanzando por el parque nacional, el camino discurre al principio al lado del río por bosques frondosos que parece que no acaban; hasta vemos un ciervo desde el coche. Hasta que el paisaje empieza a cambiar radicalmente, pasando a llanuras de diferentes tonos marrones y donde no se ve ni un árbol. En un momento, vemos un arcoíris perfecto, y no podemos hacer otra cosa que parar el coche para fotografiarlo. También en este trayecto vemos vacas de las Highlands.
El camino hasta Dingwall es largo y llegamos cansados a casa de Ian, donde nos quedamos en una habitación que cogimos con Airbnb, y cenamos allí mismo algo que hemos comprado en un super. Escogimos Dingwall para dormir porque vimos esta habitación en Airbnb por muy buen precio, 115€ dos noches con desayuno escocés incluido, el alojamiento más barato de nuestro viaje.
Hoy no teníamos ruta fija, tan solo pasar por Dunnottar Castle y acabar durmiendo en Dingwall, cerca de Inverness. Pero en la habitación del B&B había una pequeña revista con un mapa de Escocia, y Xabi vio la noche anterior que de camino a Stonehaven hay unos acantilados donde se reúnen muchos tipos de aves marinas, entre ellas el frailecillo!
No lo he contado al principio, pero desde que viera frailecillos en Islandia, quería volver a verlos, a ser posible más de cerca. Y en Escocia es posible verlos con suerte hasta principios de agosto en determinados lugares, por ejemplo algunas islas escocesas. Por eso, teníamos planeado hacer una excursión en barco desde el sur de la isla de Skye a unas islas cercanas, donde era posible verlos. La cuestión era si a principios de agosto los frailecillos seguirían en la zona, o ya habrían migrado.
En estos acantilados también hay posibilidad de verlos, así que cogemos los prismáticos y a probar suerte. El sitio se llama Fowlsheugh cliffs, tiene un pequeño aparcamiento, y se baja hasta un sendero que discurre al lado de los acantilados. Hace mucho viento, yo no voy muy preparada y Xabi me acaba dejando su cortavientos. El sitio es muy bonito y vemos muchos tipos diferentes de aves en las paredes de roca, aunque ni rastro de los frailecillos. Hasta hay carteles explicando cual es la zona que más les gusta para anidar, pero debe ser que ya se han ido. Una pena!
Continuamos nuestro camino hasta Dunnottar Castle, uno de los castillos en ruinas más espectaculares que hemos visto, encima de las rocas al borde del mar, con un paisaje de escándalo. No entramos al castillo, quizás nos equivocamos pero pensamos que lo más bonito del mismo es su situación. Estamos un buen rato por los alrededores, bajando hasta la playa, y dando una vuelta para verlo desde el otro lado. Es precioso!
Cuando organizamos nuestro viaje pensábamos pasar por Aberdeen de camino a Dingwall, pero luego no nos sedujo mucho pasar por una ciudad que definían como completamente gris, y preferimos hacer otra ruta. La alternativa era pasar por el parque nacional Cairngorms. En la revista del B&B también aparecía marcado un sitio bonito de este parque, así que vamos hacia allí. Por el camino paramos en unas mesas de picnic para comer de picoteo, y luego seguimos de camino hasta Lin of Dee, un sitio donde pasa el río Dee, y por debajo de un puente ha erosionado grandes rocas formado pequeñas cascadas. Es una zona boscosa muy bonita y hay muchos excursionistas por la zona.
Seguimos nuestro camino avanzando por el parque nacional, el camino discurre al principio al lado del río por bosques frondosos que parece que no acaban; hasta vemos un ciervo desde el coche. Hasta que el paisaje empieza a cambiar radicalmente, pasando a llanuras de diferentes tonos marrones y donde no se ve ni un árbol. En un momento, vemos un arcoíris perfecto, y no podemos hacer otra cosa que parar el coche para fotografiarlo. También en este trayecto vemos vacas de las Highlands.
El camino hasta Dingwall es largo y llegamos cansados a casa de Ian, donde nos quedamos en una habitación que cogimos con Airbnb, y cenamos allí mismo algo que hemos comprado en un super. Escogimos Dingwall para dormir porque vimos esta habitación en Airbnb por muy buen precio, 115€ dos noches con desayuno escocés incluido, el alojamiento más barato de nuestro viaje.