Pasamos la noche con una fuerte tormenta de relámpagos y truenos, de hecho creo que es la primera vez que Vanesa pasa una mala noche, porque ella se queda dormida hasta de pie. Cuando nos despertamos seguía lloviendo con fuerza y había mucha niebla, así que tuvimos claro que no podíamos hacer la ruta, aunque de todas formas tenemos que hacer una pequeña parte para llegar al albergue de Popradske Pleso, donde hemos reservado la noche de hoy.
Desayunamos en el hotel y compramos un buen mapa de la zona de montaña por la que vamos a hacer la ruta, con el día que hace es de locos meterse en la montaña, pero de todas maneras necesitamos un buen mapa para mañana. Como teníamos plan B por si la lluvia nos estropeaba el día, cambiamos los planes y nos fuimos a ver Kezmarok, un bonito pueblo cercano.
La parte más bonita del pueblo son las calles centrales que están en torno a la iglesia principal. Las casas son muy bonitas de diferentes colores y ahí algún que otro edificio con algo de historia, en la oficina de información nos dieron un mapa con los edificios más importantes.
El edificio más importante de la ciudad es el castillo de Kezmarok, a 5 minutos andando de la iglesia, se encontraba en reformas por lo que no lo visitamos.
Seguimos dando un paseo bajo la lluvia, que no nos abandonó ni un segundo, y entramos en algunas tiendas de ropa de montaña que tenían muy buenos precios. En una de ellas Vanesa se compró un chubasquero por 20€ que le vino muy bien con el día que hacía.
Para comer entramos a un restaurante súper clásico, con nuestras pintas jajaja, se llamaba Fontana y estaba al lado de la iglesia, nos trataron muy bien y la comida estuvo muy rica, la cuenta 12,50€.
Después de comer tocaba volver a Strbske pleso y comenzar la ruta bajo una lluvía que había perdido bastante intensidad. De Strbske pleso a Popradske pleso hay unos 4,5km y se tarda 1:30h por un camino que va subiendo poco a poco pero muy cómodo y sin ningún peligro, por lo que la lluvia no era ningún problema, nosotros seguimos el sendero de marcas rojas.
El sendero comienza por un bosque de coníferas muy bonito, con suerte podéis ver ardillas y ciervos, nosotros los vimos. Cuando se va ganando altura el bosque se va quedando por debajo y empiezan a verse las cumbres de las montañas, aunque esta vez quedan tapadas por las nubes.
En una horita y media o incluso menos, depende de lo que uno se pare, llegamos al Hotel Horsky, el albergue que está al pie del lago de Popradske pleso, un sitio perfecto para pasar la noche.
Teníamos habitación de 8 compartida y nos tocaron un grupo muy simpático de 5 alemanes y una eslovaca que venían precisamente de bajar del Rysy, la montaña que nosotros queremos subir mañana. La verdad es que con el día que hacía llegaron totalmente empapados y nos contaban que habían pasado bastante frío en la bajada, normal, porque entre la niebla, la lluvia y los nubarrones que había demasiado bien llegaron.
Pasamos las horas en el bar del albergue bebiendo cervecitas, cenando y preparando la ruta de mañana, hasta que nos fuimos a dormir, o a intentarlo, porque uno de los alemanes no paró de roncar toda la noche
Desayunamos en el hotel y compramos un buen mapa de la zona de montaña por la que vamos a hacer la ruta, con el día que hace es de locos meterse en la montaña, pero de todas maneras necesitamos un buen mapa para mañana. Como teníamos plan B por si la lluvia nos estropeaba el día, cambiamos los planes y nos fuimos a ver Kezmarok, un bonito pueblo cercano.
La parte más bonita del pueblo son las calles centrales que están en torno a la iglesia principal. Las casas son muy bonitas de diferentes colores y ahí algún que otro edificio con algo de historia, en la oficina de información nos dieron un mapa con los edificios más importantes.
El edificio más importante de la ciudad es el castillo de Kezmarok, a 5 minutos andando de la iglesia, se encontraba en reformas por lo que no lo visitamos.
Seguimos dando un paseo bajo la lluvia, que no nos abandonó ni un segundo, y entramos en algunas tiendas de ropa de montaña que tenían muy buenos precios. En una de ellas Vanesa se compró un chubasquero por 20€ que le vino muy bien con el día que hacía.
Para comer entramos a un restaurante súper clásico, con nuestras pintas jajaja, se llamaba Fontana y estaba al lado de la iglesia, nos trataron muy bien y la comida estuvo muy rica, la cuenta 12,50€.
Después de comer tocaba volver a Strbske pleso y comenzar la ruta bajo una lluvía que había perdido bastante intensidad. De Strbske pleso a Popradske pleso hay unos 4,5km y se tarda 1:30h por un camino que va subiendo poco a poco pero muy cómodo y sin ningún peligro, por lo que la lluvia no era ningún problema, nosotros seguimos el sendero de marcas rojas.
El sendero comienza por un bosque de coníferas muy bonito, con suerte podéis ver ardillas y ciervos, nosotros los vimos. Cuando se va ganando altura el bosque se va quedando por debajo y empiezan a verse las cumbres de las montañas, aunque esta vez quedan tapadas por las nubes.
En una horita y media o incluso menos, depende de lo que uno se pare, llegamos al Hotel Horsky, el albergue que está al pie del lago de Popradske pleso, un sitio perfecto para pasar la noche.
Teníamos habitación de 8 compartida y nos tocaron un grupo muy simpático de 5 alemanes y una eslovaca que venían precisamente de bajar del Rysy, la montaña que nosotros queremos subir mañana. La verdad es que con el día que hacía llegaron totalmente empapados y nos contaban que habían pasado bastante frío en la bajada, normal, porque entre la niebla, la lluvia y los nubarrones que había demasiado bien llegaron.
Pasamos las horas en el bar del albergue bebiendo cervecitas, cenando y preparando la ruta de mañana, hasta que nos fuimos a dormir, o a intentarlo, porque uno de los alemanes no paró de roncar toda la noche