Día de Navidad.
Nos dirijamos a ver los templos de Pura Ulun Danu Batur y Pura Ulun Danu Bratan, que están al norte de la isla, de regreso a Ubud, pararemos en los arrozales de Jatiluwih.
A las 8:15 ya estamos dentro del coche, listos y desayunados.
De camino a Pura Danu Batur, disfrutamos de los paisajes de la isla de los dioses.
Los arrozales están por doquier, en cada pueblo tienen su templo, con sus característicos merus, que a nosotros tanto nos llaman la atención.
También nos sorprende, la capacidad, variedad y volumen de carga, que se puede llevar en una simple scooter.
Hay multitud de cosas, personas, animales, casas que te entretienen el camino, todo es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en nuestra tierra.
Cuando llegamos al pueblo donde está Ulun Danu Batur, no nos pudimos resistir y fuimos a poner gasolina en esta gasolinera
Era como un centro comercial a la balinesa, tenían comida, bebida, tabaco, lotería, gasolina.
En este tipo de surtidor, te venden la gasolina por litros, después de repostar en este sitio, en los siguientes días me fijé, que estos surtidores están por todas las pequeñas poblaciones de Bali.
También los vimos y utilizamos en Lombok.
El Pura Ulun Danu Batur, fue nuestro templo favorito de Bali.
Es grande, tiene merus de varios pisos y en cantidad.
No encontramos turistas.
Los creyentes estaban preparando varios motivos ornamentales, ese día había mucho movimiento en el interior, ya que entre todos estaban preparando una fiesta, que se iba a realizar dentro de 3 días, según nos dijo un anciano que sabía un poco de inglés.
Luego, una señora que hacía un poco de guardia, nos prohibió el paso a la zona sagrada, donde sólo pueden pasar los creyentes a poner su ofrenda y rezar, pero muy amablemente, nos indicó el camino hacia un mirador, que si no nos lo dice ella, no creo que lo hubiéramos encontrado.
Para llegar al mirador, hay que salir por un lado del templo, bordeandolo por un camino empedrado, se llega hasta donde se veía un volcán justo enfrente del acantilado, en el que estaba el templo.
A los pies del volcán se observaba un lago, era una estampa preciosa.
A fuera del templo, también había mucho movimiento, llegaron varios grupos de hombres, mujeres y niños, vestidos de forma tradicional, vestían sus mejores galas.
Todos llevaban granos de arroz pegados en medio de la frente y a los lados de los ojos, supongo que aquel arroz estaba bendecido, no lo sabemos.
El no saber el significado de estos momentos y detalles, tal vez sea lo único malo de ir a todos lados por libre, si hubiéramos ido con un driver o guía, nos lo habría explicado.
Nos fuimos de Pura Ulun Danu Batur, pensando que hubiera sido genial coincidir la visita, con el día que hacían la fiesta, seguro que hubiera sido expectacular, estaban haciendo unos adornos preciosos.
Cuando hicimos la ruta en casa, usando Google maps, cuando uníamos los puntos a visitar, las distancias y tiempos que nos indicaba maps, los veía factibles perfectamente.
Ahora que hemos ido, he de decir, que los tiempos de conducción, son mucho más largos de lo que indicaba la aplicacion. Así que os aconsejamos lo tengáis en cuenta, si vais por libre.
Si contratais un driver, el os aconsejará mejor.
Tardamos bastante para llegar hasta Pura Ulun Danu Bratan.
La velocidad media, deben ser unos 60km/hora.
Además, cuando estábamos cerca, nosotros veníamos de una carretera estrecha, con las típicas curvas, que desembocó , en una carretera principal, de las más anchas y con más tráfico que habíamos visto hasta ahora.
Esta carretera iba llena de autobuses, también vimos áreas de servicio con restaurants enormes, donde susparkings, también estaban llenos de autobuses.
Me temí lo peor, seguro que el templo estaba a rebentar.
Efectivamente, Pura Ulun Danu Bratan es uno de los templos más famosos y fotogenicos, es el templo que está junto a la playa del lago Danu Bratan.
Las niñas aprovecharon a jugar un buen rato en el parque infantil, que hay en el recinto del templo.
Las tuvimos que convencer, para que dejarán los columpios, toboganes y demás cosas que tenían para entretenerse.
Con la excusa de que les comprariamos un helado, conseguimos despegarlas de alli
Dirección arrozales de Jalituwih.
Tardamos también bastante para llegar allí, ellas aprovecharon para hacer una siesta, mientras yo disfrutaba de todo lo que iba viendo por el camino.
Los arrozales estaban muy bonitos, recién sembrados, cuando casi todo lo que se ve, es agua y justo sobresale un trocito de la planta del arroz.
Pero a mi me gustó más Tegallagang.
Además, para poder ver los arrozales, han puesto como una aduana o peaje en la carretera, justo antes llegar y te hacen pagar, por coche y persona.
No recuerdo muy bien el precio, en total debían ser 8 o 10€, no es mucho,pero cuando comparas los precios de las entradas de otros templos y sitios que habíamos ido, éste lo encontré caro.
Si no hubiera este puesto "fronterizo" no haría falta pagar nada, ya que los arrozales, se ven perfectamente desde la carretera, lo que nos dio la sensación, que al final han montado un negocio un poquito aprovechándose de la fama y que los turistas queremos ver este lugar.
Espero que este dinero sirva para toda la comunidad de los alrededores y no se lo queden tan solo unos cuantos.
Por las carreteras de Bali, durante toda la semana que estuvimos, vimos bastantes procesiones, parecidas a esta de la foto, no sabemos que celebraban, ni si es habitual verlas.
Otra vez, volvimos a Ubud que ya estaba anocheciendo, lo que el día anterior había conducido más tiempo de noche, esta vez, era de noche ya cuando estábamos en Ubud.
Por la experiencia que tuvimos los siguientes días, sin haberlo buscado, nos fue muy bien regresar tan tarde a Ubud, ya que los siguientes días, quisimos regresar antes y nos tuvimos que comer unos atascos, que aún los estamos maldiciendo.
Esa noche queríamos ir al Café Loto, a cenar y ver el baile balinés, que puedes ver mientras cenas, pero al llegar tan tarde, entre que nos arreglamos y llegar a pie hasta allí, el espectáculo ya se había terminado.
Al final fuimos al Cafe Wayan, muy bonito el patio interior, buen servicio y la comida estuvo muy bien.
Había mesas normales y mesas bajitas, en la que te tienes que sentar en el suelo encima de un cojin.
Claro está, nos hizo ilusión sentarnos en el suelo, al cabo de 10 minutos de estar en el suelo, ya me estaba arrepintiendo ja jajaja que incómodo era, pero bueno, pude aguantar toda la cena
Aparte de comida balinesa, tienen todo tipo de platos a escoger, nuestras hijas, les apetecía algo más internacional, creo que la mayor pidió una Burger y la pequeña una pizza infantil, de pizza recuerdo que tan sólo hacen un tipo, la pizza Pinocho, cuando trajeron la pizza, quedamos sorprendidos y sonreímos, no pudimos menos que hacer una foto, no os la enseño, por si alguien va allí y la pide, no queremos estropear la sorpresa.
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