El día anterior había generado unas expectativas muy altas en nosotros. Ahora sabíamos que todo lo que veíamos en fotos era cierto. Aún así, el día de hoy lo teníamos marcado en rojo ya que íbamos a hacer una ruta de inmersión en algunos de los pueblos más representativos de Alsacia. Nuestro recorrido final incluyó los pueblos de Eguisheim, Turckheim, Kaysersberg, Riquewihr y Ribeauvillé, por este orden.
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Ruta del día
Para facilitar su lectura he dividido este día en dos etapas, los tres primeros pueblos que visitamos hasta la hora de comer en esta etapa y los dos últimos pueblos que visitamos por la tarde, que podéis leer en la siguiente etapa: Pueblos Alsacianos: Riquewihr y Ribeauvillé (Segunda Parte).
Nuestro primer destino del día es Eguisheim a escasos 15 minutos de Colmar. Este pueblo, que desde el año 2003 forma parte del club de Les plus beaux villages de France, fue elegido en el año 2013 como el pueblo francés favorito del año. Con estos antecedentes nuestras expectativas estaban por las nubes, y se cumplieron.
Como muchos otros pueblos de la región, su origen se remonta a la época romana, donde se desarrolló de forma pionera el cultivo de la vid. En el S.XI nace en Eguisheim, Bruno de Eguisheim-Dagsbourg que será nombrado papa con el nombre de León IX.
El pueblo está fortificado y sus calles forman círculos concéntricos, lo que facilita su visita. Rodeado de laderas con viñedos, los Trois-Châteaux la vigilan en la distancia. El aparcamiento está en la entrada del pueblo, cuesta 3€ todo el día y es importante llevar monedas ya que las máquinas no aceptan billetes.
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Mapa de Eguisheim
Hacemos el recorrido recomendado en el mapa que podéis adquirir de forma gratuita en la oficina de turismo situada en la Grand Rue que atraviesa el pueblo. Nada más llegar te trasladas en el tiempo y puedes observar una de las postales más típicas de Eguisheim, con su casa estrecha en el centro de dos calles.
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Estampa típica de Eguisheim
Desde aquí nos dirigimos a la Place du Château o Place Saint-Leon, donde encontramos una fantástica fuente con el Château Saint-Leon de fondo, Castillo de los Condes de Eguisheim y la capilla. La fuente renacentista está coronada por una estatua del personaje más ilustre de Eguisheim, el papa León IX.
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Fuente Place du Château
Desde esta plaza nos desviamos de la Grand Rue por la Rue de l'Hôpital hasta la Rue de Rempart Nord que junto a la Rue de Rempart Sud rodea el pueblo y es perfecta para una primera aproximación al mismo. Las casas entramadas son maravillosas, los carteles, las calles estrechas y empedradas, las decoraciones, todo ello forma un conjunto de cuento.
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Aquí comenzamos a observar una costumbre de la región. Era habitual que las parejas pusiesen sus iniciales y la fecha de construcción de la vivienda. También se hacía referencia a Jesucristo a través del símbolo IHS. Pudimos ver muchos ejemplos a lo largo de nuestro paseo en multitud de casas entramadas. Estas inscripciones se hacían como búsqueda de protección para la vivienda, tratando de evitar la mala suerte y los incendios.
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Nuestro callejear nos lleva de nuevo al punto de origen, donde esta vez, visitamos el Castillo de los Condes de Alsacia. Dentro de la capilla hay un relicario con restos del papa León IX.
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Tras la visita al castillo nos dirigimos a la Iglesia de los Santos Pedro y Pablo. De la iglesia gótica original solo queda el campanario. El conjunto en si no nos suscitó mucho interés, pero hay un par de cosas que si merecen una visita. Una de ellas es una Virgen abridera tallada en madera policromada, la Virgen de Ouvrante.
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En el mismo lugar también destaca un dintel con la parábola de las diez vírgenes, una parábola muy popular en la Edad Media y con mucha influencia en el arte gótico, como ya pudimos comprobar en la catedral de Estrasburgo. Esta parábola muestra a cinco vírgenes despreocupadas que llevan sus lámparas boca abajo y sin aceite para llenarlas de nuevo, parecen desordenadas, mientras que las vírgenes previsoras llevan sus lámparas hacia arriba, lo que les permite encontrarse con Cristo. En el tímpano se representa también a Cristo rodeado por San Pedro a la izquierda y San Pablo a la derecha.
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Aquí pusimos fin a nuestra visita por Eguisheim y nos dirigimos a Turckheim, nuestro segundo pueblo pintoresco, a apenas 15 minutos en coche de Eguisheim. Turckheim es un destino muy visitado debido a su buen nivel de conservación de edificios renacentistas, ya que pocos de estos edificios fueron dañados en las múltiples guerras que han azotado la región de Alsacia. En esta ciudad podemos aparcar de forma gratuita frente a la Puerta de Francia. Cuando llegamos, un mercadillo que está ya recogiendo nos recibe en la explanada delantera de la ciudad, justo frente a la famosa Puerta de Francia.
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Mercadillo en Turckheim
Accedemos a la ciudad por una de sus tres puertas cuadrangulares del S.XIV, la Puerta de Francia. En el extremos noreste de la ciudad nos encontramos con la Puerta de Brand y al oeste de la ciudad la Puerta de Munster. A la Puerta de Francia se puede subir por una escalera de madera mal conservada. En las plantas superiores no hay nada que ver, solo estancias vacías, por lo que no os recomiendo subir ya que la bajada es peligrosa.
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Puerta de Francia
En la fachada exterior de la Puerta de Francia se puede ver un reloj solar y el blasón de la ciudad, una puerta con una cerradura. Cuando te adentras por esta puerta, accedes a uno de los puntos más interesantes del pueblo, la Plaza Turenne, presidida por la fuente del S.XVIII, en cuya parte superior podemos ver una Virgen con el niño, ambas figuras policromadas. Tras la fuente se encuentra la casa del Cuerpo de Guardia, actualmente Oficina de Turismo que nos encontramos cerrada. A lo largo de la historia este edificio ha tenido varios usos, entre ellos, carnicería, escuela y estación de policía. Al fondo de la plaza podemos encontrar el Ayuntamiento, edificio pintado en amarillo del S.XVII que fue utilizada como Corte de Justicia cuando Turckheim era ciudad imperial durante la época de la Decápolis Alsaciana.
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Fuente Place Turenne
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Cuerpo de Guardia
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Hotel de Ville
También en la plaza junto al Ayuntamiento, se encuentra el Hotel des Deux Clefs en una maravillosa casa entramada.
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Al lado de la Plaza Turenne encontramos la Iglesia Católica de Santa Ana, con su campanario gótico coronado por una aguja con un barril (mención a la importancia que tuvo y tiene el vino en esta zona) y tejas policromadas. No pudimos entrar en el interior de la iglesia, pero por lo leído, es precisamente este campanario del S.XVII lo más interesante de la misma.
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Iglesia de Saint Anne
A través de la Rue du Conseil llegamos a la Rue des Vignerons, que une las otras dos puertas de la ciudad, la de Brand y la de Munster. Antes de llegar a la Rue des Vignerons en la parte izquierda nos encontramos con el Musée Mémorial des combats de la Poche de Colmar, episodio bélico que tuvo lugar en las afueras de las ciudad de Colmar durante tres semanas, en la que más de 40.000 soldados perdieron la vida y durante la cual Alsacia volvió a cambiar de manos por cuarta vez en 75 años, esta vez la última a favor de los franceses.
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Tomamos la Rue des Vignerons hasta la Puerta de Munster contemplando las múltiples casas entramadas con sus colores diferentes y muchos rincones con encanto.
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Rue des Vignerons
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Puerta de Munster
Desde la Puerta de Munster cogemos la calle más interesante de Turckheim, la Grand Rue que desemboca en la Plaza Turenne. En esta calle es donde vemos la mayor colección de casas típicas con sus entramados y patios maravillosos. De entre todas las casas hay algunas que destacan, como la que se encuentra en el número 71, con un segundo nivel de entramado y decoración de madera muy bonito, así como destacan los balcones.
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71, Grand Rue
En el número 62 podemos ver otra de las casas interesantes en este caso por su Oriel. Esta casa es del S.XVI y su Oriel del S.XVII, con una bonita decoración tallada en madera.
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62, Grand Rue
Aunque, en nuestra opinión, este pueblo no llega a tener el encanto minimalista de Eguisheim, merece mucho la pena una visita y pasear por su estupenda Grand Rue, no conformándose con ver las fachadas de las grandes mansiones sino adentrándose en sus patios que siempre tienen algo que ofrecer.
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Desde la Puerta de Brand sale un sendero vinícola que recorre los viñedos de los alrededores del pueblo, dando una buena perspectiva de este.
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El día se estaba nublando y comenzaron a caer algunas gotas, momento que aprovechamos para trasladarnos a Kaysersberg a apenas 10 kilómetros de distancia. La estratégica posición del asentamiento en la entrada del valle de Weiss que une el norte de Alsacia con la región de Lorena, hizo que Kaysersberg tuviera privilegios comerciales y un importante crecimiento económico, hasta que la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) lo detuviese y la sumiese en un largo letargo. Durante la Segunda Guerra Mundial, Kaysersberg fue gravemente dañada, pero gracias a su detallada reconstrucción, se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos, llegando a ser nombrado "El pueblo favorito de Francia" en el año 2017.
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Para acceder al pueblo lo hacemos por la Rue du Général Rieder que desemboca directamente en la Place de la Mairie donde se puede visitar el Ayuntamiento y junto a este se puede encontrar la Oficina de Turismo, que como viendo siendo habitual, nos encontramos cerrada.
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Hotel de Ville
Ya por la calle principal de Kaysersberg, la Rue du Général de Gaulle podemos visitar los principales atractivos del pueblo. Lo primero que nos encontramos en nuestro recorrido es la Iglesia de Kaysersberg o Iglesia de Ste-Croix. Destaca su portada románica con motivos de pelícanos y sirenas de dos colas en alguno de los capitales y ya en su interior, nos recibe un calvario monumental del S.XV (la figura de Cristo mide más de 4 metros). No hay que conformarse con ver el Calvario, ya que hay que admirar el retablo de Jean Bongartz de 1518 con catorce escenas talladas de la Pasión y Crucifixión. En el lateral norte de la iglesia podemos encontrar un Santo Sepulcro del 1514 cuyo autor es Jacques Wirt.
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Tras la Iglesia hay una capilla que no pudimos visitar, la Capilla de Saint Michel del S.XV, con un osario donde se guardan los huesos de los que fueron habitantes del pueblo. Frente a la Iglesia de Kaysersberg encontramos la Plaza de Jean Itiel en la que destaca la fuente con la estatua del emperador Constantino.
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Plaza Jean Itiel
Siguiendo por la Rue du Général de Gaulle llegamos a una de las casas más emblemáticas del pueblo, la Maison Loewert, destacando su bonito entramado, el hermoso oriel y el mural de la Virgen con el Niño en el lateral que da a la Plaza Jean Itiel. Este edificio del S.XVIII también es conocido como la casa de la Virgen. Hoy alberga una panadería y encima del arco de la puerta que da acceso a la planta baja se puede ver la fecha de construcción, 1739.
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Siguiendo por la calle principal llegamos a otra casa a destacar, la Maison Herzer. Esta casa se construyó para el herrero Michael Herzer a finales del S.XVI y como todas las casas típicas alsacianas tiene una planta baja de piedra, con ventanas enmarcadas en arenisca roja de los Vosgos. En el primer y segundo piso destacan los detalles de madera de las ventanas en forma de cordel rojo. La puerta superior servía para almacenar madera en el ático y para subirla hasta ahí hay una bella gárgola que hacía las veces de polea. Junto a esta se encuentran otras casas interesantes, la Casa de Baños en la que actualmente se pueden observar exposiciones y frente a esta la casa en arenisca roja que servía de antigua carnicería.
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Maison Herzer
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Antigua carnicería
En nuestra opinión es desde el puente fortificado del S.XVI que cruza el río La Weiss, donde podemos obtener las mejores postales de la ciudad, con el castillo de Kaysersberg siempre vigilante y los viñedos rodeando el pueblo.
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Paso del Río Weiss por Kaysersberg
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Castillo de Kaysersberg
Se iba haciendo tarde y nos pusimos a buscar sitio para comer esperando que no todas las cocinas hubiesen cerrado. Finalmente encontramos sitio por los pelos en el Restaurante Auberge del que os dejo mas información al final de la etapa. Después de comer recorrimos hasta el final la Rue du Général de Gaulle donde entramos la casa-museo del Dr. Albert Schweitzer que nació en Kaysersberg y en 1952 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. Albert Schweitzer fue médico, filósofo, teólogo y músico, además de misionero en África. Era tío del escritor Jean-Paul Sartre.
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Casa de Albert Schweitzer
Junto a la casa hay un parque con un busto del Dr. Albert Schweitzer y también podemos encontrar la Porte Haute-Obertorturm.
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Regresamos tranquilamente caminando por la Grand-Rue des Prés disfrutando de nuestros últimos momentos en Kaysersberg.
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Restaurantes
1. Comida. Este día no llevábamos reservado ningún restaurante ya que no sabíamos en qué pueblo estaríamos, así que entramos en este sitio por casualidad ya que era tarde y fue todo un acierto. En el Restaurante Auberge pedimos Raclette, Caquelon (fuentes de patata con queso gratinado) y Braserade (carne que vas haciendo en una parrilla que te ponen). El precio aproximadamente 20€ por persona.
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