La excursión a las Eolias es casi un viaje dentro del viaje. Es posiblemente el lugar que más nos ha impactado de toda Sicilia y que recomendamos que lo tengáis presente en vuestro itinerario aunque la mayoría de los viajeros las evitan normalmente por falta de tiempo. Yo no concebía el viaje sin la excursión y ascensión al Stromboli y fue una experiencia inolvidable. Ahora le dedicaría un día más para ver Vulcano o Salina.
El coche lo dejamos en Milazzo en la calle delante del hotel donde el día anterior el señor del B&B nos dijo que podíamos dejar tranquilamente los dos días. Eran dos días de coche parado pero después de muchos números, devolverlo en Milazzo nos costaba lo que un día de alquiler y no compensaba el trastorno que resultaría después tomando trenes o buses para seguir viaje (aparte de que el día anterior no podía devolverlo pues cerraban sábados por la tarde y eso que pregunté por e.mail a Maggiore que tienen sucursal allí pero no me contestaron). Otra agradecimiento que tenemos que hacer al B&B es que nos guardaron una maleta que no necesitaríamos en 2 días en las islas por lo que nos hizo el viaje más cómodo.
Horario de Liberty Lines entre Milazzo y las islas Eolias
Calle de Lipari
Hay una muchos horarios para viajar a las islas como veis, pues mucha gente va a incluso a pasar el día, así que conviene ir con tiempo porque además había mucha cola. El billete de I/V salida nos costó 41’6 €/persona. Cogimos el scafo, como llaman a los barcos rápidos que viajan entre las islas, que salía a las 9:40 pero se retrasó ½ hora. Con la parada en Vulcano llegamos sobre las 11:30 a Lipari.
Vista del puerto de Lipari
El B&B estaba bastante céntrico y en 20’ caminando estábamos allí. Como el check-in no se hacía hasta las 14 hrs. dejamos la maleta a la puerta como nos dijo por teléfono la dueña y nos fuimos a comer. A la vuelta después de las explicaciones y de preguntar que hacíamos esa tarde con la calda que había nos sugirió alquilar una moto y eso hicimos. Nos dio un nombre de una empresa cercana al puerto y buscándola un espontáneo me pregunta que buscaba y cuando menos me doy cuenta ya me estaba ofreciendo un montón de motos que estaban aparcadas en la calle, nos recomienda una y esa fue. Como cada vez me daba menos miedo la “git..na” forma de actuar de los sicilianos nos dejamos llevar, subimos a la moto y nos guía a un garaje que estaba a 200 mt. entonces me pide DNI, tarjeta de crédito como garantía y firmar el contrato de alquiler, aunque estaba con la mosca detrás de la oreja de tanto pedir me deje llevar ya digo, familiarizado con la forma de ser siciliana y al final sin pegas. Total 30€ por el alquiler de una tarde ah! y 5€ más de la gasolina pues el deposito estaba casi vacío.
Itinerario de la vuelta en moto por la isla de Lipari
Vista de Spiagge Bianche desde uno de los miradores de la carretera a 20' al Norte de Lipari
La excursión fue todo un acierto, superado el susto inicial de montar en moto después de 30 años, con el plano en la mano fuimos parando en las calas que nos aconsejaron más bonitas. Algunas de ellas sólo las vimos de lejos para hacer alguna foto y en otras como la de la fábrica de piedra pómez (ojo que la primera calita hay que bajar a pie por una cuesta empinada y la playa es muy pequeña) nos dimos un chapuzón. Después Porticello que sí se puede llegar en moto, también nadamos en la de Acquacalda, una larga playa de arena negra con bonitas vistas a la isla de Salina.
Abajo playa de Acquacalda, delante la isla de Salina y al fondo la de Alicudi.
Atardecer desde una tienda de productos típicos
Nosotros y al fondo Vulcano.
Seguimos por la carretera y ya atardeciendo íbamos parando en todos los puntos panorámicos mientras el sol se ponía. Viendo las islas de Filicudi y Alicudi y por último Vulcano. A las 20 hrs. en punto llegamos a Lipari que era la hora acordada para devolver la moto, el chico vino al minuto y recogió las llaves. Como digo, muy recomendable la vuelta en moto, en realidad casi todo el mundo hacia lo mismo. Por la noche cenar en un ristorante que por cierto nos costó encontrar sitio (y que no fuera muy caro) pero al final encontramos uno correcto que no merece resaltar.
Vista de la isla de Vulcano desde el mirador Quattrocchi.
Bar ambulante
No me canso de recomendar los granite.