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MARTES 31
Hoy nos espera un largo trayecto hasta Uvita, donde nos alojaremos unos días. Salimos del hotel después de desayunar y antes de llegar al río Tárcoles se pone a diluviar al modo tico. Detenemos el coche antes del puente y esperamos. Al cabo de 20 minutos, Xavi decide ponerse el poncho e ir a hacer fotos. Al volver, prácticamente no llueve y se lleva a los nenes. Yo me quedo en el coche porque he leído que es un lugar en el que suelen abrir los coches. Al volver los 3, soy yo la que va con los nenes. Lluna cuenta 24 cocodrilos gigantes, unos descansando en la orilla y otros en el río. La verdad es que los bichos impresionan.
Es tarde para comer y de camino buscamos algún sitio que esté abierto. Nos paramos en Marisquería La Ostra, donde a pesar de la hora nos dan de comer. Comemos por 51€.
Sigue lloviendo bastante y llega un momento en el que ya es de noche, la carretera no tiene ninguna iluminación ni señalización/luces en el pavimento (al día siguiente vimos que era porque la habían arreglado hace poco) y yo voy relativamente despacio porque apenas veo nada. La verdad es que estoy un poco estresada y tensa así que me alegro mucho cuando llegamos a Uvita y al hotel Sueños Tranquilos, nuestro destino las próximas 4 noches. Con piscina y baño propio es de lo más barato que he encontrado por la zona, lo demás ya se disparaba. El lugar está bien, la zona de restaurante y piscina es muy chula pero a la cabaña que nos toca le faltan bastantes detallitos. Aún así, ya nos basta y la piscina les encanta a los nenes, así que … Todos estos días cenaremos en el restaurante del hotel, platos grandes y precio ok.
MIÉRCOLES 1
Nos vamos a PN Manuel Antonio. Tardamos casi 1h en llegar. Es un poco caótico y nos hacen aparcar en un parking junto a la playa por el que nos cobran, creo recordar, 2000 colones (3€). Nos ofrecen los servicios de guía por 40000 colones (62€), entradas incluidas. Como a Adrià le hacía mucha ilusión y tenía muchas ganas de que le explicaran las cosas y además el día parece que acompaña, aceptamos. La verdad es que nuestro guía nos enseña muchos animales: perezoso, monos carablanca, diferentes tipos de ranas, basiliscos, iguanas, una serpiente, murciélagos, … , además de explicarnos acerca de la fauna y flora del lugar. Después de dejarnos junto a la playa, logramos ver un mapache y un agutí. Es un PN en el que los monos carablanca no tienen miedo a la gente, lo que les convierte en peligrosos ya que se acercan bastante e incluso intentan coger la comida de las mochilas de la gente que está en la playa.
Los nenes disfrutaron de Manuel Antonio pero a mí me pareció muy masificado, demasiado turístico y un poco agobiante. El hecho de que los animales estén tan acostumbrados a la presencia humana no me gusta, pero es algo muy personal.
Aprovechamos para meternos en el agua y es verdad que las playas de Manuel Antonio son las típicas de postal, pero el agua no está transparente (cierto es que viniendo de Ibiza estamos malacostumbrados). Justo al lado de la orilla veo unas barracudas que deben hacer medio metro tranquilamente.
Regresamos al hotel y los nenes se meten en la piscina hasta que cenamos.
JUEVES 2
Hoy nos recogen para ir a buscar ballenas. Después de desayunar ya nos esperan y nos llevan a la oficina en Uvita. Allí hacemos las gestiones pertinentes y nos vamos caminando hacia el PN Marino Ballena, nos reparten los chalecos y nos subimos al bote en la misma playa, así que hay que mojarse los pies.
Vemos una tortuga y varias ballenas jorobadas con sus crías. Nos explican que vienen a estas aguas a parir porque las condiciones son mucho más favorables. Después y antes de acabar, nos dan fruta (piña y sandía) y la gente que quiere puede nadar un poco y hacer snorkel.
Regresamos al hotel para comer y los nenes están toda la tarde en la piscina, hay más niños porque ha venido gente de la zona a celebrar un cumpleaños y se lo están pasando genial, así que hoy les dejamos hacer lo que les gusta, que disfruten que se lo merecen.
VIERNES 3
He visto que hay una cascada cerca y le pregunto a la recepcionista. Me indica el camino y vamos andando. Hay que pagar entrada (1000 colones/persona – 1,5€). Es una cascada con unas pozas para meterse, aunque el agua está bastante fría. El lugar es muy bonito pero llega un momento que hay mucha gente. Algunos suben hasta arriba y se tiran por la cascada a modo de tobogán, yo no lo veo muy claro, me da la impresión de que la espalda tiene que sufrir, pero los hay que repiten.
Después de comer nos vamos a la playa de Uvita, pero no en la entrada del PN sino más hacia el sur, para así no tener que volver a pagar la entrada. Allí nos quedamos hasta que se pone el sol, mirando a los surfistas, disfrutando del sonido del mar y los nenes jugando. Adrià coge un coco y lo intenta romper pero no puede. Un hombre que pasaba por allí y estaba recogiendo troncos le pregunta si quiere que se lo abra y con el machete le da unos toques hasta que lo deja listo. Nos dice que luego le hagamos un agujero para así poder beber el agua, lo que hacemos al llegar al hotel.
JUEVES 4
Después de desayunar salimos. En el supermercado en Uvita compramos barritas energéticas y snacks de plátano pensando en Corcovado. En Palmar Norte llenamos el depósito porque devolveremos el coche en Sierpe, sino lo podríamos dejar en un parking por 5$/día pero decidimos que mejor lo devolvemos y nos ahorramos 5 días de alquiler de coche porque volveremos a San José en autobús.
Llegamos pronto a las cabinas, Hotel Margarita Sierpe, pero la dueña nos dice que en un ratito tendrá la habitación lista y mientras esperamos nos saca un plato con piña y una jarra de agua. Si lo hubiera sabido, podríamos haber llegado ese mismo día a Drake o hacer algún tour por Sierpe (manglares, ballenas, …), pero bueno, ya está. Una vez que recogen el coche a las 13:00 ya podemos ir a comer. Nos recomiendan una soda que está muy cerquita del hotel y allí comemos 3 casados por 9000 colones (14€).
Paseamos un poco por el pueblo y vemos muchos guacamayos, volando y en los árboles. Luego vamos al parque con los nenes. Xavi va a comprar alguna cosa para desayunar al día siguiente. Al anochecer comienzan a salir los mosquitos y nos vamos hacia el hotel. En un ratito nos vamos a cenar al Restaurante las Vegas. Cogemos los impermeables porque está relampagueando, tronando, hace bastante viento y llovizna, pero al final no llueve más. Cenamos bien y nos volvemos al hotel a descansar.
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