El vuelo lo teníamos a última hora de la tarde por lo que aprovechamos el día en la piscina en la azotea del hotel y en la playa y por la tarde en algunas compras de souvenirs.

La escala la hicimos en NYC de 7am a 6pm por lo que nos dio tiempo a hacer unas compras y tomar algo, como justo habíamos estado el año anterior fuimos por la zona donde nos habíamos alojado (cerca de la calle Broadway con Houston) de compras y después fuimos a comer a un sitio que nos quedamos con las ganas el año anterior, el Fonda Tacombi Nolita, un mexicano de mucha calidad, nada caro para ser NYC pero de dónde veníamos se notaba la diferencia de precio.
