Empiezo por aquí por ser la excursión mas lejana, a unos 140 kms de la capital de Francia.

Aparco en el aparcamiento mas centrico ( rue dels Capucins ) y me dispongo a patear la ciudad. Lo mas cercano es S. Jaques, una pequeña iglesia gótica con unas vidrieras de M. Chagall, aunque a mí no me parecieron muy representativas de su estilo.
Siguiendo el camino hacia la catedral está el Cafe du Palais, estilo art decó, decoración un pelín recargada y extravagante, en suma: una delicia; un capuchino, 4,85 €.
Y enseguida se llega a Notre Dame,

sin duda el principal atractivo de la ciudad. Contruido en apenas un siglo, a partir del XIII, lo que le confiere una admirable unidad estilística; sufrió graves daños durante las guerras mundiales, pero fué reconstruida. Aquí se coronaban los reyes de Francia.
Es mas grande que Notre Dame de París, la fachada está adornada con muchas estatuas, escenas bíblicas, una galería de reyes, un bestiario, gárgolas, mas de 1000. Tiene 3 portadas excepcionales, en la de la izquierda está el Angel de la Sonrisa,

Angel de la sonrisa, primero por la derecha
símbolo de la catedral. Rematan el conjunto dos torres caladas.
El interior es muy amplio y dá una gran sensación de altura, destacan las vidrieras, en buen estado, el rosetón central, y unas vidrieras modernas - unas de M. Chagall - en las capillas de la girola.
Volviendo al exterior, hay otras portadas muy esculpidas en un lateral.
A su lado, el Palacio Tau ( entrada 8 € ), es el palacio arzobispal, aquí se alojaban los reyes durante su estancia en Reims. Alberga el tesoro y el museo de la catedral, algunas cosas interesantes, por ej. Unas estatuas que, al estar en una habitación cerrada, permiten hacerse una idea mas cabal del tamaño, mas de 4 m, hay un Goliat que pesa 4 Tm, escultura que estaba en la fachada; también hay tapices, orfebrería, vestiduras regias, etc.

Detrás, la biblioteca Carnegie, un curioso edificio, por afuera parece un templo griego, con unas altas columnas, y por dentro es modernista, destacando la araña del vestíbulo.
Pasando por detrás de N. Dame se llega a la place Royale, un poco más allá la pl. Del Foro, con un jardín central y lleno de animadas terrazas; enseguida la imponente mole del Ayuntamiento, siguiendo hacia el norte llegamos a la Puerta de Marte, un arco de triunfo romano con tres vanos y bajorrelieves, por aquí hay unos jardines muy sombreados y agradables, hay gente haciendo pic nic.
Enfrente, el mercado cubierto Les Halles, arquitectura de vanguardia.

Y a partir de aquí me dispongo a seguir lo que en la web de turismo denominan ruta modernista, calles Bulevar Foch, rue Talleyrand y cours J. Baptiste Langlet, pero en mi opinión no hay tal, a menos que tengamos un criterio muy amplio y consideremos art decó cualquier edificio con un mínimo de adorno, yo sólo ví unos pocos que se pudieran considerar así, en todo caso, nada que ver con lo que hay en Barcelona incluso Valencia. Lo mejor, uno de rue Thillois 3, parece un cine o teatro, ahora en restauración.
Faltó por visitar S. Remi, basílica y museo, pero por desgracia quedan muy a desmano del centro, hay que andar un buen rato.
Reims me ha parecido una ciudad tranquila, muy agradable e interesante de conocer. Lo mejor, sin duda Notre Dame, el resto aceptable sin más.