Con los últimos 440 kms. se acababa el circuito en autobús. Eso sí antes de meternos en el transbordador para pasar el estrecho de los Dardanelos el guía tuvo a bien pararnos en Çanakkale....para que pudiéramos sacar fotos a otro caballo de Troya. En fin.... Ya en la orilla europea enfilamos camino de Estambul donde llegamos a la hora de comer, comida que estaba incluida por lo que fue necesario una parada para esos menesteres en la zona de Ferner. Y después por fin de vuelta al hotel de Estambul. Fin de trayecto.
Pero antes de continuar, un par de cosas:
Por un lado es un mal rollo tremendo las visitas a establecimientos de venta de productos organizadas no sé si por los guías o por las agencias. A nosotros nos tocó sufrir una tienda de joyas, otra de pieles y otra de alfombras. Evidentemente hay quienes pican. Y nuestro grupo de latinoamericanos eran en gran parte susceptibles de caer. Lo peor es que cuando has ido ya a muchos lugares siempre es lo mismo. Nosotros tuvimos ocasión de demostrar los “chollos” de esas tiendas. Un abrigo de piel por el que después de mucho regatear y de conocer que era porque “le caíamos bien” al vendedor, lo dejaban en 350 E cuando “marcaba 1.500 €. Por ese mismo abrigo en Kusadasi nos pidieron de entrada sin regateo 200 €. Evidentemente ni en la tienda del guía ni en Kusadasi compramos nada.
En el lado positivo el buen nivel general de los hoteles y lo que me sorprendió mas, la calidad de las comidas en algunos casos incluso bastante más que decentes. Incluso algunos de los lugares donde paramos a comer merecieron la oportunidad de quedarse grabados en mi cámara porque no me lo creía.
Esa tarde en Estambul, una vez que nos dejaron en el hotel y se hicieron las despedidas preceptivas, los latinos se iban a la zona nueva, descansamos un poco y nos fuimos a mercar algún polo de esos de pega de Lacoste, Burberry... Que una cosa es no preocuparte mucho de comprar y otra no llevarte alguna chorradita. Y al final descubrimos la comentada tetería Çorlulu Alipasa Medresesi. Buen lugar para sentarse a tomar un té y al que le guste fumar un nargile.

Tetería Çorlulu Alipasa Medresesi
Terminamos cenando en el puente de Gálata, en el restaurante Balik, casi al final en la parte derecha. Ya lo he dicho en el foro, me tomé unos salmonetes memorables. Y una excelente perspectiva con la Mezquita nueva de frente y casi tocando con los dedos el agua del cuerno de oro. Estupenda nuestra penúltima noche.

Cenando en el Balik bajo el Puente Gálata con la Mezquita Nueva al fondo