Otra vez tempranito nos acercamos al Palacio de Topkapi. Eso de tardar 10 minutos en llegar nos permitía dormir un poco más. Junto a la entrada, Santa Irene, a la que había visto en un montón de fotos y que me pareció mejor al natural. Y dentro pues lo que ya se ha dicho de mil maneras. Muchas estancias bonitas especialmente en el Harén y en las salas del Tesoro donde hay piezas extraordinarias. Bonitas vistas sobre el cuerno de oro desde la parte trasera. Los que lo construyeron sabían lo que se hacían. Se produjo en mi una contradicción paseando por el palacio. Por un lado la belleza del lugar. Por otro pensar en la cantidad de miseria que debió suponer su construcción.

Detalle de Topkapi
Al salir nos fuimos al cercano museo del arte turco e islámico. Estuvimos poco tiempo pero tenía piezas interesantes.
Y con eso se hizo la hora de comer. Lo hicimos en un lugar que nadie conocía pero que al final encontramos gracias a su proximidad al hotel Seven Hill y a los del rincón de Fehmi. Como buscando pasamos por la puerta y nos acordamos haber leído que hablaban español y nos trataban muy bien, pues entramos. No compramos alfombras pero nos dijeron que tenían un restaurante en Kumkapi, “El Pescador”. Y que nos llevaban y nos volvían a traer. Como era una de las visitas que queríamos hacer, pues aceptamos y quedamos para la noche. Pero sigamos con el sitio donde íbamos a comer. Se llama “En la luna”, así en castellano. Luego el dueño nos contó la historia del nombre que os dejo que lo descubráis por vosotros mismos. Buen sitio también para comer en un lugar cuya fachada está cubierta por una enorme parra. Muy de eso que se llama “con encanto”. Y buena comida también. El dueño, un kurdo que hablaba perfectamente el español, nos proporcionó conversación y otra visión de las cosas. Salimos plenamente satisfechos en todos los órdenes.
Nos fuimos al hotel y al atardecer, como mandan los cánones, enfilamos hacia la Torre Gálata. Subimos y supongo que como a todos, nos ocurrió que intentar pasar por la parte que da a la zona antigua es pelín problemático. Pero más o menos conseguimos echar un vistazo y hasta hacer alguna foto.

Vistas desde la Torre Gálata
Como el metro a hora punta nunca me ha gustado nos fuimos enseguida, en cuanto nos dejaron pasar, hacia la zona de Eminönü. De allí dando una vuelta llegamos a la tienda del rincón de Fehmi. Nos metieron en el coche y nos llevaron hasta su restaurante de Kumkapi. Lo hizo uno distinto del que hablamos por la mañana pero que dijo que era su sobrino. Por lo visto en ese lugar todos eran familia. También el conductor del coche lo era. Kumkapi es de los sitios montados por y para el turismo. Pero bueno, se trataba de tomar pescado y eso hicimos. Calidad decente pero sin pasarse. Cuando terminamos nos dejaron cerca del hotel. Y fin del penúltimo día antes de salir de circuito.

La bandera del Atlético de Madrid también en Kumkapi