Tras desayunar muy temprano en la habitación, y realizar el Check-out del hotel, nos disponemos a afrontar uno de los momentos más complejos de Todo el viaje: La entrada en París. Tras una hora larga de trayecto nos encontramos con un entramado de carreteras, autopistas y túneles que nos supera, estamos entrando en París.
Nos fiamos al 100% del GPS, y la verdad es que acertamos de lleno, ya que nos lleva directamente hasta el hotel, el Fraser Suites Harmonie, situado en las afueras de París, concretamente en la parte más al Norte de la Ciudad, lo que facilitará nuestra salida hacia Normandía. El hotel es muy extraño, está compuesto por apartamentos de semi-Lujo, pero hay todo un entramado de pasillos, ascensores, bloques de pisos.... y el Parking, al que se accede después de pasar varias puertas y ascensores que debes abrir con diferentes códigos. Bastante complicado, y más con los nervios que llevábamos ese día.
Tras dejar el coche en el Parking (no podemos hacer el Check-in porque la habitación no está lista) nos dirijimos a la estación de metro (a 2 minutos del hotel) que nos llevará al centro de la ciudad. Pasadas las 11 de la mañana ya estamos recorriendo los aledaños de la Torre Eiffel. Las colas son quilométricas para subir... a no!!! Es para el control de seguridad para acceder al recinto. Visto el panorama decidimos que no vamos a subir. No queremos perder todo el día haciendo cola con los niños, puede ser una tortura. Así que paseamos por los alrededores de la torre (creo que mucha gente más también pensó lo mismo).[/b][/align][/b]
Después de un fotográfico paseo por los “Campos de Marte”, decidimos buscar algún sitio para comer. Casi es la 1 del mediodía y nos dirigimos hacia las inmediaciones del Sena, donde encontramos un lugar que nos llama la atención: un restaurante italiano llamado “Su Misura”, con una decoración exquisita. Aquí degustamos una deliciosa ensalada de queso con Tomate y pasta de segundo. Para finalizar un Tiramisú. Claudia escogió el Menú infantil (Pizza más el postre). Todo por más de 60 euros, bastante caro... pero estamos en París.
Tras reponer fuerzas, nos dirigimos hacia la zona del Museo del Louvre siguiendo el curso del Río. Pasamos enfrente del Museo d’Orsay y nos recreamos bastante en el puente de Alejandro III.
Acabamos el paseo accediendo a los jardines que hay junto al Louvre. Vemos el autobús turístico (una de las muchas compañías que hay en la ciudad) y nos informan de todo: por 25 euros por cabeza (los niños no pagan) podemos hacer el recorrido tantas veces como queramos durante el día, además poder subir y bajar en las paradas que tienen. Decidimos cogerlos y no nos arrepentimos: Pudimos ver la zona de los jardines del Louvre, Toda la zona de los Campos Elíseos con final en el Arco del Triunfo, Los Palacios y Esculturas del Centro de La ciudad, algunos de los diferentes barrios más céntricos y por supuesto la Torre Eiffel y la Catedra de Notre Damme. Al 2o paso por esta decidimos bajar, y pasear por la zona.
Tras reponer fuerzas, nos dirigimos hacia la zona del Museo del Louvre siguiendo el curso del Río. Pasamos enfrente del Museo d’Orsay y nos recreamos bastante en el puente de Alejandro III.
Acabamos el paseo accediendo a los jardines que hay junto al Louvre. Vemos el autobús turístico (una de las muchas compañías que hay en la ciudad) y nos informan de todo: por 25 euros por cabeza (los niños no pagan) podemos hacer el recorrido tantas veces como queramos durante el día, además poder subir y bajar en las paradas que tienen. Decidimos cogerlos y no nos arrepentimos: Pudimos ver la zona de los jardines del Louvre, Toda la zona de los Campos Elíseos con final en el Arco del Triunfo, Los Palacios y Esculturas del Centro de La ciudad, algunos de los diferentes barrios más céntricos y por supuesto la Torre Eiffel y la Catedra de Notre Damme. Al 2o paso por esta decidimos bajar, y pasear por la zona.
Sobre las 7 de la tarde, ya cansados, optamos por coger el metro que nos dejará en la puerta del hotel en menos de media hora. Compramos fruta y algo par la cena y nos dirigimos al apartamento, que está completamente equipado, no falta detalle. Podemos cenar tranquilos y guardar algo de fuerzas. Veremos como responde mañana el coche, ya que nos esperan unos 260 Km.