Desde que conocí este foro de Losviajeros.com en el año 2013 me ha sido de gran ayuda para planificar mis últimos viajes, ya que aquí se puede encontrar información de casi cualquier destino imaginable. Tanto los hilos de los diferentes subforos como los diarios son una poderosa herramienta que me han sido de gran utilidad para ver qué posibilidades ofrece un determinado destino o para temas más prácticos y específicos.
Hasta ahora he participado en algunos hilos, casi siempre pidiendo información, pero creo que ya es hora de que responda a tanta generosidad de muchos foreros que me han ayudado desinteresadamente creando un diario sobre el viaje que realicé en verano de 2017 a Japón con mi pareja y varios amigos, para así poder ayudar a otros viajeros que estén pensando en ir a este destino próximamente.
Es mi primer diario de viaje, así que su creación supongo que será lenta, pido disculpas de antemano por ello.

Particularmente nunca me he sentido demasiado atraído por Japón ya que no soy fan del manga ni de otras frikadas por el estilo, ni me sentía muy identificado con la imagen que yo tenía del país. Quizá lo que sí me ha gustado siempre ha sido el tema del terror japonés, ya que he visto muchas de las películas de este género de las que se han rodado allí, afición que comparto con Victor, mi pareja, así como los juegos de Nintendo, especialmente el Mario Kart, que buenos piques hemos tenido con él

En el año 2010, unos amigos nuestros, Juanlu e Isa, se casaron y su viaje de novios fue precisamente a Japón, y a la vuelta vimos el vídeo que habían grabado y ahí fue donde comencé a descubrir cosas que me interesaron más, sobre todo sus paisajes. Ellos nos hablaron maravillas, sobre la gente, lo bien organizados que están, su educación... Recuerdo que me impactó especialmente la zona de los Alpes japoneses, con la visita a Shirakawa-go, no me esperaba un pueblo así en Japón, tenía una idea más urbana y moderna de cómo serían sus ciudades. Luego he comprobado que hay de todo. Sin embargo, a la hora de elegir destinos siempre elegíamos otros, bien por interés personal, por precio, porque íbamos con otras personas que querían otro tipo de viaje, etc.

En 2016 Víctor me dijo que no le importaría ir a Japón. Ese verano lo teníamos ya comprometido con un viaje a Escocia, y además era año de oposiciones y tampoco tenía tiempo de ponerme a buscar mucha información para planificar un itinerario completo y detallado, así que decidimos dejarlo para el año siguiente, 2017. De todas formas, como me gusta mucho leer sobre viajes, fui mirando los hilos y los diarios correspondientes para hacerme una idea de qué se podría visitar allí, ya que mis conocimientos al respecto se limitaban a Tokyo y otras ciudades grandes y modernas del estilo, Kyoto con su lado más tradicional y millones de templos por todas partes.
A partir de ahí fue cuando empecé a comprobar que es un destino que ofrece una variedad increíble de cosas para ver y, sobre todo, hacer. Estuve investigando para intentar meter también algunos etapas del viaje que no son tan habituales pero que a nosotros nos hacía mucha ilusión, y poco a poco fui elaborando un primer boceto del planning del viaje, y la verdad es que quedaba bastante variado. En verano, tras volver de Escocia, me puse ya a pulir el itinerario y en Septiembre ya estaban decididas las fechas y las ciudades en las que pasaríamos las diferentes noches. Ya solo quedaba buscar vuelos y alojamientos

Por el camino se nos fueron uniendo amigos a la aventura. Por un lado Mar, nuestra amiga inseparable en los viajes veraniegos, que decidió apuntarse también a nuestro periplo japonés, una vez más podíamos contar con ella. Después Jorge, otro amigo con el que habíamos viajado a China y que tenía ganas de volver a Asia, y por último los ya mencionados Juanlu e Isa, que pese a haber estado ya en Japón querían repetir experiencia y recordar sitios ya visitados o descubrir otros nuevos. Así que finalmente fuimos 6 los componentes de la expedición. En el viaje hemos estado casi todo el tiempo juntos los 6, pero ha habido ocasiones puntuales en que nos hemos dividido en dos o tres grupos para visitar sitios diferentes, ya que cada uno tiene también sus propios intereses. En este diario me ceñiré a lo que Victor, Mar y yo vivimos, ya que siempre fuimos juntos los tres.