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Esa mañana me levanté bastante prontito. El día de antes, estando en la estación de CTM de Rabat, había preguntado por los billetes para ir de Chefchaouen a Fez. Pero, otra vez, todos los buses para el día de hoy estaban llenos, no había plazas. En ese momento me cagué, mi relación con CTM no funcionaba y me dejaba tirao en todos lados. Ya me veía haciendo autostop o pagando un dineral por un taxi, pero el chico con el que me senté en el bus, muy amable, me comentó que en la estación de ChefChaouen había más compañías que hacían el trayecto a Fez. Y así era, pero cuando llegué ya estaban todas las oficinas cerradas. Así que pregunté a que hora abrían y me planté allí bien pronto para hacerme a toda costa con un billete.
Sin embargo, la estación estaba abierta, pero las oficinas no. Madrugón que me he pegado para nada
Le pregunté a una chica si sabía a que hora abrían, pero me dijo que estaba en la misma situación, así que fuímos a hacernos un café a la cafeteria de la estación. Yo me pido un café y la chica se pide algo en árabe. Cuando viene el camarero, me quedo con los ojos como platos: le sacan un desayuno completo con pan marroquí, queso en lonchas, queso fresco de cabra, una especie de fiambre, aceitunas aliñadas, un huevo frito y un té. Con el estómago rugiéndome, le pregunto que cuesta eso que me está haciendo la boca agua y me dice que 20 dirhams!! 2 cochinos euros!! Cojo al camarero y le digo que a mi me traiga lo mismo. Desayuné como un marqués. El camarero nos dice que las oficinas ya han abierto y me pillo un billete para esa tarde a las 18h, por 60 dirhams. Cuando vuelvo, la chica se había liado un buen maik y me dió de fumar. Volví flotando al hostel y me apalanqué en la terraza disfrutando del frío mañanero y las vistas sobre los tejados de ChefChaouen. Me dí una buena ducha para despejarme y me fuí a callejear por la medina, subiendo hacía las cascadas de Ras el Ma, con sus lavaderos a la antigua usanza. Atravesando un puente y subiendo por un caminito hacía la montaña, llegas a una mezquita con unas vistas impresionantes sobre Chefchaouen, donde unos payos te ofrecerán ir a visitar sus campos de marihuana. Yo pasé del ofrecimiento, pero uno de ellos me cayó bien y estuvimos hablando un poco de todo un buen rato.
Al bajar, mi cuerpo ya me pedía comida. Había desayunado contundente, pero muy pronto, y no me quitaba de la cabeza el queso fresco de cabra que me habían puesto. Así que di una vuelta por la medina y lo encontré. Es un queso fresco de cabra, muy cremoso y de sabor fuerte, hecho allí en ChefChaouen, que os recomiendo que probeis. Por 18 dirhams tienes unos 250 gramos. Me pillé uno y me fuí a la plaza de la Kasbah a comérmelo con unos trozos de pan que había cogido de la cena de la noche anterior. Fué genial estar allí almorzando, viendo pasar la gente y la vida normal del pueblo. Incluso charlé un buen rato con un señor que se sentó a mi lado.
Cuando se hizo la hora de comer, después de recorrer toda la medina y descubrir un gran mercado de frutas y verduras, paré a comer en un pequeño restaurante, Beldi Bab Sour, que resultó ser un gran descubrimiento. Una crema de habas, kefta de ternera (una especie de albóndigas en salsa de tomate y huevo), aceitunas aliñadas, pan y agua por 55 dirhams. Comida superbuena y sabrosa, tradicional, cocinada y servida por una familia sencilla y muy amable, en un local pequeñito y muy bien decorado.
Después hice unas compras en tiendecitas de la medina, recogí mis cosas del hostel y cogí el bus a Fez. Una vez arriba te exigen 10 dirhams por el equipaje, lo cual me molestó un poco, pero bueno.... El trayecto duró unas 5 horas, con dos paradas para descansar, más multitud de paradas para dejar y recoger gente o cargar camionetas xD. Aquello parecía el autobús escoba, recogíamos gente del medio de la nada. Como os dije, la comodidad de este autobus era bastante menor que el de CTM, pero también era más barato y salía a una hora que me convenía más.
Una vez en Fez, ya de noche, el autobús te deja en la estación de autobuses, a las puertas de la medina. El maps.me me jugó una mala pasada y me metió por unos callejones bastante chungos para llegar hasta mi hostel. La verdad que recorrí el camino con bastante tensión. Finalmente llegué a mi hostel, Dar Lalamoune. Un hostel sencillito, atendido por un chico muy simpático, que te resuelve todas todas las dudas que tengas, y bien ubicado a unas calles de la puerta azul. 160 dirhams, 2 noches, con desayuno incluido. Cené el resto del queso que me quedaba con unas aceitunas y pan que había comprado en ChefChaouen y directo al sobre.
Gastos
- Comida: 98 dirhams
- Transportes: 70 dirhams
- Alojamiento: 160 dirhams
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