CASTILLO KILCHURN
SANT CONNAN’S KIRK
CASTILLO DUNSTAFFNAGE
OBAN (MC. CAIGS TOWER)
CASTILLO STALKER
FORT WILLIAM: BLACK SHEEP BUNKHOUSE (habitación con litera y cama separada con baño, sin desayuno pero con cocina): 86€
Desayunamos pronto, a las 07.30h. Nos fuimos para Kilchurn. Es un Castillo que está cerrado, pero se puede acceder para visitarlo por fuera. Hay una valla con la entrada que tenéis que abrir. Gracias que llegaron una pareja de ingleses que fueron directos porque ya nos íbamos a ir. Estaba lloviznando. Fue el día que nos hizo peor tiempo. El resto de los días solo nos lloviznaba por la noche, siempre cuando íbamos camino a los hoteles. No hubo ni un solo día que descargáramos las bolsas y que no estuviese lloviendo. Por fortuna, durante el día, aunque hacía frío, salía hasta el sol a ratos.

Después fuimos a Saint Connan’s Kirk. Es una iglesia pequeñita pero preciosa. Está además a solo 5 minutos en coche de Kilchurn Castle, así que no tienes que desviarte demasiado de la ruta.
Después fuimos al castillo de Dunfstaffnage. Los viernes está cerrado. Así que no pudimos entrar a verlo. Una pena porque pintaba bonito. Como casi todos los castillos, aunque estén cerrados o no entres dentro del edificio, si puedes estar por fuera.

Con la pena por no poderlo ver y con una lluvia incesante nos fuimos a Oban. Subimos a Mc. Caigs Tower y de bajada nos paramos a comer fish and chips en un bar de los que hay cerca del mar. Nos dimos un paseo por la ciudad para bajar la comida y como la lluvia apretó mucho, decidimos irnos para Stalker.
Otra desilusión. No sé si por el mal tiempo o porque, pero estaba cerrado. No había servicio de barcos para llevarte al castillo. Nos conformamos con una foto desde la carretera y tras la frustración del día, nos fuimos para Glencoe. Hice la carretera hasta un lago y allí di la media vuelta. El valle es precioso, pero como digo ese día llovió muchísimo y había mucha niebla, por lo que no pudimos apreciarlo del todo. Por el camino paramos en una iglesia en medio de la carretera que estaba cerrada, pero que tenía un precioso cementerio y que merecía sin duda parar a verlo.

Cuando llegamos a Fort William era ya de noche. Nos alojamos en un Black Sheep. Por lo visto son una cadena de pequeños hostales o lodges. Era una casita nueva con 3 habitaciones para los huéspedes (una doble, una triple y una cuádruple), con una cocina monísima, súper limpia y completamente equipada para compartir y un pequeño salón. Cuando digo pequeño es pequeño, de unos 7m2. Tenía 3 pufs, una tele, una Nintendo y DVD. Muy acogedor. Tenía cuarto de secado también, algo que nos vino estupendo precisamente ese día, porque como digo no dejó de llover. Estábamos solas, solo con una pareja que llegaró a la vez que nosotras y pese a ser todo de madera y estar bastante junto, nuestras habitaciones quedaban opuestas por lo que no escuchamos ni una mosca.
Antes de cenar, nos acercamos a unas ruinas de un castillo que hay en el pueblo. Después cenamos en una hamburguesería – pub del pueblo y nos tomamos unas cervecitas escocesas que la verdad no faltaban cada noche jeje. Nos fuimos a dormir pronto ya que al día siguiente tocaba madrugar más de lo habitual.