Tras un reparador sueño y aprovechar un poquito más en la cama, recogimos todo, bajamos las maletas al coche y decidimos dejarlo ahí. Ñeeeeeeeeeek; error. El check out es hasta las 12, cuando volvimos a las 13h a por el coche, el código ya no valía. Luego os cuento más.
Fuimos a desayunar donde la mañana anterior y aprovechamos para coger unos dulces para traer para casa. Los fuimos a dejar al coche y bajamos en dirección al palacio de la bolsa

Cuando fuimos a comprar los tikets, dio la casualidad que la siguiente visita era en castellano, genial, así no teníamos que esperar mucho más!
La visita dura como 45 minutos o así. Está bastante bien. Es un poco cara, porque vale 8€ pero creo que estar allí y perdérselo…como que no.





Cuando terminamos la visita, como había salido el sol, bajamos hasta la ribera a sacar unas fotos. Parece otro lugar distinto, comparad la foto del primer día con esta…


Pues nada, esto se acababa…Fuimos a por el coche, y cuando fuimos a meter el código para bajar al parking.No abría. Lo volví a intentar, nada.
Nos imaginamos que solo funcionaba hasta las 12 que era la hora del check out, así que entramos al hotel a ver si nos dejaban un código para sacarlo o a malas, pagar los 8€ por el día de parking aunque solo hubiese sido 1h…
Estábamos esperando a que nos tocase, cuando vi furtivamente un código de una chica de delante, así que lo memoricé y decidí intentarlo y funcionó! Jajajajaja
Así que sacamos el coche, con bastante dificultad y maniobras y ya si, ciao Porto!
Emprendimos nuestro regreso a casa, no sin antes parar a comer en Guimarães!
En media hora más o menos, una fina lluvia nos recibió en Guimarães. Tratamos de aparcar lo más cerca posible de la zona histórica. Y dando un paseo nos adentramos en su centro medieval.

Fuimos a comer al restaurante Mumadona. Pediros el churrasco, estaba de muerte!

Con la barriga llena, caminamos una ligera subida hacia el castillo, tampoco había mucho que ver allí

El palacio sin embargo tenia mejor pinta. Pero era algo carillo, así que decidimos no entrar y dar un paseo por la ciudad, perdernos por sus calles, al final acabas en la preciosa plaza.


Entramos en la iglesia y en el claustro que hay al lado, ambos gratis.

Muy bonito.
Para despedirnos, nos tomamos nuestras ultimas cervezas portuguesas, esta vez artesanales y ya si, se acabó lo bueno!
Caminamos hasta el coche y en 2h y media, ya estábamos en casita!
Espero que os haya gustado!