Amanecía un nuevo día en Londres, algo nublado y con pinta de lluvia. Salimos del hotel y tomamos el autobús nº 23 hasta Notting Hill. Era lunes y el mercado de Portobello es los sábados, al menos el día grande. Pero no nos podíamos ir de Londres sin ver este peculiar barrio, famoso por la película del mismo nombre protagonizada por Hugh Grant y Julia Roberts.
Como llegamos temprano y además lloviznaba, fuimos a desayunar y después paseamos por Portobello Market, donde ya sus tiendas y algunos puestos callejeros estaban abiertos y exponían todo tipo de productos. Seguimos paseando por el barrio y por las calles con casas de colores. Vemos la librería de la película pero no encontramos la puerta de la casa. Creo que la cambian constantemente de color y eso no ayuda.
Desde allí pensábamos en ir hasta Holland Park para ver el Kyoto Garden y la zona de juegos para niños, pero seguía lloviznando y nosotras con chubasquero pero sin paraguas. Así que decidimos ir al Museo de Historia Natural, ubicado en Cromwell Road, en Kensington. Cogimos el metro y en pocos minutos estábamos a los pies del impresionante edificio.
El Museo de Historia Natural de Londres (Natural History Museum) fue construido entre 1873 y 1880 para acoger una gran colección de esqueletos, fósiles y plantas que hasta entonces formaba parte del Museo Británico. La colección del museo fue creciendo y en 1986 absorbió el Museo Geológico que se encontraba en las cercanías.
Hicimos cola durante unos veinte minutos, control de seguridad y para dentro. La visita es gratuita y merece totalmente la pena, en especial con niños. La sala principal de entrada ya impresiona por su grandiosidad. La enorme reproducción del esqueleto de una ballena azul en inmersión, colgado del techo, ha sustituído al dinosaurio.
La zona estrella del museo es la dedicada a los dinosaurios. No desvelaré detalles pero está muy bien montado y a los niños les encanta. De ahí subimos a la zona roja o Power Within, dedicada a los volcanes y terremotos, con vídeos sobre los movimientos de la placa tectónica y donde se puede vivir la experiencia simulada del terremoto de Japón.
Visitamos también la sala de la Biodiversidad, donde se puede contemplar toda clase de mamíferos, algunos disecados y otros en reproducciones a tamaño real.
Subimos a la planta superior, aquí vimos la secuoya gigante y una exposición de aves y nos sacamos una foto con el gran Charles Darwin, uno de los personajes más importantes para el avance de la ciencia en la historia de la humanidad.
Decidimos comer allí mismo, una pizza bastante grande y falafel en pan de pita, con dos bebidas y un helado, 22 libras y la comida muy rica. El restaurante está decorado conforme a la temática del museo y para que los niños se entretengan mientras esperan les dan un set de pinturas para dibujar. Todo el museo está preparado para ir con niños y además de varios restaurantes y cafeterías, al ir al baño descubrimos una zona con mesas por si llevas tu propia comida.
Después de comer dimos una última vuelta y después de 4-5 horas ahí metidas decidimos poner fin a una visita más que recomendable. A unos 200 metros caminando está el Museo de la Ciencia, que también es gratuito y tiene muy buena pinta. Lo dejamos para otra ocasión.
Cogimos el metro al centro y paramos en Covent Garden para ver el mercado. Pero en la misma plaza había teatro callejero y estaba muy animado, así que nos quedamos a verlo. Después entramos al mercado, que es bonito, sin más. Curioseamos, compramos fruta y unas chocolatinas para merendar.
Después fuimos dando un paseo hasta el Soho, pero yo no le ví la gracia. Supongo que era temprano y todavía no había ambiente, así que nos quedamos por Chinatown, que está allí mismo, y que estaba lleno de gente haciendo merienda-cena en los puestos de la calle.
De repente me acordé del Rainforest, que quedaba cerca, un restaurante para familias decorado como una selva, con reproducciones de animales, y pensé que a mi hija le gustaría verlo. Cuando llegamos, decidí rascarme un poco el bolsillo e invitar a mi hija a cenar, ya que estaba alucinando con el sitio. Nos dieron cita para las 20:00 y como faltaba una hora nos fuimos a Picadilly Circus, que está a 2 minutos caminando, y nos sentamos a descansar un rato escuchando los conciertos improvisados que se montan en esta animada plaza.
La cena en el Rainforest estuvo bien. Entras en el local y lo primero que te encuentras es una tienda con muñecos, peluches de animales,ect.
Al bajar las escaleras está el restaurante, de dos plantas, ambientado en una selva tropical, con su vegetación de pega, sus animales de pega que de vez en cuando emiten sonidos y se mueven.
Nos sentaron junto al gorila y pedimos dos hamburguesas (una de ellas vegetal) que son enormes y traen patatas fritas, un refresco, un helado y yo tap water. La comida estaba buena pero no era exquisita, las he probado mejores. Por todo esto me clavaron 45 libras, así que ya sabeis, se paga el sitio. Yo creo que es una visita prescindible, pero cada uno decide.
Volvimos a Picadilly para coger el autobús nº 23 que en 20 minutos nos deja directamente en la puerta del hotel. En cuanto llegamos caemos rendidas.
Visitas gratuitas del día:paseo por Notting Hill, visita al Museo de Historial Natural (podeis llevar vuestra propia comida), visita a Covent Garden y actuaciones de teatro callejeras, paseo por Chinatown.
Como llegamos temprano y además lloviznaba, fuimos a desayunar y después paseamos por Portobello Market, donde ya sus tiendas y algunos puestos callejeros estaban abiertos y exponían todo tipo de productos. Seguimos paseando por el barrio y por las calles con casas de colores. Vemos la librería de la película pero no encontramos la puerta de la casa. Creo que la cambian constantemente de color y eso no ayuda.
Desde allí pensábamos en ir hasta Holland Park para ver el Kyoto Garden y la zona de juegos para niños, pero seguía lloviznando y nosotras con chubasquero pero sin paraguas. Así que decidimos ir al Museo de Historia Natural, ubicado en Cromwell Road, en Kensington. Cogimos el metro y en pocos minutos estábamos a los pies del impresionante edificio.
El Museo de Historia Natural de Londres (Natural History Museum) fue construido entre 1873 y 1880 para acoger una gran colección de esqueletos, fósiles y plantas que hasta entonces formaba parte del Museo Británico. La colección del museo fue creciendo y en 1986 absorbió el Museo Geológico que se encontraba en las cercanías.
Hicimos cola durante unos veinte minutos, control de seguridad y para dentro. La visita es gratuita y merece totalmente la pena, en especial con niños. La sala principal de entrada ya impresiona por su grandiosidad. La enorme reproducción del esqueleto de una ballena azul en inmersión, colgado del techo, ha sustituído al dinosaurio.
La zona estrella del museo es la dedicada a los dinosaurios. No desvelaré detalles pero está muy bien montado y a los niños les encanta. De ahí subimos a la zona roja o Power Within, dedicada a los volcanes y terremotos, con vídeos sobre los movimientos de la placa tectónica y donde se puede vivir la experiencia simulada del terremoto de Japón.
Visitamos también la sala de la Biodiversidad, donde se puede contemplar toda clase de mamíferos, algunos disecados y otros en reproducciones a tamaño real.
Subimos a la planta superior, aquí vimos la secuoya gigante y una exposición de aves y nos sacamos una foto con el gran Charles Darwin, uno de los personajes más importantes para el avance de la ciencia en la historia de la humanidad.
Decidimos comer allí mismo, una pizza bastante grande y falafel en pan de pita, con dos bebidas y un helado, 22 libras y la comida muy rica. El restaurante está decorado conforme a la temática del museo y para que los niños se entretengan mientras esperan les dan un set de pinturas para dibujar. Todo el museo está preparado para ir con niños y además de varios restaurantes y cafeterías, al ir al baño descubrimos una zona con mesas por si llevas tu propia comida.
Después de comer dimos una última vuelta y después de 4-5 horas ahí metidas decidimos poner fin a una visita más que recomendable. A unos 200 metros caminando está el Museo de la Ciencia, que también es gratuito y tiene muy buena pinta. Lo dejamos para otra ocasión.
Cogimos el metro al centro y paramos en Covent Garden para ver el mercado. Pero en la misma plaza había teatro callejero y estaba muy animado, así que nos quedamos a verlo. Después entramos al mercado, que es bonito, sin más. Curioseamos, compramos fruta y unas chocolatinas para merendar.
Después fuimos dando un paseo hasta el Soho, pero yo no le ví la gracia. Supongo que era temprano y todavía no había ambiente, así que nos quedamos por Chinatown, que está allí mismo, y que estaba lleno de gente haciendo merienda-cena en los puestos de la calle.
De repente me acordé del Rainforest, que quedaba cerca, un restaurante para familias decorado como una selva, con reproducciones de animales, y pensé que a mi hija le gustaría verlo. Cuando llegamos, decidí rascarme un poco el bolsillo e invitar a mi hija a cenar, ya que estaba alucinando con el sitio. Nos dieron cita para las 20:00 y como faltaba una hora nos fuimos a Picadilly Circus, que está a 2 minutos caminando, y nos sentamos a descansar un rato escuchando los conciertos improvisados que se montan en esta animada plaza.
La cena en el Rainforest estuvo bien. Entras en el local y lo primero que te encuentras es una tienda con muñecos, peluches de animales,ect.
Al bajar las escaleras está el restaurante, de dos plantas, ambientado en una selva tropical, con su vegetación de pega, sus animales de pega que de vez en cuando emiten sonidos y se mueven.
Nos sentaron junto al gorila y pedimos dos hamburguesas (una de ellas vegetal) que son enormes y traen patatas fritas, un refresco, un helado y yo tap water. La comida estaba buena pero no era exquisita, las he probado mejores. Por todo esto me clavaron 45 libras, así que ya sabeis, se paga el sitio. Yo creo que es una visita prescindible, pero cada uno decide.
Volvimos a Picadilly para coger el autobús nº 23 que en 20 minutos nos deja directamente en la puerta del hotel. En cuanto llegamos caemos rendidas.
Visitas gratuitas del día:paseo por Notting Hill, visita al Museo de Historial Natural (podeis llevar vuestra propia comida), visita a Covent Garden y actuaciones de teatro callejeras, paseo por Chinatown.