Último día del viaje.
A las 5:30 de la mañana estábamos en recepción haciendo el check out.
Muy amablemente el recepcionista con su móvil particular nos avisó un coche con la aplicación Grab.
La duración del trayecto desde el hotel al aeropuerto fue de una media hora más o menos y costó unas 70000 rupias, un poco más barato que con los taxis que habíamos cogido en el aeropuerto para llegar al hotel, que nos costaron las dos veces 100000 rupias.
A las 8:30 teníamos el vuelo Surabaya-Hong Kong de unas 5 horas de duración.
A las 14:00 hora local, llegamos a Hong Kong, teníamos una escala de 10 horas, nuestro vuelo Hong Kong-Madrid salía a las 0:05. Luego para llegar a Madrid nos quedaban 14 horas de vuelo.

Aprovechamos esta escala tan larga para hacer una visita rápida al centro de Hong Kong, ver el skyline y el famoso espectáculo de luces y sonidos Simphony of the Lights., que cada día se realiza a las 20:00.
Salimos por la terminal de llegadas a buscar el autobús A11, que llega hasta la isla de Hong Kong.
Teníamos que bajar en la parada 7 City House (ayuntamiento).
Como ya teníamos la octopus card, sólo teníamos que subir al bus, pero al subir las targetas de las niñas no tenían suficiente saldo para pagar todo el trayecto, el conductor del bus nos hizo una seña con la cabeza para que subieramos igualmente


Bajamos en la parada nº 7 City House.
Te deja mas o menos delante unos rascacielos que no te dejan ver la bahía de Hong Kong, que es a donde nos dirijiamos.
Orientandonos para saber donde estaba el mar, pasamos por debajo de los rascacielos y una pasarela que los atravesaba, al cabo de un rato llegamos a una zona con cesped donde los HongKoneses habían ido a pasar el día, ya que tenían montado algunas parasoles a modo de iglu, para resguardarse del sol.
Después enseguida llegamos a la zona del paseo marítimo.

Nunca hemos estado en New York o una ciudad con tantos rascacielos, nos gustó bastante.
En esta zona había un par de miradores, que daban a la zona de Tsim Sha Tsui, desde donde luego veríamos el espectáculo de luces y sonidos, que hacían la mayoría de rascacielos donde estabamos nosotros en ese momento.
El paseo marítimo continuaba hasta la estación Central Star Ferry Pier, donde teníamos que coger el barco para cruzar de lado, creo recordar por unos 3 dolares de Hong kong, menos de 1€.
Enfrente de la estación de barco hay una noria gigante al estilo del London Eye.
Junto a la noria, habían montado supongo por que era Navidad, un montón de atracciones de feria, pequeña montaña rusa incluida.
Nos parece que estas atracciones no están montadas todo el año, no habíamos visto ninguna información al respecto.
Estaba repleto de familias que iban a pasar la tarde.

Al pasar por delante de la feria, conseguimos convencer a las niñas para que no sucumbieran a los encantos de la feria.
No teníamos mucho tiempo y para aprovechar el coste de la entrada de las atracciones habría que quedarse toda la tarde allí, cosa que no nos podíamos permitir, teníamos el tiempo limitado.
En el pier aprovechamos para comer un bocadillo de un Subway que había allí dentro la estación, caro y malo.
Para subir al barco, los adultos pagamos con la octopus card y las niñas como no tenían saldo, tuvimos que comprar el billete en efectivo con monedas, ya que antes de los tornos, hay unas máquinas donde puedes comprar el pasaje, que es una ficha de plástico redonda, como las que suele haber en los autos de choque de las ferias.
Cruzamos al Hong Kong continental y fuimos a dar un paseo por la zona de Kowloon, aún nos quedaba tiempos hasta las 20:00.
Allí aprovechamos para recargar las targeta Octopus en uno de los Seveneleven que vimos.
Vimos algunas tiendas que nos llamaron la atención.

Esto era una farmacia, había una parte moderna, que sería como las farmacias que tenemos por aquí y al fondo había esta parte de la farmacia más tradicional, con todo tipo de raíces y cosas que por mas que las miramos no sabemos aún que son.
Esta otra tienda, que tampoco sabemos muy bien que vendían.



Luego fuimos hacía la zona de Tsim Sha Tsui, que es la zona del paseo marítimo que da enfrente de Hong Kong Island, que es donde están la mayoría de rascacielos se iluminan a las 20:00.
También en este paseo marítimo, a modo de imitación del Holywood Boulevard, tienen en la barandilla que hay en el paseo, las huellas de las manos y la firma de actores chinos famosos.
La imagen de los rascacielos iluminados llama bastante la atención, si como era en nuestro caso ,la primera vez que veíamos Skyline de una gran ciudad.

Por fin a las 20:00 empezó el famoso espectáculo de luces y sonidos.
Como habíamos leído, hay opiniones de todos los gustos sobre este espectáculo, la nuestra después de verlo, es que ni fu ni fa, si andas por allí y lo puedes ver, está bien que lo veas, si no lo ves, no te pierdes nada, con que puedieras ver el skyline antes o después del espectáculo para nosotros ya sería suficientemente bonito.

No sabemos cuanto dura la función, creo que 20 minutos, nos fuimos en busca del bus para volver al aeropuerto antes de que acabara el show.
Mas o menos había 1 hora de camino, desde Kowloon al aeropuerto y no queríamos perder el avión, preferiamos ir con tiempo, había que pasar controles etc..., después aprovechariamos para cenar en la terminal.
El bus que teníamos que coger era el bus A21.
La parada no está junto al muelle de Tsim Sha Tsui, si no que hay que caminar unos 5 o 10 minutos por una calle alejandote del mar.
Lo que si hay junto al muelle, es una caseta de información turística, junto a la parada de otros buses, que te explican como llegar hasta la parada del bus A21, tienen un mapa dibujado al que hicimos una foto con el móvil para poder usarlo.
A las 22:00 ya habíamos pasado los controles de metales y cenamos en el aeropuerto.
Por fin subimos al avión, como la salida era a las 0:00, las primeras 5 horas de vuelo nos quedamos fritos.
Por fin legamos a Madrid.
Recogemos las mochilas y nos fuimos a facturación, aun nos queda el vuelo a Menorca, cuando ya salimos por la puerta de la zona de las cintas, nos damos cuenta que una de las tiras de la mochila nueva, está totalmente rota y que incluso se ha hecho un pequeño desgarro en la zona de la espalda.
Volvemos a entrar en la zona donde salen las maletas y nos envían a un mostrador donde hay un chico de Cathay Pacific que nos atiende.
Nos toma los datos y nos dice que cuando estemos en casa nos llamarán, recogerán la maleta, arreglaran los desperfectos y la devolveran


Vivimos en Menorca, no sé si será muy rentable , pero bueno, pensamos que esto es lo que suelen hacer en estos casos, era la primera vez que nos pasaba algo a una de nuestras maletas.
Al final, cuando habían pasado unos días, nos llamaron y nos dieron a escoger de una página web una mochila nueva, que luego nos mandaron a casa. Bien por Cathay Pacific


Cansados y con la maleta rota, fuimos a la zona de salidas a esperar que saliera nuestro último vuelo.
Llegamos a mediodía a casa, esa noche llegaban los Reyes Magos de Oriente en todas las casas, en la nuestra tan solo habíamos pedido una cosa, un viaje para toda la familia para la Navidad 2020.
A la mañana siguiente sabríamos si nos habíamos portado bien y nos traían lo que habíamos pedido.

