Este viaje es mi regalo de cumpleaños por parte de mi marido.

Nuestro vuelo es con la compañía Niki, recientemente absorbida por Air Berlin, directo de Barcelona a Viena. Cabe destacar que es de las pocas compañías de low cost europeas que todavía ofrecen gratuitamente un snack durante el vuelo.
El transporte desde Viena al centro de la ciudad se puede hacer en tren de cercanías, llamado S Bahn. La línea s-7 va del aeropuerto al centro en poco más de media hora por 2,30€.
Más rápido y mejor señalizado es el CAT City Airport Tren que tarda 16 minutos por 12€ y tiene una frecuencia de media hora.
Para la llegada elegimos la opción sencilla y tomamos el CAT.

Para movernos en transporte público hemos comprado el tícket válido para 72 horas por 16,50€. Se pueden comprar en las máquinas de cualquier estación de metro. Se validan la primera vez de uso y sirven para las siguientes 72 horas.
Hay tarjetas turísticas como la Vienna Card o la Vienna Pass que pueden incluir el transporte público y descuentos o entradas para varias atracciones y visitas de la ciudad, pero como siempre, a nosotros no nos sale a cuenta, porque para llegar a amortizar el precio de la tarjeta tienes que visitar muchisimas cosas

Nuestro apartamento era [url=http://www.booking.com/hotel/at/queensapartments.ca.html?aid=7994077&aid=;label=gog235jc-hotel-XX-at-queensapartments-unspec-es-com-L%3Aca-O%3AwindowsS81-B%3Achrome-N%3AXX-S%3Abo-U%3AXX;sid=40b0b4d67e511d118f66164d9b409056;dist=0&sb_price_type=total&type=total&]Queens Apartments[/url]. Situado a cuatro paradas de metro del centro de la ciudad, en un barrio residencial tranquilo, el apartamento es espacioso, limpio y bien equipado. Muy buena relación calidad-precio.
Muy cerca hay un supermercado para avituallarse.
Por la tarde vamos a visitar la iglesia de San Carlos Borromeo, la Karlskirche. La entrada cuesta 8€ e incluye un libreto informativo en varios idiomas. Horario de lunes a sábado de 9 a 18h, domingos de 12 a 19h.
La iglesia, mezcla del barroco clásico y rococó, tiene la peculiaridad de tener un ascensor instalado dentro y permite la subida al interior de la gran cúpula, dónde se pueden observar con detalle los bonitos frescos.
Ah,



Seguimos nuestro paseo cruzando el Ringstrasse (literalmente, calle circular), el conjunto de avenidas que rodean el barrio llamado Innere Stadt, que es el centro de Viena.
Pasamos por delante del teatro de la opera, el Staatsoper, un majestuoso edificio de estilo neorrenacentista. Se pueden hacer tours guiados en el interior por 7'50€, horarios a consultar en el calendario de su web.

Por la Spiegelgasse, una ancha y animada calle comercial y peatonal llegamos a Stephansdom, la catedral de San Esteban, el simbolo de Viena.
El horario de apertura es de 6 a 22h de lunes a sábado y de 7 a 22h los domingos y festivos.
La entrada es gratuita pero sólo se permite caminar por la parte trasera de la nave central. Se puede subir a las dos torres, una de ellas es más alta que la otra. Una de ellas vale 4'50€ y la otra 5'50€, y una de ellas tiene ascensor, mientras que la otra no. No recuerdo cuál era cuál.

También se ofrecen visitas guiadas en las que se accede no sólo a las torres sino a la cripta.
La catedral es quizás más espectacular por fuera que por dentro, con una mezcla de estilos románico, gótico y barroco, quizás porque su tamaño destaca entre las casas bajas del centro de la ciudad.

Nuestro paseo sigue por las calles peatonales del centro. Abandonamos el mapa porque las calles no siguen ningún tipo de orden y vamos a descubrir la ciudad a la deriva.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De casualidad encontramos un buen sitio para cenar, el Zattl una wirtshaus & biergarten, es decir, un restaurante-taberna. La amplia carta ofrece comida típica vienesa a buen precio y varios tipos de cerveza.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
Hemos rechazado un par de bares que por fuera tenían buena pinta pero al entrar nos ha echado atrás el olor a tabaco, porque aquí en Viena en muchos establecimientos está permitido fumar dentro.
