Por la mañana paseamos por la ciudad de Limerick, ciudad bonita cruzada por el río Shannon, con su famoso castillo del Rey Juan. Desayunamos e hicimos unas compras.

Desde aquí, paliza de 3 horas de carretera hasta la isla de Valentia. Una vez allí, visitamos los acantilados de Fogher (la entrada costaban 6€ por persona). Luego fuimos a la pequeña ciudad portuaria de Portmagee, donde quisimos hacer un crucero a las islas Skellig (famosas porque se rodó el episodio VIII de Star Wars). Contratamos la empresa Skellig Michael Cruises, pero la experiencia fue muy mala. El mar estaba picado y a 20 minutos de camino tuvimos que dar la vuelta, sin haber visto nada y calados hasta arriba de agua de mar. La empresa no nos quiso devolver el dinero y tuvimos que discutir mucho para recuperarlo. Comimos en el resturante Fishermen's bar en Portmagee.

Desde Portmagee, en menos de 10 minutos de carretera, llegamos a los acantilados de Kerry (4€ por persona la entrada). No son los acantilados de Moher pero sí son bastante espectaculares, están menos masificados y para mí su visita merece mucho la pena.


Finalmente, 1h30 de carretera hasta la localidad de Killarney, donde nos alojamos en Killaran Guest House.