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Hoy iba a ser otro de los días fuertes, en cuanto a paisaje se refiere, de todo el viaje. Nos levantamos pronto ya que Lorenzo nos comentó, que por la época del año que era, lo más probable es que hubiese muchísima gente y así fue.
El desayuno se sirve en el salón principal de la casa, que hace las veces de recepción, o en el jardín. Está noche solo había otra pareja de Canadá en la casa, con la que coincidimos en el desayuno, por lo que estaba bastante tranquilo. Era un desayuno tipo buffet en el cual cogías lo que quisieras y las veces que fuese necesario. El desayuno se componía de dulces y tarta local, queso y embutidos, varios tipos de zumos y cereales. La verdad que demasiado, ya que yo me iba a los embutidos y tartas locales. El cappuccino, como siempre en este país, magnífico.
Con las pilas recargadas, cogimos nuestro cochecito y cogimos el camino a La Spezia. Tanto la ida como la vuelta el Maps nos envió por la autovía, por lo que tuvimos que pagar. En total, ida y vuelta fueron 18€. Una vez en La Spezia dejaríamos el coche aparcado en el primer parking que encontramos, justo en la estación de tren. Hicimos el recorrido en una hora más o menos y llegamos a eso de las 10:40, y por lo que parece muy tarde ya que la estación estaba plagada de turistas en dirección a Cinque Terre.
En cuanto al parking se que hay gratuitos, pero no los encontramos y tampoco queríamos perder tiempo en localizarlos. El parking nos salió desde las 10:40 hasta las 17:00 (más o menos) unos 10.50€.
Subimos a la estación y aquello era una locura, gente por todos los sitios. Existe un puesto de información solo de Cinque Terre, donde además de proporcionarte horarios e información, puedes comprar los billetes de tren. También lo puedes hacer en las máquinas de fuera, pero nosotros fuimos al puesto de información, aunque había más turistas y nos tocó esperar más.
Tanto si vais para un día (como nosotros), como si vais a estar varios, es muy recomendable sacarse unos bonos que existen con los cuales puedes moverte en tren por todo Cinque Terre y coger los trenes que quieras. En nuestro cogimos un bono de tren para un día que nos costó 16€/ pers.
Cinque Terre es una región con 10 km de costa que contiene cinco preciosos pueblos (Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola, Riomaggiore) construidos en la falda de la colina que pende sobre la costa del mar. El tráfico a vehículos está muy, pero que muy, limitado en toda la zona por lo que lo más recomendable es moverse en tren. También puedes moverte en lancha, pero nosotros no conocíamos a nadie con una
.Estos cinco maravillosos pueblos están considerados por la UNESCO patrimonio mundial de la humanidad, considerado uno de los lugares naturales más hermoso del mundo.
Nuestra primera parada, por proximidad, sería Riomaggiore. Decidimos hacerlo en sentido de más cercano a lejano, debido a que casi todo el mundo lo hacía al revés y pensamos que así evitaríamos más bullicio. Pero estábamos equivocados, ya que como dije antes, todo estaba hasta la bandera de gente.
El calor en esta parte del país, también se hacía notar con creces y no sabíamos donde meternos. Pero como el lugar prometía, ahí estábamos nosotros como si nada, por toda la solanera. Nos acercamos hasta la playa, y la verdad que el ambiente costero era muy chulo. Apetecía bañarse un montón, pero no teníamos bañadores
.
Después volvimos a la estación para ir hacia Manarola. También un pueblo muy bonito, quizás el pueblo más bonito de los que vimos en la zona. Al igual que en Riomaggiore, nos acercamos hasta la playa para contemplar el pequeño puerto con las barquitas. También fuimos a un pequeño mirador desde donde hay unas vistas del pueblo y la costa espectaculares.
Por último, llegamos a Vernazza. Era la hora de comer por lo que decidimos buscar un restaurante que nos llamase la atención y que tuviera en su carta pescadito frito
. No queríamos acercarnos mucho a la playa, sospechando que los precios serían más altos, pero la realidad es que son sitios donde no hay mucha variedad de restaurantes y el precio más o menos es el mismo. Esta vez comeríamos en Il Bareto en el cual nos trataron muy bien. Al igual que en otros sitios, trato fue muy cercano, esta ocasión tocó hablar con el dueño hasta de política 
. Creo que era el dueño porque cuando buscamos la web del restaurante, era el hombre que aparece en la foto de portada. Nos recomendó un pulpo, parecido a la gallega, con verduras en crudo y vinagreta, y como no un plato de fritura variada. Para beber una cerveza grande. Todo fueron 39€.
En Vernazza también existe un mirador que es donde empieza o termina una ruta de senderismo. Con el calor que hacía y con el poco tiempo que estaríamos en la zona, la verdad es que ni se nos pasó por la cabeza hacer senderismo. Allí subimos para también contemplar la belleza del lugar. De vuelta nos perdimos un poco por el pueblo para callejear y descubrir rincones peculiares.
Sobre las 16:30 decidimos tomar el tren hacia La Spezia para volver y pasar lo que quedaba de tarde en Lucca.
A eso de las 18:00 llegamos a nuestro destino, dejamos el coche en zona azul por lo que nos tocó pagar hasta el final de la hora de cobro, en total fueron 2.20€. Aún nos dio tiempo visitar alguna iglesia y la plaza central.
Lo mejor de esta ciudad, adentrarse en su muralla del siglo XVII y callejear por sus callejones entre los edificios medievales. Cansados de todo el día nos sentamos en una terraza de lo que era el Anfiteatro Romano, y que ahora es una hermosa plaza (Piazza del Mercato). Aún hoy se puede intuir la forma de anfiteatro, sus arcos bajos en los puntos cardinales marcaban la entrada de los gladiadores y animales a la arena, partes de dicho anfiteatro también se pueden ver en las fachadas de algunos edificios que componen la plaza.
Tenemos que decir, que ese día, Lucca estaba especialmente animado. Había un festival de música en el que esa misma noche actuaba Hollywood Vampires, el grupo de música en el que canta Johnny Depp; y durante el resto de dicho festival también actuarían Lenny Kravitz y Pink Floyd entre otros.
Después de pasear y perdernos en Lucca, fuimos a buscar un restaurante para cenar. Esta vez el elegido sería Trattoria Da LEO, allí probamos un guiso de conejo que estaba delicioso y unas costillas asadas. Para beber, esta vez tomaríamos agua. Todo ello salió 27.50€.
Desde allí, nos fuimos al B&B para dormir, había sido un día de mucho trasiego y necesitábamos descansar.
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