A primera de hora de la mañana decidimos visitar la playa de Cobijeru, que en un principio estaba bastante cerca de Llanes, así que la busqué en el navegador del coche y me dijo que ok en 15 minutos llegaríamos, todo correcto, siguiendo las indicaciones del navegador me hizo entrar en un camino sin asfaltar en bastante mal estado, fui siguiendo las indicaciones y acabamos en mitad de un prado, total que no era allí por mucho que el navegador insistiera en que si, opté por cambiar al navegador del google maps, y me indicaba que estábamos cerca, que girará a la izquierda por otro camino, al seguirlo acabamos en un acantilado pero sin rastro de la playa, ya me estaba mosqueando así que decidimos dejarlo para otro día y buscar en algún blog como llegar a la dichosa playa.
Ribadesella
Nuestro siguiente destino después del fracaso de la playa mencionada fue Ribadesella, en esta ocasión si que llegamos correctamente en menos de media hora, aparcamos al lado del Mercado de Abastos que dispone de un aparcamiento bastante grande.
Ribadesella fue fundada por Alfonso X el sabio en el siglo XIII a orillas del río Sella e importante puerto durante el siglo XIX, actualmente tiene una población de algo menos de 6000 habitantes.
Iniciamos la visita hacia la oficina de turismo para consultar el plano de la ciudad, seguimos hacia la travesía Ramón Soto girando a la izquierda en dirección a la iglesia de Santa María Magdalena, el recorrido del casco histórico es relativamente corto pero encantador, tras lo cual decidimos seguir la orilla del río por el paseo de Grúa hasta la punta del Caballo.
Un poco antes de la punta del caballo, a mano derecha, suben unas escaleras que nos llevaron hasta la Ermita de la Virgen de Guía, con unas excelentes vistas de Ribadesella, las montañas de fondo y de la Ría de Ribadesella.
El descenso lo hicimos por el camino a la Guía, el cual va siguiendo la ladera de la colina, ofreciéndonos constantemente unas fantásticas vistas, fue un paseo muy agradable que compenso sobradamente el enfado de primera hora con los navegadores.
Una actividad muy interesante, si sois prevenidos y compráis las entradas con antelación, cosa que nosotros no hicimos, es visitar la Cueva de Tito Bustillo, como ya he comentado anteriormente, organizamos el viaje un par de día antes de salir, lo que hizo imposible encontrar entradas para visitar esta cueva.
La Cuevona
Tras la visita de Ribadesella, cogimos el coche para dirigirnos hacia la Cuevona, que es un túnel que hicieron aprovechando una cavidad natural de la montaña, la cual da acceso al pueblo de Cuevas del Agua, en esta ocasión el navegador volvió a hacernos otra mala pasada, primero nos quería meter por una carretera exclusiva para los ganaderos en la cual estaba prohibido circular y después nos dio un rodeo de aúpa, pero en fin al final llegamos a la Cuevona de Cueves, aparcamos cerca de la entrada, ya que actualmente solo pueden circular por su interior los vecinos de la localidad, para los demás está prohibido, en varios blogs de hace algún tiempo dicen que se puede circular, pero ya os digo que actualmente no se puede.
Recorrimos su interior, el cual dicen tiene unos 250 metros de longitud, con bonitas formaciones calcáreas, en los laterales tienen iluminadas varios grupos de estalactitas y estalagmitas, las cuales he leído en internet, tienen nombres como “La lengua del diablo” o “Las barbas de Santiago”.
Hicimos el recorrido de ida y vuelta disfrutando del frescor de la cueva junto con otros turistas que iban llegando para visitarla.
Mirador de Fitu
Pusimos rumbo hacia el Mirador de Fitu, a unos veinte kilómetros de distancia, para llegar seguimos la carretera AS-260, que comunica Arriondas con Colunga.
Tal como íbamos subiendo por la carretera, veíamos unas nubes que amenazaban con taparnos la visión y eso fue exactamente lo que pasó, cuando llegamos al Alto de la Cruz, aparcamos el coche a la orilla de la carretera ya que el aparcamiento estaba lleno y subimos hasta el Mirador de El Fitu, una vez arriba apenas se apreciaba el paisaje a causa de las nubes que se habian formado bajo el mirador, mala suerte.
Al descender hacia la Villa marinera de Lastres con el coche, encontramos un descampado por debajo de las nubes donde si pudimos disfrutar de las vistas de la costa, algo es algo.
Lastres
La Villa de Lastres es considerada oficialmente como uno de los pueblos más bonitos de España, el cual me recordó vagamente a los pueblos que vistamos el pasado mes de Febrero en Cinque Terre (Italia), antiguamente se habian dedicado a la pesca de ballenas y actualmente está orientado totalmente al turismo.
Para aparcar tuvimos que subir hasta la parte más alta de la población, ya que estaba todo repleto de coches aparcados por todos lados, la parte positiva era que la visita sería toda de bajada y la parte negativa era que para regresar al coche tendríamos que subir hasta la punta de la villa otra vez.
Como habíamos dejado el coche cerca, empezamos la visita por la iglesia parroquial de Santa María de Sábada, en cuyo lateral se encontraba en aquel momento instalado el mercadillo marinero, continuamos con nuestro descenso zigzagueando por sus bonitas calles.
Cuando pasamos frente al restaurante El Barrigón de Bertín nos dimos cuenta de que era mediodía y teníamos hambre, aprovechamos al ver una mesa libre en la terraza para sentarnos a almorzar, comimos excelentemente, por lo que recomiendo si visitáis Lastres comer en este restaurante, a destacar las zamburiñas que nos encantaron.
Los edificios y lugares más interesantes que visitamos fueron, la casona de la familia Victorero, el palacio de Los Vallados, el antiguo lavadero, la casona Pedro Suerpérez, la torre del Reloj, el palacio de los Robledo y la capilla del Buen Suceso, hasta que llegamos al puerto de Lastres. en la parte más baja con su playa justo al lado.
Ahora tocaba la tarea más dura, que era regresar hacia la parte alta a través de las empinadas calles, pero como la población destila un encanto especial fuimos deteniéndonos para hacer fotografías en varios rincones lo que hizo la subida más amena.
Llegamos hasta el Mirador de San Roque, situado junto a la ermita del mismo nombre, donde se puede disfrutar de unas magnificas vistas de la población con toda la costa el fondo, eso si, las piernas ya nos pedían un descanso.
La villa de Llastres se hizo bastante famosa por la serie de Antena 3 “ Doctor Mateo”, rodada íntegramente en esta población, donde destacaba en faro, que fue lo que fuimos a ver tras coger el coche, está situado a unos cinco kilómetros de la población en el Cabo de Llastres, por lo que en unos quince minutos llegamos al aparcamiento del faro.
El paisaje es tremendamente bucólico, con las vacas pastando en los inmensos prados frente al mar junto al prominente faro de color blanco.
Siguiente visita, las instalaciones de Sidra Crespo, donde hacen visitas gratuitas de su Llagar, donde nos explicaron in situ la elaboración de la sidra .
Aparcamos frente al edificio, pero estaba cerrado, así que llamé por teléfono y vinieron a atendernos en pocos minutos, nos dieron amplias explicaciones sobre el proceso de la elaboración de la sidra, desde la llegada , el lavado de la manzana hasta el final de la transformación.
Lo que más nos gustó fue, como llaman por allí, “espichar” directamente de unos toneles inmensos de madera la sidra para degustarla, es curioso, pero siempre saben mejor las cosas cuando estas de vacaciones.
Compramos una caja de botellas de sidra para poder degustarlas en casa y para regalar algunas a nuestros amigos. Más info : www.sidracrespo.es/index.html
Bufones del Pría
Para finalizar la visitas del día fuimos hacia los Bufones del Pría , que están junto a la Playa de Guadamía, en la población de Llanes de Pría.
En esta ocasión el navegador se comportó correctamente dejándonos en el aparcamiento habilitado cerca de los bufones.
Desde el aparcamiento hay aproximadamente un kilometro y medio andando hasta llegar a los bufones del Pría, no tiene perdida ya que está correctamente indicado, a parte, que es donde vamos todos los turistas, pasamos frente a la coqueta playa de Guadamía, un bonito rincón donde te puedes bañar en aguas tranquilas.
Los bufones de Pría, son una especie de agujeros en la roca, que cuando hace mala mar, expulsan agua hacia el cielo como si fueran un géiser, al chocar las olas en la base del acantilado, en nuestro caso el mar no estaba demasiado picado por lo que solo pudimos oír el resoplar de las olas por los agujeros, pero no vimos subir ninguna columna de agua.
Regresamos a Llanes, pero al entrar a la población tenían todo el centro cortado para que paseara la gente, debiendo aparcar a casi dos kilómetros de nuestro hotel, por si no habíamos caminado suficiente este día. Cenamos en La Sidrería El Puerto, donde ya habíamos reservado el día anterior por si acaso, comimos abundante y muy bien, como suele ser habitual en Asturias. Más info : sidreriaelpuerto.es/ .