Amanecimos pronto, no dimos tiempo a que sonara el despertador, se ve que notamos el cambio de hora…
Una ducha rápida y a desayunar!
Teníamos apuntado para desayunar en Dama pe de Cabra, pero eran las 9:15h y estaba cerrado, justo al lado, puerta con puerta esta Molete Bread & Breakfast São Lázaro. Se desayuna genial. 2 cafés con leche, 1 bola de nutella,1 pastel de nata y 1 sándwich misto no llego a 4€ . Lo dicho, genial

Con el estómago lleno, nos fuimos al mercado de Bolhao.
Cuando ibamos de camino pasamos por la puerta del Café Majestic.A estas horas de la mañana había una cola impresionante para entrar. Si queréis tomaros algo, visto lo visto, mejor por la tarde.

El mercado no es muy grande, ni tiene muchos puestos. Está un poco ruinoso, pero bueno, merece la pena dar un paseo. Nosotros compramos ahí el vino para llevar para casa. Luego encontraríamos una tienda con vino más barato que en el mismo mercado, luego os diré cual.

Como no íbamos a estar cargados con el vino, fuimos hasta el coche a dejarlo, y de ahí decidimos bajar otra vez hasta la plaza de la libertad, antes entramos en la Sé de Oporto, que por dentro no la vimos el día anterior. Muy barroca, no me gustó mucho, aunque lo bonito debe de ser el claustro.4€ cuesta verlo.
De ahí, bajamos hasta la plaza de la libertad como dije para ver el Mc Donalds, también famoso en la ciudad, puesto que es el único que no está dentro de un centro comercial y tuvo que mantener la fachada y el interior histórico.

Entramos, unas fotos y nos fuimos, jajajajaja

Subimos hasta la Iglesia de los clérigos, que el día antes no pudimos verla por dentro.
La entrada tanto para la iglesia como para subir a la torre, está en un lateral, junto a la torre.
Valía subir 4€ pero estaba diluviando, así que solo vimos la iglesia por dentro. Es pequeñita, tampoco me llamó mucho la atención, la verdad.
Una vez salimos, justo en frente había una tienda de vinos, es donde más barato vimos los vinos Ferreira y Calem. Así que ya sabéis!
La idea era entrar en la librería Lello antes de comer, y después de comer, bajar a visitar el palacio de la bolsa y luego una bodega.
Había mucha cola para entrar a la librería y mucha cola para comprar las entradas en una tienda al lado, así que nos fuimos a un bar al lado de donde comimos el día anterior a tomarnos unas cervezas. Esta es la zona universitaria, así que los precios son muy buenos.

Cuando vimos que ya no había cola para comprar entradas, puesto que desde el bar se veía, fuimos y compramos las entradas. 4€ y si compras luego un libro, te los descuentan del importe total.
Con las entradas, decidimos ir a comer a A Tasquinha.
Queríamos probar la Franceshina y el bacalao a nata, pero en este restaurante no lo tenían, así que no entramos y nos fuimos al del día anterior.
Pedimos la francesinha y unos calamares y un poco de queso. Las raciones son grandes, así que no lo acabamos. A mi si me gustó la francesinha, a mi pareja, no tanto…jajajaja
No obstante, hay que probarla una vez que estas allí!
Terminamos de comer pronto y nos fuimos a la librería. No había cola para entrar, aunque luego se fue llenando poco a poco de gente.
El sitio es muy bonito, y para los amantes de los libros es imprescindible. Totalmente recomendado entrar y verlo.


En la librería nos entretuvimos mucho mirando libros y esas cosas, así que se nos hacía tarde para visitar una bodega y el palacio de la bolsa, aun así, lo intentamos.
Bajamos hasta el palacio, y la última visita era a las 17:30h en portugués.
Nosotros queríamos visitar la bodega Taylors, y creo que cerraba a las 18h, así que no daba tiempo a todo. Decidimos dejar la visita al palacio para el día siguiente.
Cruzamos el puente y nos fuimos hasta la bodega Taylors, a subir todas esas cuestas de la noche anterior…ufff!

Una vez en la bodega, vimos que la visita valía 12€ y te daban 3 vinos… nos pareció excesivo y decidimos bajar hasta la ribera y hacer la de Sandemans. Cuando entramos, nos dijeron que ya estaba completo todo, que para el día siguiente.
Así que un poco decepcionados, nos fuimos a Calem, que está al lado.

Solo quedaba hueco a las 17h y en Ingles. Por lo que no quedó más remedio. 6€ y 2 vinos de degustación.
Compramos los tickets y nos fuimos a un bar de al lado a tomar algo y hacer tiempo.
La visita guiada te explica el proceso del vino (ya nos lo habían contado en el tour guiado del viernes), dura unos 35 minutos y luego terminas con una cata de 1 vino Tawny y uno blanco.
Por 6€ merece la pena. Y aunque era en inglés, al guía se le entendía perfectamente y eso que mi inglés es de pena…

Cuando acabamos la degustación, como estábamos muy cansados, nos fuimos al hotel a descansar un poco hasta la hora de la cena.

Para el sábado, habíamos decidido cenar de tapas, así que tenía apuntado el Wine Quay Bar.
Un sitio pequeñito, muy silencioso, que lo llevan 4 chicas, con muchos vinos, baratos y luego raciones muy ricas.

Yo ya no quería más vino de Oporto y mi pareja tampoco, así que ella se pidió un moscato y yo un ribera de Duero, portugués. Estos vinos ya nos gustaron más.

Pedimos atún en escabeche, queso y champiñones. Todo muy rico.
Después de cenar, seguíamos cansados así que decidimos tomarnos una y pronto a la cama.
Calló el diluvio universal! Así que cuando escampó, aprovechamos y nos volvimos al hotel, que hoy habíamos caminado muchísimo…