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Nada más llegar los tres a Kampala, buscamos un sitio para dormir. Encontramos un pequeño hotel cerca de la estación de autobuses y conseguimos dos habitaciones por unos 10€. Nos vamos a cenar algo y nos acostamos. Al día siguiente por la mañana nos vamos a comprar recuerdos para la gente de España. La estrategia era yo lo elijo y ellos lo compran. Me llevan a una especie de mercadillo para turistas dónde me agobian ellos dos, y las dos dependientes, persiguiéndome por toda la tienda ofreciéndome cosas (cosa muy típica allí). Al final, le digo a los cuatro que yo tengo dos ojos bien hermosos para ver cosas, que si tengo dudas les aviso. Parece que hace efecto. Al final compro, tras varios regateos, varios detalles para regalar en España.
Una vez finalizados los regalos, vamos con una segunda e importante compra. Volvía a España el 6 de Diciembre, el día 7 llegaba a Londres a las 6 de la mañana y tendría que esperar unas 5 horas al vuelo a Madrid. No llevaba absolutamente nada de ropa de abrigo. Así que toca comprar una chaqueta. Recorremos varios mercados buscando alguna chaqueta que me guste, encontramos una que me viene. Hay que decir que allí la venta de ropa es distinta a la venta de ropa aquí. Allí, si te viene bien la ropa que te pruebas la compras, pero no hay ni más tallas, ni más colores, ni nada de nada. Lo que ves, es lo que hay. Encuentro la chaqueta y me piden 30€, empezamos un regateo eterno. Cuando vamos por 20€ ya no quería ni chaqueta ni nada. Me dice que puede bajarla a 15€l, le digo que no la quiero, que llevo mucho tiempo allí y que el tiempo vale dinero, me dice que 10€…le digo que sí.
Ya con todo era momento de ir a la estación de autobuses a despedir a Tony y Ben. Discuten un poco entre volver en bus o en matatu. Yo les digo que me voy a Kenia por la tarde o al día siguiente. Nos despedimos. Decido quedarme esa noche allí y coger el bus de las 6 de la mañana para Kenia. Como estaba cerca, busco el mismo hotel en el que estuve en la ida….y vuelvo a las comodidades del mundo occidental!!!. Al final, decido quedarme un par de días para descansar. Dos días para no hacer nada. Recorrer la ciudad sin rumbo fijo y planificar bien los días que me quedaban hasta volver a España. Decido ir primero a Rusinga a pasar un día con mi primera familia, luego ir a Nakuru para ver a Jordi y Sandra y, el domingo, ir a Nairobi para esperar hasta el Martes.
El Jueves, a las 6 de la mañana, subo en el bus camino de Kisumu. Me costó un poco encontrar la parada del bus por lo que, al final, pillo una moto para no pillarme los dedos. El viaje bien, cómodo, y pensando todo lo que he vivido en los últimos meses. Jordi me manda por whatssapp airtime de Africacom para tener internet cuando pase la frontera. Llegamos a la Busia, a la frontera, al mismo sitio que en la ida me pidieron pasta. La verdad es que tengo algo de miedo que se vuelva a repetir la historia, pero no, me sellan el pasaporte sin ningún problema. Me doy una vuelta rápida por la zona mientras el bus se vuelve a poner en marcha. Un caos total la zona.
Cuando reanudamos la marcha y pierdo la cobertura de MTN cambio la tarjeta a una de Africacom. Jordi me dice que si les puedo recoger una lámpara que se dejaron en Kisumu, les digo que sin problema y me dicen que la dejarán en la oficina de la compañía de bus. Al llegar a Kisumu, en la oficina no hay nada. La chica, muy amablemente busca por otras oficinas y nada. Jordi intenta localizar al que tenía que dejar la lámpara y, finalmente, le dice que todavía no ha ido a dejarla. Le digo que si no tarda le espero. Al final viene y, tras dos horas esperando, tengo la lámpara en mi poder!!!. Por delante solo me quedaba subir en la matatu hasta Luanda, tomar el ferry hasta Mbita, y la moto hasta Rusinga.
Cuando llevamos una hora en la matatu, se preocupan por el horario ya que llegaba un poco justo para el último ferry. Me dicen que es mejor que cambie de matatu por otra que va más rápida. Tras casi una hora en la nueva matatu, me dicen que no llego al ferry y mejor que coja una moto. Me subo a una moto para llegar a Luanda justo cuando el ferry ya había salido. El problema comienza a ser serio. En el bolsillo sólo tenía 1000 Sc (unos 10€), nada conocido cerca. 13 km me separaban de Mbita en ferry, pero unos 300 km por carretera. Como estaba fuerte después de lo vivido me lo tomo en plan aventurero. Decido quedarme a dormir en la playa si hace falta y tomar el primer ferry a las 6 de la mañana.
Sale un chico de un bar cercano y me pregunta que pasa. Le explico la situación y me dice que, si quiero, me quede a dormir en el bar. Accedo con más miedo que otra cosa. Allí empiezan que si quiero beber algo, que si quiero cenar algo. Les digo que no, que no tengo dinero. Me dan una botella de agua y un paquete de tabaco. Me quedo hablando con él y con dos amigos suyos más que fueron. No sabía si estaba en mi día de suerte o en cualquier momento me iban a desplumar. Sólo sé que me dejé llevar, podría ser un magnífico cierre a la aventura. Ellos dicen que es hora de irse a dormir, que salga del bar y les acompañe. Les insisto en dormir en el bar y me dicen que no. Salimos los cuatro por la puerta de atrás. En ese momento no sabía lo que iba a pasar conmigo, tenía miedo. Vamos a unas casas que había cerca y abren una puerta. Cuarto pequeño con un colchón en el suelo. Me dicen que esa es mi habitación, para mi sólo, esa noche. Les digo que no tengo dinero para pagar y me dicen que no me preocupe, que es gratis, me invitan ellos. Compruebo que la habitación tiene pestillo por dentro. Les pido que el primero que se despierte de ellos, me despierte. Se marchan……me doy cuenta de la gilipollez y los prejuicios occidentales. Vieron a un blanco con problema y no dudaron en ayudarle en todo lo que puedieron a cambio de absolutamente nada……suena cursi, pero vuelvo a tener fe en la humanidad.
Al día siguiente me despiertan a las 6 de la mañana. Me llevan hasta el ferry que no salía hasta una hora después. Mientras esperamos me dice de ir a desayunar y tomamos te con chapati que paga él. Luego vienen los otros dos. Sigo alucinado por lo sucedido. Me doy cuenta que no es que haya tenido suerte, me doy cuenta de los prejuicios que tenemos aquí. Si en Alicante ves a un negro que ha perdido el ferry y está deambulando, lo primero que haríamos es llamar a la policía para que se lo lleven. Me doy cuenta de la suerte que he tenido no porque no me haya pasado nada, me doy cuenta de la suerte que he tenido por vivir lo que acabo de vivir.
Me compran ellos el billete del ferry (150 Sc), les pido 100 Sc para la moto de Mbita a Rusinga. Cuando me lo dan saco mi billete de 1000 Sc y le digo que es para ellos, por lo bien que se han portado conmigo a cambio de nada. Nos despedimos, nos abrazamos. Me subo al ferry. Vamos rumbo a Mbita. Broche de oro a mi viaje……..
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